Fernando Mollinedo C.
Historiador y Columnista Diario La Hora

La Historia de Guatemala fue escrita con una visión política liberal a partir del triunfo del movimiento armado que derrocó al régimen conservador de Vicente Cerna; los pocos historiadores conservadores y quienes realmente investigaron el devenir de la vida en el territorio guatemalteco indican circunstancias que fueron y siguen siendo desconocidas.

La población indígena o nativa guatemalteca es un pueblo que se ha negado a morir desde que fue despojado de su herencia natural: la tierra. En un territorio de increíble belleza con altos volcanes, sus verdes montañas y caudalosos ríos, contrasta con las condiciones en que la mayoría de la población rural vive: familias enteras alojadas en chozas de una sola habitación, niños de vientre abultado como signo inequívoco de desnutrición y las enfermedades de la pobreza.

HERENCIA: Esta realidad descrita en pocas líneas es la herencia que impuso el sistema avasallador en casi todas las actividades de la vida religiosa, económica, social y educativa en el país durante los últimos 494 años; es decir, desde la conquista armada. Lo anterior no indica ni sugiere que la cultura ancestral haya sido borrada, no, el sincretismo apareció como una forma velada de decir “acepto, pero no creo” y fue el vehículo idóneo para los efectos de conservación de la vida mostrándonos aún los rasgos profundos de la cultura natural.

El imperio económico español sentó sus raíces en estos lares con la explotación de la tierra y del hombre; se estableció el nuevo orden jurídico por medio de Las Audiencias que eliminaron los cargos de Gobernadores. Para una mejor administración en Guatemala se crearon 10 corregimientos: 1) Totonicapán y Huehuetenango; 2) Tecpán-Atitlán, 3) Quezaltenango; 4) Suchitepéquez; 5) Escuintepeque (Escuintla); 6) Guazacapán; 7) Casaguastlán (Acasaguastlán); 8) Chiquimula de la Sierra; 9) Verapaz y 10) El Corregimiento del Valle.

Los nuevos presidentes o capitanes generales vinieron de España con un séquito de parientes, empleados y paniaguados a quienes repartió los mejores cargos oficiales; los peninsulares acapararon los mejores cargos, incluyendo en lo religioso, pues rara vez llegó a ocupar el cargo de obispo algún nacido en estas tierras.

LA ENCOMIENDA: Fue un derecho concedido por el rey de España a algunos de los colonizadores antiguos considerados “beneméritos de las Indias” para que pudieran percibir y cobrar para sí, los tributos de los indios que se le encomendaren, a cambio de cuidarlos espiritualmente, enseñarles la “Fe Cristiana” y castellanizarlos.

REBELIONES INDÍGENAS: Mientras la vida de los conquistadores, sus herederos criollos y los funcionarios reales mantuvieron sus luchas intestinas para ejercer el poder, la población indígena siguió en un estado de indefensión material debido al férreo control ejercido por los encomenderos, sacerdotes y funcionarios reales, indefensión jurídica y sometimiento religioso para la explotación de su trabajo.

Hubo casos específicos de rebelión indígena cuando los abusos de los explotadores civiles, militares y religiosos se tornaron frecuentes y desmedidos; conforme transcurrió el tiempo en la Colonia aumentó este tipo de rebeliones a quienes se les llamó revoltosos, alborotadores, soliviantados, aunque rara vez dichos movimientos hayan sido duraderos, pues el sistema restauró el orden por medio de la acción armada.

La economía colonial del reino de Guatemala se organizó en la agricultura, ya que la región no era rica en metales preciosos; los grandes comerciantes y los religiosos católicos eran prestamistas que al producirse la falta de pago ejecutaron las hipotecas y se apropiaron de grandes plantaciones; tal el caso del marqués de Aycinena, propietario de fincas productoras de añil en El Salvador y de una flota de barcos.

TRABAJO FORZADO. Por medio de los repartimientos (trabajo semiforzado) la población indígena fue la mano de obra principal de la economía, cultivaron cacao, añil, maíz, sal, trabajaron en los ingenios, haciendas, estancias, quintas, hicieron caminos y carreteras, construyeron edificios, fueron cargadores de bultos, correos y encomiendas; sobre ellos descansó la responsabilidad social de la alimentación.

Existieron explotaciones denominadas haciendas, estancias, quintas y obrajes, las más grandes y prósperas estuvieron en manos de las órdenes religiosas católicas; el sistema indígena de uso de la tierra era comunal, cada matrimonio recibió una parcela que debía trabajar y hacer producir para su consumo familiar y el pago del tributo; es decir que, los nuevos propietarios de la tierra en su “infinita misericordia” dieron, cedieron u otorgaron las parcelas a sus antiguos propietarios.

LA INDEPENDENCIA. Se sucedió el proceso político administrativo de independencia y la población indígena permaneció en las mismas condiciones de explotación; su vida no cambió y fue objeto de mayores controles; el poder económico no llegó ni por asomo a quienes fueron dueños de todo y después propietarios de nada, sin permitírseles su participación política consciente.

Desaparecieron dos instituciones fundamentales de la Corona: 1) el presidente-gobernador y capitán general (el ejecutivo) por un lado y 2) la poderosa y efectiva Audiencia (el poder judicial) por el otro. Esa reforma política y administrativa produjo gobiernos inoperantes, ineficientes y carentes de efectividad desde su inicio en 1821.

ECONOMÍA INGLESA: Durante el predominio económico inglés de 1823 a 1838 Centroamérica tuvo un claro predominio del comercio británico en Guatemala y se mantuvo la importación de textiles, lo cual impidió el desarrollo de la industria textil urbana y por ende afectó también a la artesanía textil indígena. Las rutas comerciales más utilizadas fueron al norte por Belice y les fueron concedidas importantes concesiones territoriales.

LADINOS EN EL GOBIERNO. Con el triunfo militar de Rafael Carrera (1839) se inició la presencia de personas ladinas dentro del aparato administrativo del Estado, los aristócratas fueron perdiendo posiciones y el sector indígena permaneció ignorado y explotado. Fueron 40 años de gobierno conservador que fueron abolidos con el movimiento armado de 1871 liderado por el aristócrata diputado Miguel García Granados.

IMPERIO ECONÓMICO USA. Durante el resto del siglo se sucedieron gobiernos liberales y conservadores, se llegó a la década de 1890 y el imperio estadounidense consolidó su presencia en Guatemala, el régimen de los 30 años presidido por Manuel Estrada Cabrera le entregó la soberanía del país en cuanto a explotación de los recursos naturales y vías férreas. El café y el banano fueron los productos de mayor exportación. La condición económica y social de la población campesina siguió igual; explotados y marginados de toda actividad del Estado.

LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE. En el período de 1920 hasta 1944 la situación social de la población indígena no sufrió mayores cambios positivos para su desarrollo integral; la explotación en las fincas de café, algodón, ingenios, fincas, haciendas y terrenos de cultivo, estuvo vigente hasta que estalló el movimiento cívico militar de carácter urbano denominado La Revolución de Octubre; la cual inició una serie de cambios en las leyes que de una forma sutil principió a reconocer algunos de los derechos que como personas humanas y personas jurídicas les fueron inherentes.

La población indígena fue objeto de la aplicación de múltiples leyes, mismas que en su devenir histórico fueron inoperantes, inobservadas e ignoradas cuando exigieron respeto para dicha población; pero sí fueron aplicadas con severidad como una forma de castigo y demostrativas del poder dominante.

Cito algunos ejemplos: 1) 1531 Prohíbese que los indios esclavos sean sacados de la jurisdicción de las provincias de la gobernación de Guatemala. (2) 1553 Su majestad permite que los hijos, hijas y viudas de los encomenderos, puedan suceder en los derechos de las encomiendas. 3) 1582 Queda prohibido que los indios sean azotados en la picota pública y en privado. 4) 1735 Acuerda el ayuntamiento, en vista de la falta de brazos y la decadencia de la industria del añil, solicitar que indígenas puedan trabajar en dichos obrajes. 5) 1754 Real cédula que establece que los indígenas de 18 a 50 años están obligados a tributar. 6) 1767 Se prohíbe todo anticipo a los indígenas, mestizos y mulatos, debido a los trabajos que realizaren.

7) 1824 Que los párrocos procuren extinguir el idioma de los primeros indígenas, teniendo eso como mérito para nombrarlos en los Curatos. A los indios que poseyeron caballos les prohibieron cabalgar, pues usando machete con filo se convertían en un peligro para la sociedad. Fue común ver a los indios halando con lazo su caballo, no se suben al animal por el hábito inconsciente de saber que fue prohibido.

En el año 1839 se prohibió la venta de aguardiente en los pueblos indígenas tomando en consideración el “estado deplorable en que están reducidas las poblaciones”. Asimismo, el 8 de mayo de 1934 durante el régimen presidencial de Jorge Ubico se emitió la Ley contra la vagancia dirigida contra los indígenas; su intencionalidad fue obligar a quienes no tuvieron un trabajo conocido o no estuvieran al servicio de algún patrono, no cultivaran la tierra propia en por lo menos tres manzanas de café, caña o tabaco.

Pero la mayoría de población no contaba con terrenos propios para cultivar porque no eran propietarios, motivo suficiente para castigarlos enviándolos a trabajar de gratis a las órdenes de los finqueros por un tiempo determinado.

Hace falta espacio para abordar el tema de la tierra desde un punto de vista histórico, su desarrollo y su actualidad. Esperamos pronto dárselos a conocer. ¿Hasta cuándo finalizarán esas condiciones? ¿Per secula seculorum?

BIBLIOGRAFÍA:
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RODRÍGUEZ TORSELLI, LUIS ANTONIO “INFLUENCIA DE LAS LEYES “INDIGENISTAS” EN CHINAUTLA”. Subcentro Regional de Artesanías y Artes Populares. Colección tierra Adentro 17. Guatemala, 1994.

BENÍTEZ, DIMITRI. “REFORMA AGRARIA INTEGRAL” Derecho Agrario y ambiental para la justicia y paz; derecho cooperativo. Editorial Nojib`sa, Guatemala, 2003.

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