Gustavo García Fong
Escritor

Cuando migre y escriba mis versos
en los rincones oscuros de los puentes,
bajo el cobijo de estrujados cartones
y amarillentos periódicos.

Cuando migre y mi familia la conformen
unos cuantos desconocidos,
compañeros de infortunio
y herederos del crujir de sus vientres.

Cuando migre y el frío de la temporada
se asemeje más a una hoguera,
comparado con el hielo de la soledad,
el abandono y la indiferencia.

Cuando migre y mi vida anterior
se disipe en la amargura del recuerdo,
y mis huesos griten a los cuatro vientos
que los años que me quedan
pasarán de prisa.

Cuando migre y me echen de su memoria
los pocos amigos que tuve,
y lo único que me alimente sea
el instinto de conservación.

Cuando migre y comenzando desde abajo,
ojalá y encuentre lo que he buscado:
la paz interior, pero sobre todo, a mí mismo.

Cuando migre y, quizás,
en el bregar cotidiano me sorprenda
el sonido de la última campanada,
en pleno campo de batalla.

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