Por JILL LAWLESS,
LONDRES
Agencia AP

Anna Burns ganó ayer el prestigiado Premio Man Booker de ficción por «Milkman», una historia vívida sobre conflicto y poder, narrada por una joven que enfrenta acoso, que se desarrolla durante los años de violencia entre católicos y protestantes de Irlanda del Norte.

Burns es la primera autora de Irlanda del Norte en ganar el premio dotado con 50 mil libras (66 mil dólares) que está abierto a escritores de habla inglesa de todas partes del mundo. Recibió el trofeo de manos de Camila, la duquesa de Cornwall, durante una ceremonia en el edificio medieval Guildhall.

«Milkman» está narrada desde el punto de vista de una joven que enfrenta a un hombre mayor que usa sus relaciones familiares, presión social y lealtad política como armas de coerción sexual y acoso. Se desarrolla en la década de 1970 y ha sido publicada en medio de la ebullición mundial por las acusaciones de violencia sexual que desató el movimiento #MeToo.

“Creo que esta novela ayudará a la gente a pensar sobre el ‘Me Too’ y sobre novelas que ayudan a la gente a pensar sobre movimientos y retos actuales”, dijo el filósofo Kwame Anthony Appiah, quien encabezó el jurado. “Pero creemos que esto perdurará, no es algo que esté pasando simplemente en este momento”.

“Creo que es una novela muy poderosa sobre el daño y el peligro de los rumores”, agregó.

Burns superó a otros cinco novelistas, incluyendo a los favoritos de los apostadores: El escritor estadounidense Richard Powers con su épica arbórea y ecológica «The Overstory» y la canadiense Esi Edugyan con «Washington Black», la historia de un esclavo que escapa de una plantación de caña en un globo aerostático.

Los otros finalistas eran la novelista estadounidense Rachel Kushner con «The Mars Room», que se desarrolla en una cárcel de mujeres; Robin Robertson con «The Long Take», una novela en verso sobre un veterano del Día D traumado, y la autora británica de 27 años Daisy Johnson, que competía con la saga familiar inspirada en las tragedias griegas «Everything Under».

Creado en 1969, el Premio Man Booker estaba abierto originalmente a autores británicos, irlandeses y de la Mancomunidad Británica. Los estadounidenses entraron en la competencia en 2014, y desde entonces ha habido dos ganadores de este país: Paul Beatty con «The Sellout» en 2016 y George Saunders con «Lincoln in the Bardo» en 2017.

Un tercer ganador estadounidense al hilo habría revivido los temores entre algunos autores británicos y editores que consideran que el premio se está centrando demasiado en Estados Unidos. Pero Appiah dijo que ni la nacionalidad ni el género de los autores fueron un factor para las deliberaciones de los jueces con una la lista de finalistas que incluía cuatro autoras y dos escritores.

“Elegimos la novela … que se merecía más el premio”, dijo.

El Man Booker tiene la reputación de transformar las carreras de los escritores y los apostadores y las conjeturas son frecuentes ante la duda de quién será el ganador. Entre los galardonados anteriores destacan Salman Rushdie, Ian McEwan, Arundhati Roy y Hilary Mantel.

Probablemente le dé un gran impulso a Burns, quien tiene 56 años y dos novelas publicadas previamente, pero no es muy conocida.

En papel “Milkman” parece un torrente continuo con pocas divisiones de párrafos, lo que ha llevado a algunos a calificarla como una novela experimental y retadora. Pero Appiah dijo que la manera de hablar característica de Belfast en el libro de Burns “vale la pena saborearse”.

“Si te cuesta trabajo trata de leerlo en voz alta”, dijo. “El verdadero placer que provoca tiene que ver con la manera en la que suena”.

“Es retadora de la manera en la que ascender el (monte) Snowdon es un reto. Definitivamente vale la pena porque es fantástico cuando llegas a la cima”.

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