Colonia (Alemania)
Agencia (dpa)
El músico y artista pop canadiense Chilly Gonzales quiere seguir llevando albornoces en el escenario, a pesar de que hombres como Harvey Weinstein han desacreditado esta prenda.
«Los albornoces que llevo son muy diferentes de los que conocemos por las fotos de hombres agresores», comentó a dpa «Gonzo», como le llaman sus amigos.
Lleva batas de seda de alta calidad, como él mismo se encarga de señalar. Quien abre la puerta con este tipo de albornoz quiere decir sobre todo: «Siéntase bien, como en casa», explica.
Hombres como el productor cinematográfico caído en desgracia Weinstein, por otro lado, usan albornoces de felpa estilo hotelero: «Toallas con mangas» que exponían más de lo que cubrían y transmitían un mensaje bastante vulgar, critica.
A la luz del movimiento de denuncias de acoso y abusos sexuales #MeToo, los albornoces blancos se relacionan con los hombres que buscan agredir sexualmente. Según numerosas denuncias de actrices, Weinstein recibía a las mujeres en su suit ataviado solo con esta prenda.
A principios de este año, un artista callejero de Nueva York descubrió una estatua dorada de Harvey Weinstein, vestido sólo con una bata de baño, entronizado en un sofá llamado «Casting Couch».
El álbum «Solo Piano III» de Chilly Gonzales, que reside desde hace tiempo en Colonia, en el oeste de Alemania, saldrá a la venta este viernes. Además de su trabajo como pianista y artista, Gonzales también es conocido por su labor como productor. En sus conciertos, el canadiense de 46 años lleva años vistiendo batas y zapatillas.