De todos los amores de Pablo Neruda (1904-1973), el de Matilde Urrutia (1912-1985) fue quizá el más intenso y prolongado. Una pasión encendida al principio, cotidiana y perruna al final, de la que dan cuenta las Cartas de amor.

En realidad, todo comenzó en la primavera de 1946, cuando se conocieron en un concierto al aire libre en el parque Forestal de Santiago, y duró hasta la misma muerte del poeta, en 1973.

Al principio, hasta julio de 1952, su relación fue secreta, pues Neruda vivía con su segunda mujer, Delia del Carril (1884-1989): fueron años de incesantes viajes por todo el mundo, de clandestinidad política y amorosa que terminan en parte en agosto de 1952, cuando, tras una estancia en Capri, ambos vuelven a Chile.

Un nuevo embarazo frustrado, el tercero de Matilde, a la que el poeta llamaba “la Chasca” y “la Patoja”, por el color pelirrojo de su abundante cabellera, precipita los acontecimientos. En 1955, un empleado de Neruda delata sus relaciones extramatrimoniales a Delia del Carril, que rompe su matrimonio y se marcha a Buenos Aires primero y a Europa después, para regresar a Chile en 1959, donde moriría en 1985.

Desde entonces, los amantes ya no se ocultaron más, aunque no pudieron contraer matrimonio hasta octubre de 1966, tras la muerte de María Antonieta Hagenaar, primera esposa del poeta. A pesar de algunos silencios, dificultades y traiciones, nada logró separarles.

Quizá por eso, en su poema “Final”, que cierra el que tal vez sea el último libro de Neruda, El mar y las campanas, y con el que concluye la edición más reciente de las obras completas del poeta, éste interpela una vez más a Matilde y escribe:

Fue tan bello vivir
cuando vivías!
El mundo es más azul y más terrestre
de noche, cuando duermo
enorme, adentro de tus breves manos.

Tomado de:
https://www.elcultural.com/revista/letras/Neruda-Cartas-de-amor-ineditas-a-Matilde-Urrutia/26578

“Te quiero, cochina Patoja”

Domingo
Amor mío, cuento las horas que me faltan para besar tu bocica adorada. Amor, amor, me haces mas falta que el aire y con el mar, aquí, completas lo más bello del mundo para mí.

Vuela a mis brazos, amor, corazón mío! Son las 11 ½ todo el mundo está en la playa, mañana a esta hora ya estarás leyendo y volando hacia mí. Te quiero, cochina Patoja. Te beso por todas partes empezando por la planta de tus pies y terminando en el último pelo de tu pelo de puma leona. Te adoro y espero tengo buenas novedades Tuyo te espero lo atardecer más pronto que puedas encargos: píldoras cápsulas que tomaba en Italia, te acuerdas? Tú las tienes.
Trae las copias para hacerlas.
ropa de cama y nuestras
sábanas. Limpiapipas toallas.
[En el margen izquierdo:] Hace frío de noche. Traiga los V. del Capitán, ej. de Nyon.43 [es posible que se refiera a la primera edición de Los versos del capitán, de sólo cuarenta y cuatro ejemplares nominativos]
Su cane de Capri

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