Oviedo (España)
Agencia (dpa)

La escritora francesa Fred Vargas, maestra de la novela negra, fue distinguida con el Premio Princesa de Asturias de las Letras, anunció el jurado en la ciudad de Oviedo, norte de España.

Frédérique Audoin-Rouzeau, conocida por el seudónimo Fred Vargas, «encarna la revitalización de un género, la novela de intriga, al que ha sumado, brillantemente, novedosas piezas, atmósferas y espacios hasta componer una obra de proyección universal», destacaron los miembros del jurado.

La escritora, arqueozoóloga y medievalista francesa de 60 años, es conocida sobre todo por la serie de novelas sobre el comisario Jean-Baptiste Adamsberg, que protagoniza más de una decena de títulos. Además ha publicado cómics en colaboración con Edmond Baudoin y varios ensayos. Asimismo, con su nombre real ha escrito varios estudios.

Fred Vargas ha recibido a lo largo de su carrera varios premios de literatura, entre ellos, el Premio Landernau (2015), el Premio International Dagger en tres ocasiones consecutivas, el Premio Mystère de la Critique (1996 y 2000), el Gran Premio de Novela Negra del Festival de Cognac (1999), el Premio de las Librerías Francesas y el Trofeo 813 a la Mejor Novela en Francés.

Se trata de la primera mujer que es reconocida con el Premio Princesa de Asturias de las Letras desde 2008, cuando la canadiense Margaret Atwood se llevó el galardón.

La escritora nació en París el 7 de junio de 1957. Es hija del escritor Philippe Audoin, tiene una hermana gemela pintora, Jo Vargas, y su hermano es el historiador Stéphane Audoin-Rouzeau.

Tanto ella como su hermana adoptaron el seudónimo Vargas en honor a María Vargas, el personaje de Ava Gardner en «La condesa descalza».

Fred Vargas se doctoró en Historia y trabajó como investigadora en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS, por sus siglas en francés) y en el Instituto Pasteur. También participó en las excavaciones arqueológicas de la calle Lutèce de París y en el monasterio de La Charité-sur-Loire.

Escribió su primera novela negra, «Les Jeux de l’amour et de la mort», en los años 80, cuando trabajaba en una excavación en Nièvre y con ella ganó el Festival de Cognac.

Asimismo, la historia y las leyendas siempre destacan en sus obras, así como el humor y la poesía.

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