Maco Luna
Escritor

Lunes: me levanto y solo pienso en cómo enfrentar otra semana de ir y venir sobre las calles del Centro Histórico… Se fue la esperanza de la lotería, pero tu amor me dice “sacúdete y ven a mí”. Ayer tuve un sueño, fue sensacional los pueblos vivían en paz… Aún sin haber llegado escucho tu canto, tu voz es como la luz, sale de todos los rincones para iluminar mis pasos.

Entonces mi alma descansa y deja su carga a la vera… Nadie pensaba en engañar, pues existía la amistad… ya más liviano espero que el semáforo cambie para pasar a la acera de enfrente, sin prisa, sin ridículo… Nunca he soñado nada igual. Soñé que todo era verdad.

Todavía no llego, pero ya te escucho más cerca de mi corazón y mi espíritu se baña en las perfumadas aguas de tu voz. Detengo por un momento el darle vueltas a la jaula de mi arrebato… y respiré felicidad, sentí calor al verme allí y me asombré de lo que vi… Pienso que contigo vivo mi esencia, eres la ganancia de mi vida te he dicho muchas veces. Cuando te beso, no me importan las angustias porque tu luz es agua limpia que llena el cántaro de mi corazón… Soñé que había libertad y descubrí amabilidad…

Saludo a la gente. Tu canción ya salió a encontrarme y abre sus brazos para recibirme con ternura y enseñarme los colores que pintarán otra vez mi primavera en el invierno… sentí calor al verme allí y al despertar entristecí. Soy un presente sin pasado y eres tú mi futuro, mi columna y mi verdad… Ayer tuve un sueño que poco duró…

Ya tu voz resuena en todo el barrio, se sube a los árboles, arrulla los nidos y sostiene la vida …como era muy bueno pasó… La llave da la primera vuelta y después de veinte gradas abre la puerta. Te encuentro sentada en el peldaño de una melodía, cantando como cuando te conocí.

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