Miguel Flores
Hoy en día se vive inmerso en una dimensión de imágenes, semejante a la atmósfera que lo invade todo. Es tanto el uso de la imagen que se ha convertido desde hace tiempo en una nueva forma de lenguaje, que ha generado disciplinas como la antropología visual.
La fotografía nace en el siglo XIX como una evolución de numerosas formas de dibujar rápido y captar la realidad de la mejor forma, originadas en el siglo IV, con objetos como la cámara oscura. Nació con una vocación de arte. Prueba de ello es la corriente Pictórica, donde las fotografías emulaban pinturas. El hecho que la fotografía se hizo relativamente popular, generó diferentes funciones para el hecho fotográfico, he ahí que nacen vertientes como la fotografía publicitaria, noticiosa, documental. El arte contemporáneo ha absorbido a la fotografía como una herramienta más de expresión.
Pero es evidente que existe un interés por crear un campo autónomo para la fotografía. Esto se puede apreciar en los diferentes certámenes, organizados en todo el orbe. Las convocatorias son abiertas y lo que hay que tener es determinación de participar y estar seguro del nivel de competitividad de las fotografías.
El logro más reciente para la fotografía guatemalteca es el reconocimiento de plata que el Premio Internacional de Fotografía de Tokio (TIFA), ha otorgado al fotógrafo guatemalteco Jorge Luis Chavarría, con su serie Nuevos nacimientos. Estas imágenes sobresalieron entre aproximadamente 4 mil 600 participantes repartidos en diez categorías (publicitaria, arquitectura, editorial, series, eventos, artística, naturaleza, gente, imágenes en movimiento y ciencia). El dictamen final fue otorgado por un jurado internacional integrado por 19 personas entre los que había editores fotográficos, profesores de fotografía, directores de arte, directores de agencias de publicidad, propietarios de galerías de arte, curadores y casas editoriales especializadas en fotografía.
Además de sobresalir entre ese maremágnum de fotos participantes, el jurado valida el trabajo de Chavarría en el uso de la placa húmeda o colodión húmedo (wet plate), una técnica utilizada entre 1851 y 1900. Es interesante el hecho que mientras más sofisticación hay para la toma y revelado de imagen como el ámbito digital, siempre hay fotógrafos que regresan a reestudiar las antiguas prácticas, pero con nuevos enfoques. Esta fase de experimentación es una constante en el creador como Chavarría.
La serie Nuevos nacimientos (2017) basa su esencia en lo que se denomina intertextualidad. Para muchos investigadores del lenguaje, ven cómo la relación que un texto (oral o escrito) mantiene con otros textos, ya sean contemporáneos o anteriores, algo que puede ser implícito o explícito, y que constituye un tipo especial de contexto, que influye tanto en la producción como en la comprensión del discurso. Si bien esto está escrito para asuntos como la narrativa o la poética, también pueden asumirse para la fotografía. Hay que tomar en cuenta que Roland Barthes fue quien dijo que la fotografía es un “texto”. Para esto se recomienda leer a Mijail Bajtin y Julia Kristeva. Muchos fotógrafos contemporáneos guatemaltecos utilizan estos principios sin darse cuenta.
Nuevos nacimientos tiene relación con la pintura de Sandro Botticelli (1445-1510), El nacimiento de Venus (1484). He ahí que en las imágenes de Chavarría aparezcan citas explícitas de Botticelli, como la representación de la primavera, una de las diosas de las estaciones, así como el viento Céfiro y su esposa Cloris, ninfa de la brisa. Chavarría cita estas imágenes como recortes. Sustituye a la Venus por un personaje local, con lo que crea una escena diferente, en un escenario improvisado en un rebosante jardín del trópico… el nuevo nacimiento llega en la concha (pintada) a tierra firme y no a una playa.
La Venus de Boticelli es llamada Venus púdica, por tapar su sexo y dejar libre uno de sus senos. Chavarría encubre en forma sólida los senos y el área genital. El fotógrafo alude a nuevos cánones de belleza femenina a los cuales el observador debería estar abierto. Para Chavarría no existe un canon de belleza femenina, lo que emana de sus obras es el aire de feminidad. Desde su título Nuevos nacimientos, este fotógrafo propone una nueva lectura a la imagen de la mujer.