Por Anna Giralt
Nueva York
Agencia (dpa)

Nueva York se despide de su Semana de la Moda de febrero con una pasarela inundada por el feminismo rosa y la fuerza del animal print reinventado en colores neón y en destellos de lentejuelas.

Desde el pasado 8 de febrero, la cuarta pasarela del mundo ha mostrado las propuestas invernales de decenas de diseñadores por lo alto y ancho de Manhattan, pues el evento se quedó sin un eje de operaciones en septiembre de 2016.

Vuelve el animal print

Un invierno más, el estampado de leopardo se apodera de abrigos y vestidos en su tradicional coloración, sublimemente presentada en un total look por Victoria Beckham, quien en septiembre mostrará su colección por primera vez en Londres coincidiendo con el décimo aniversario de la firma.

Tom Ford reinventa este ochentero estampado en trajes pantalón teñidos de rojos, naranjas y verdes neón, mientras que R13 propone pullovers en azules eléctricos, Diane Von Furstenberg vestidos vaporosos en amarillo y Adam Selman lo mezcla con estampados florales en vestidos multicolor de lentejuelas.

Los animales también cogen fuerza como estampado propio adornando las faldas y blusas de Diane Von Furstenberg con el ave fénix como representante o en conjunto de fieras de safari representadas en un dulce vestido palabra de honor con falda maxi vuelo de Óscar de la Renta o en un vestido abotonado en rojo de Carolina Herrera.

Rosa y feminista

El rosa intenso se corona como el rey cromático del próximo invierno en prendas y accesorios ya sea en vestidos sólidos de Carolina Herrera, mezclado con aplicaciones brillantes en Óscar de la Renta y en cañeros abrigos liderados por Custo Barcelona, quien en esta ocasión no presentó su colección masculina para enfatizar el poder de la mujer.

Varios diseñadores se han sumado al movimiento feminista «#MeToo» con pasarelas reivindicativas, declaraciones de modelos al finalizar la presentación y con prendas con mensajes, como los bolsos y zapatos de Tom Ford donde se lee «Pussy Power».

Las noches se cubren de negro y destellos de plata en maxi vestidos de Carolina Herrera, en faldas metálicas de Custo Barcelona o en un universo magnífico de tul con bordados creado por Laura Kim y Fernando García, al frente de Óscar de la Renta.

Normalmente relegadas al departamento de accesorios, las medias y calcetines pisan con fuerza en Nueva York y se convierten en todo un esencial en el armario de la próxima estación invernal en atrevidas tonalidades, como el amarillo de Adam Selman o el naranja de Jeremy Scott y en tejido de lurex propuesto por Creatures of Comfort o Ulla Johnson.

La icónica chaqueta cinematográfica de Matrix llega a varias de las pasarelas tanto en opciones de hombre, lideradas por Philipp Plein, o en versión femenina por Alexander Wang en chaquetas negras de piel prensada con bustier incorporado.

Adiós Nueva York, hola Europa

Wang, uno de los favoritos en el calendario neoyorquino, se caerá de la Semana de Nueva York para crear una mini Fashion Week en diciembre y junio, en vez de los establecidos febrero y septiembre.

El diseñador se suma de este modo al exilio de diseñadores de la pasarela americana liderado en septiembre pasado por Proenza Schouler, Rodarte y Altuzarra, tres de los platos fuentes del calendario, quienes decidieron empezar a mostrar sus propuestas en París.

Esta edición de febrero les ha seguido el americano Thom Browne y el español Josep Font al frente de Del Pozo, quienes también han decidido trasladar sus presentaciones a Europa, a Paris y Londres respectivamente.

Los grandes nombres americanos Marc Jacobs y Michael Kors serán los encargados de cerrar hoy la Semana de la Moda de Nueva York, quedando solo en el aire si Georgia Chapman, al frente de la firma Marchesa, mostrará su colección, debido al escándalo de Harvey Weinstein, de quien se está divorciando.

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