Por FRANCESCO FEDELLI
FLORENCIA, Italia
Agencia (AP)

Carmen, la protagonista, mata en lugar de ser asesinada gracias a un giro audaz de la dramaturgia en el final de la ópera de Georges Bizet por parte de algunos artistas convencidos de que es hora de decir basta a la violencia contra las mujeres.

La producción de “Carmen” en el teatro del Maggio Musicale Fiorentino es el comentario de toda la ciudad y las entradas están agotadas hasta la última función, el 18 de enero.

En esta ópera favorita de todos los públicos, estrenada en París en 1875, la combativa gitana Carmen es asesinada por don José en un arranque de celos. Pero los miembros del elenco pensaron que era el momento de alterar el final, en vista de la ola creciente en Italia de lucha contra la violencia de los hombres a sus parejas o parientes. Por eso, en el final la protagonista mata a tiros a don José.

“Es una forma de decir a todos, hombres y mujeres, ‘basta de violencia’”, dijo la soprano Veronica Simeoni a The Associated Press antes de la función del miércoles. “En este caso, es un mensaje preciso contra la violencia que padecen las mujeres, una plaga que siempre nos ha afectado, y en este momento a los ojos de todos”.

Hubo reacciones encontradas por parte de los amantes de la ópera, incluso en las redes sociales. Luca Paoletti, que asistió a la función, aprobó el cambio pero con reservas.

“No me parece una gran idea, pero puede ser útil para hablar sobre el tema de la violencia contra las mujeres” dijo. “Se arriesga a abrir la puerta a una interpretación que puede alterar el espíritu real de la ópera, pero podemos aceptarlo como provocación”.

El crítico musical Alberto Matteoli, del diario La Stampa, dijo que la producción no estuvo a la altura de la revolución que pretendía provocar.

“Es legítimo hacer de todo en el escenario, pero la corrección política no tiene valor retroactivo”, escribió.

La noticia del cambio generó una andanada de protestas en Twitter con hashtags del tipo #FakeEndings y #CarmenNonMuore (CarmenNoMuere).

Simeoni dijo que comprendía las reacciones adversas, dado el tradicionalismo que suele imperar en la ópera.

“El amante de la ópera quiere ir a la ópera y ver la escena tal como era, tal como la vio durante tantos años en su casa o en su videocasete o DVD o como la vio hace muchos años, y entonces protesta”, dijo.

El superintendente del teatro, Cristiano Chiarot, dijo a la agencia ANSA que las entradas están agotadas. Añadió que la producción permanecerá en el repertorio del teatro durante dos o tres temporadas y volverá a escena hacia fines de 2018.

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