“Peregrinación a la isla de Citera”
Citera era una isla paradisíaca en la que reinaba el amor. En este paisaje idílico que Watteau pintó en 1717, las parejas que aparecen interpretan las diferentes fases del amor, desde la persuasión hasta la sumisión y la entrega. A la derecha, un hombre se insinúa a una muchacha mientras Cupido tira de su falta; otro hombre ayuda a una mujer, agachado a sus pies mientras su amigo empuja a una mujer dubitativa. A la izquierda unas mujeres con cara de enamoradas animan a unos hombres. El estilo de Watteau resultaba especialmente indicado para pintar visiones de un mundo idealizado de cortejos. Los colores otoñales confieren a la pintura un aire melancólico, poniendo quizá de relieve la concepción de la transitoriedad de la vida de Watteau, que murió de tuberculosis a la edad de 37 años. Otra interpretación del mismo cuadro sugiere que los amantes ya se encuentran en Citera y se están preparando para volver a la cotidianidad.
Con información del libro de:
Sarah Carr-Gomm. Historia del arte. El lenguaje secreto de los símbolos y las figuras de la pintura universal. Ed. Blume. Barcelona, 2009. 218 pp.