Por MESFIN FEKADU
NUEVA YORK
Agencia (AP)

Sam Smith creía que había logrado dominar la fama.

Lanzó el primer sencillo de su nuevo álbum, el rítmico «Too Good at Goodbyes», y no puso su rostro en el arte del sencillo ni hizo mucha promoción en televisión. Sentía que había reingresado al mundo de las celebridades sin tener que lidiar con el drama usual que conlleva ser famoso.

Pero dos meses después, cuando lanzó el álbum completo, las cosas cambiaron y comenzó a alterarse.

Esa ha sido la mayor dificultad para el cantante desde que logró el éxito, el equilibrio entre Sam la celebridad, un veinteañero normal que tiene que vivir su vida rodeado de cámaras, y Sam el cantante, quien simplemente quiere interpretar las canciones que ha escrito sobre su vida.

Smith se hizo famoso casi tan pronto como irrumpió en la escena musical. En Europa fue con «Latch», una pieza electrónica con Disclosure, y en Estados Unidos con «Stay With Me», galardonada con los premios Grammy a la canción y grabación del año en 2015.

Su álbum debut, «In the Lonely Hour», incluyó más éxitos, alcanzó el estatus multiplatino y fue elogiado por sus canciones emotivas así como la habilidad vocal de Smith. Ganó casi todos los premios importantes, desde los Grammy hasta un Globo de Oro, y el músico fue nombrado mejor nuevo artista en los Premios BET.

Pero no todo fue miel sobre hojuelas. La inevitable respuesta negativa que viene con el éxito masivo también alcanzó a Smith. Algunos criticaron su música por ser demasiado sentimental, pero quizá lo que más le afectó fueron los reclamos de la comunidad gay. Smith fue acribillado después de los premios Oscar de 2015, cuando se llevó un galardón y dijo erróneamente que era la primera persona abiertamente gay en obtener el reconocimiento.

“Mi discurso en los Oscar, eso fue mi culpa”, dijo Smith, quien ganó el premio a la mejor canción original por «Writing’s on the Wall» de la película «Spectre” de James Bond. «Si voy a decir algo a gran escala frente a nueve millones de personas debería repasarlo una y otra vez hasta que quede grabado en mi mente. Esa es mi responsabilidad, pero creo que eso viene con la edad y acababa de cumplir 23 años cuando pasó todo eso”.

Tras ese incidente, Smith que sintió que estaba “perdiendo la razón. Necesitaba volver a una vida normal porque no lo estaba disfrutando. No era una vida real para mí”.

Así que se tomó un respiro de la luz pública, pasó más tiempo con su familia y amigos y siguió trabajando en su música.

Dos años más tarde, a sus 25, Smith está de regreso con canciones que representan los últimos capítulos de su vida. «Thrill», al igual que su primer álbum, es un conjunto cohesivo de piezas intensas y hermosas por igual, con la penetrante voz de Smith en el papel principal. El músico ayudó a componer todas las canciones.

“Sabía que quería que este álbum fuera más personal que el primero”, dijo. “Gran parte de este álbum se trata de mí y cómo yo no me gustaba a mí mismo mientras hacía este álbum y cómo puedo ser mi peor enemigo”.

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