Por KAREN MATTHEWS
NUEVA YORK
Agencia (AP)

Una pintura de Cristo del maestro renacentista Leonardo da Vinci se vendió por un récord de 450 millones de dólares (380 millones de euros) en una subasta ayer, pulverizando las marcas previas para obras de arte vendidas en subasta o de manera privada.

La obra, titulada “Salvator Mundi” (“Salvador del Mundo”), es una de menos de 20 pinturas de Leonardo de las que se tenga conocimiento y la única en manos privadas. Fue vendida por la casa de subastas Christie’s, que no identificó de inmediato al comprador.

Previamente, la cifra más elevada que se había pagado en subasta por una obra de arte era de 179,4 millones de dólares por el cuadro de Picasso “Mujeres de Argel (Versión O)”, en mayo de 2015, también en la sede de Christie’s en Nueva York.

El mayor precio por cualquier tipo de obra de arte había sido de 300 millones de dólares por “Intercambio” de Willem de Kooning, que la Fundación David Geffen vendió de manera privada en septiembre de 2015 al administrador de fondos especulativos Kenneth C. Griffin.

Un patrocinador de la subasta de “Salvator Mundi” había garantizado una oferta de al menos 100 millones de euros, la oferta inicial en la subasta que duró 19 minutos. El preció alcanzó los 300 millones de dólares cerca del punto medio de la puja.

Los presentes en la galería aplaudieron y ovacionaron cuando la oferta alcanzó los 300 millones de dólares y cuando sonó el martillo con la oferta final de 400 millones de dólares. La cifra récord de venta de 450 millones de dólares incluye la prima del comprador, una cuota que paga el ganador a la casa de subastas.

El cuadro de 66 centímetros de alto (26 pulgadas) data de alrededor del año 1500 y muestra a Cristo vestido con una bata estilo renacentista, con la mano derecha elevada en señal de bendición y la izquierda sosteniendo una esfera de cristal.

El camino de la obra desde el taller de Leonardo hasta la casa de subastas no fue uno sencillo. Alguna vez fue propiedad del rey Carlos I de Inglaterra, desapareció de la vista hasta 1900, cuando reapareció y fue adquirida por un coleccionista británico. En ese momento se le atribuyó la pintura a un discípulo de Leonardo y no al maestro.

La obra se vendió nuevamente en 1958 y en 2005 un grupo de comerciantes de arte la adquirió, en mal estado y recubierta parcialmente, por menos de 10 mil dólares. Ellos la restauraron y documentaron su autenticidad.

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