Berlín
Agencia (dpa)

El cantante Sam Smith se tomó casi dos años de pausa tras ganar el Óscar y el Grammy, pero el cantante de 25 años echó de menos salir al escenario.

«Hubo momentos en este año en los que echaba de menos el ajetreo y la emoción», dijo Smith a dpa en Berlín, donde anoche volvió a cautivar a sus fans en un concierto exclusivo.

La calma sigue siendo una maldición en su oficio. «Cuando sales del escenario y de repente te encuentras solo una habitación, en silencio, da miedo», explicó el británico que en 2016 se hizo con Óscar por «Writing’s on the Wall», la canción con la que acompañó la última entrega de James Bond, aunque antes ya había comenzado un retiro voluntario.

El cantante quería tener tiempo para estar con su familia y sus amigos, aunque ha seguido acudiendo a diario al estudio.

Con su último single «Too Good At Goodbyes» este especialista en baladas pasó de inmediato a liderar las listas de ventas británicas. «Tenía mucho miedo de que la gente se olvidara de mí. Pero la respuesta a la canción me ha dejado impresionado», agregó.

Anoche, Smith dio un concierto de una hora ante 300 fans y expertos del mundo de la música en la capital alemana. En cantante tocó temas conocidos suyos como «Stay With Me» y «I’m Not the Only One», pero también temas de su nuevo que publicará antes de que acabe el año.

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