Ciudad del Cabo
Agencia (dpa)

Atrás quedaron los tiempos en los que el arte africano no pasaba de ser tallas de madera, máscaras o dibujos étnicos. Una nueva generación de artistas contemporáneos del continente forma parte importante del panorama internacional del arte.

«El mercado de arte moderno y contemporáneo de África ha sufrido una drástica evolución en los últimos diez años», afirma Hannah O’Leary, experta en arte de la famosa casa de subastas Sotheby’s. El arte de África está considerado «cautivador, innovador y relevante», agregó O’Leary, que pone como ejemplo de ello la subasta que se realizó en la empresa en la que trabaja en mayo.

Por primera vez salía a la venta únicamente arte contemporáneo y moderno de África con más de 100 obras de 60 artistas procedentes de 14 países. Se colocaron casi todas las obras y se recaudaron 30,5 millones de euros (36 millones de dólares), lo que supuso una importante señal para el mercado del arte.

Muchas de las obras registraron además precios récords como la icónica escultura de chapas, tapones de botella e hilo de cobre del ganés El Anatsui, que se vendió por unos 800 mil euros. O la escultura «Crash Willy» del artista británico nigeriano Yinka Shonibare, que estaba estimada en 150 mil euros y se vendió por una cifra mucho mayor de lo esperado (244 mil euros), dijo O’Leary.

Asimismo hubo mucho interés por artistas como António Ole, de Angola, Pascale Marthine Tayou, de Camerún, Abiodun Olaku de Nigeria, así como Armand Boua de Costa de Marfil.

Casas de subastas como Sotheby’s realizan una gran contribución a la hora de fijar la atención en artistas africanos. También en los últimos años en la Biennale de Venecia o en la documenta de Kassel se ha visto cómo los artistas africanos han ido ganando en representación.

La fundación de la marca de lujo Louis Vuitton reforzó además esa tendencia con una megaexposición en tres partes de artistas africanos. A ello se suma la feria 1:54, que en octubre mostrará por quina vez arte de África en Londres.

A pesar de que los grandes museos también han comenzado a mostrar su interés por este arte como es el caso de Tate Moder en Londres o el MoMA de Nueva York, los expertos advierten que no todo es de color de rosa.

El arte africano contemporáneo sigue teniendo una baja representación. No hay que olvidar que «el arte africano contemporáneo» es un concepto que engloba a más de 50 países con más de mil millones de habitantes, decenas de miles de etnias, más de 2 mil idiomas y decenas de religiones. A muchos de los jóvenes artistas les sigue faltando apoyo institucional.

 

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