Juan Carlos Hernández Díaz
Filósofo, teólogo y quiropráctico

El presente trabajo pretende caracterizar el manejo del Qi, a través del Qigong taoísta- budista, como uno de los pilares fundamentales del pensamiento chino. Además, se quiere contribuir en la comprensión integral del ser humano desde una perspectiva holística para enriquecer el debate antropológico filosófico en el mundo occidental, en especial en la academia universitaria, cuya función es brindar a los estudiantes una visión más amplia de la realidad.

_2 Cult 2Asimismo, se trazarán algunas pautas reflexivas orientadas hacia la configuración de una filosofía de la salud basada en los pilares fundamentales del pensamiento chino. En este sentido, se abordarán conceptos como: pensamiento chino, la teoría del Qi, el manejo del Qi o Qigong, la concepción antropológico-filosófica que subyace en la práctica del Qigong y la fundamentación cósmica-energética tratando de trazar pautas para configurar una filosofía de la salud bioenergética.

Para entender el Qigong hay que tener conocimientos básicos de algunos pilares fundamentales del pensamiento chino, tales como: Yin Yang (los opuestos complementarios), Qi (energía vital), Hu xing (la ley de los cinco elementos), el chun Yung, la doctrina del medio, entre otros.

Estos, están contenidos en sus principales fuentes escritas que el pueblo chino legó a la humanidad y que datan de mil años antes de nuestra era (ane) y están contenidos en el I ching (libro de las mutaciones) escrito por los ancianos sabios en la época proto-filosófica, el Tao Te King (el tratado del camino y la virtud) escrito por Lao Tse y sus discípulos en el siglo V (ane) que dio inicio a lo que se conoce como filosofía culta tradicional (Jwing-Ming: 2000). El Chun Yung (Doctrina del medio) recopilado por Confucio y sus discípulos a partir del siglo IV (ane) en adelante. A continuación algunas citas textuales de las fuentes mencionadas:

Definiciones: ¿Qué es el Qi? ¿Qué es el Qigong?

El Qi para Jwing-Ming3 (2000) tiene muchas acepciones: “es la fuente de energía de todas las actividades corporales y mentales…circula, se almacena y se libera”. “el Qi posee un sistema de circulación…. a través de doce canales primarios… relacionados con doce órganos internos y ocho vasos donde se almacena”. Dichos canales funcionan como ríos y los vasos como depósitos de Qi, los cuales hay que mantener llenos para el buen funcionamiento del cuerpo y la mente (yang-yin).

El manejo del Qi o Qigong

El Qigong es una palabra compuesta formada por Qi que significa energía, el soplo de la vida que circula por todos los seres vivos que habitan entre el cielo y la tierra, y el gong que significa trabajo o técnica. Por lo tanto, Qigong significa trabajar la energía. Es hacer uso de la técnica para el manejo de la energía vital de la que el ser humano está dotado desde su nacimiento. La práctica del Qigong permite actuar sobre la energía del cuerpo a efecto de que el exceso o falta de energía pueda ser restaurada dentro del organismo humano. Según la tradición china, existen diferentes clases de Qigong de acuerdo a las finalidades que se persiguen.

De acuerdo con Jwing-Ming (2000) el Qigong ya se practicaba en china antes de la dinastía Shang (1766-1154 ane), pero se diversifica en la medida en que se fue fusionando con nuevos elementos del confucianismo (s. V ane) y el budismo (s. I dne). Aunque básicamente existen cuatro modalidades de Qigong: el culto o filosófico, el medicinal, el marcial y el espiritual (taoísta-budista). Para efectos de este estudio se propone profundizar en el Qigong taoísta-budista.

Objetivos del Qigong

Estos dependen de la finalidad que quieran alcanzar quienes lo practican. En ese sentido, Jwing-Ming (2000) afirma que los practicantes del Qigong “se entrenan para fortalecer el Qi interno que nutre su espíritu (Shen)”. Es decir que el objetivo del método “ji jin ying” es producir lo más que se pueda el Qi o energía vital para irrigarla por todo el cuerpo (músculo-tendón).

En tanto que la práctica del Xi Sui Jing, se encarga de irrigar la energía especialmente a lo largo de la médula ósea-espinal hacia el cerebro, para hacer que la persona alcance un estado superior de conciencia o estado mental superior. Muchos practicantes emplean ambas técnicas, no tanto para alcanzar la iluminación, sino para tener una vida sana en equilibrio con la naturaleza y los demás seres humanos, lo que dará como resultado la salud corporal y mental, por consiguiente longevidad.

Algunos rasgos esenciales del Qigong taoísta-budista permitirán profundizar más sobre el manejo del Qi que se propone en este trabajo.

El primer rasgo que sobresale, es la práctica de los dos métodos distintos, pero complementarios entre sí. Ambos métodos se nutren de la filosofía taoísta y la espiritualidad budista. El primero hace énfasis en la circulación del Qi en el músculo- tendón-cuerpo (yang) y el segundo en la irrigación del Qi en la médula-cerebro-mente (ying).

El segundo consiste en los 18 movimientos con respiración, pausa, respiración que propician la conexión entre el microcosmos (ser humano) y el macrocosmos (universo- naturaleza). El tercero, es que propicia la paz interior y armoniza todas las dimensiones internas del ser humano: energética, corporal, emocional, mental y espiritual aumentando la vida sencilla en correspondencia con la naturaleza, de la cual forma parte interdependiente.

El cuarto rasgo tiene que ver con la promoción de la salud emocional del ser humano fortaleciendo el sistema endocrino, el cual constituye un sistema de defensa natural del propio cuerpo (yang) a través de la segregación de hormonas glandulares químico transmisores de mensajes al interior del sistema nervioso vegetal. Contribuye a modular los estados emocionales negativos del ser humano: la tristeza, la angustia, la intolerancia, el miedo, la rivalidad, el odio, entre otras reguladas por la amígdala.

Todos estos rasgos, tienen que ver con la fundamentación cósmico-espiritual propio del Qigong taoista-budista, el cual es el campo en el que se mueve este ensayo.

Concepción antropológico-filosófica del ser humano en el pensamiento chino

“Tao crea a los seres. Te los cuida y los educa, los ayuda a perfeccionarse y a madurar, los apoya. Estos seres, poco a poco, crecen como almas, se desarrollan y alcanzan la Perfección. Por lo tanto, no existe ninguna persona que no debiera venerar a Tao y a Te. Tao y Te no obligan a nadie, sino que les da a todos los seres la posibilidad de desarrollarse naturalmente según el libre albedrío de cada uno”. (Lao Tsé, Tao Te King, 51) La concepción antropológico-filosófica china es tridimensional, cosmos-céntrica, bioenergética, dialéctica,

Dentro del pensamiento chino, existe una suerte de concepción del ser humano en triple dimensión: cósmica, social y espiritual.

Es una antropología que en principio es cosmocéntrica, donde el ser humano es un sujeto cósmico, interrelacionado con el todo (macrocosmos), con la energía cósmica creadora (Tao) y acompañada por el otro principio rector que es Te, la virtud. En este sentido, desde la perspectiva del Qigong, el hombre y la mujer (microcosmos) están en el medio, entre el cielo y la tierra (macrocosmos), y respecto a sus cuerpos, el cielo se sitúa por encima del diafragma, es decir: la cabeza, la nuca, el pecho y los brazos.

La energía del cielo es captado por dos puertas, la puerta celeste el “lado Qi”, ubicada en la parte superior de la cabeza, y los “lao gong”, situados dentro de la palma de cada mano. En el cuerpo del hombre y la mujer, la energía de la tierra se sitúa por debajo del diafragma: la pelvis, las piernas y los pies. La energía de la tierra brota por todo el lado del cuerpo por un punto llamado “yongquan” situado en el centro de la planta del pie. El ying y el yang son los dos aspectos de una misma cosa indisociables. El día y la noche forman un día completo, la mente y el cuerpo constituyen al ser humano integralmente.

El ser humano, sujeto en permanente cambio

El ser humano es un sujeto en constante cambio y transformación, el cual se encuentra traspasado por el principio Yin Yang. El cambio y la transformación son parte esencial del ser humano, es el reflejo de los opuestos en constante contradicción y complementación. Así el cuerpo representa al Yang y la mente al Yin. El Qi o energía vital, es movido por el principio motor Yin Yang que circula al interior de los tres sistemas nerviosos: el vegetal, el cerebral y el periférico.

Por eso, los seres humanos poseemos dos hemisferios cerebrales comandados por el Yin Yang. El hemisferio izquierdo (yin), actúa sobre la parte derecha del cuerpo y el hemisferio derecho (yang) sobre la parte izquierda. Pero en la base del pensamiento chino, yang se convierte en yin y viceversa, así como el invierno contiene la primavera, quien fecunda el verano, y este engendra a su vez al otoño, para hacer nacer al invierno. Estas transformaciones se producen gracias al perpetuo movimiento del Qi (energía) la vida. Estos movimientos circulares nos dan la medida del tiempo.

El ser humano sujeto bio-energético

El sujeto cósmico posee bioenergía, posee un cuerpo humano el cual, a través de sus doce meridianos principales, capta uno a uno toda la energía durante dos horas, lo que constituye el reloj biológico chino, en el que se apoyan los médicos (filósofos de la salud) y que sirven además, para la práctica del Qigong.

El ser humano bioenergético posee tres campos energéticos: el cinabrio abdominal (inferior), el central (medio) y el frontal (superior). En el campo del cinabrio abdominal, se elabora el Qi, en el campo del cinabrio central se encuentra la energía del corazón o sea las emociones y en el campo del cinabrio frontal se sitúa la conciencia.

En dichos campos, el Qi circula a través de canales conocidos como “meridianos” los cuales posee los llamados “puntos meridionales” que se subdividen en “locales” y “comandos”. Cuando el Qi está disfuncional, es porque los canales están bloqueados en sus puntos meridionales, por lo tanto, no circula con fluidez comunicando todos los órganos internos entre sí. Por eso se habla de manejo del Qi, a través de técnicas bioenergéticas que permitan desbloquearla y hacerla funcional.

De acuerdo con la antropología cosmoscéntrica china, seis meridianos están unidos a los dedos de las manos y seis a los dedos de los pies. Es por eso que, los ejercicios de Qigong buscan la buena circulación de la energía en los meridianos, se trata de reestablecer un equilibrio energético que permita la libre circulación de la energía por todo el cuerpo. La mayoría de los meridianos se sitúa en el recorrido de las arterias y de los nervios (a través de la sangre) e irrigan el cuerpo de energía por una red de ramificaciones.

El ser humano, un sujeto integral (carácter holístico)

Jwing-Ming (2000) señala que dentro del pensamiento chino el cuerpo del ser humano se compone de elementos físicos y mentales. El cuerpo físico lo consideran Yang y el cuerpo mental (yin), los cuales mantienen estrecha relación con el Qi (energía), el pensamiento y el espíritu es considerado Yin. De ahí que el reto del ser humano si quiere prolongar la vida y gozar de buena salud, sugiere la práctica del Qigong para alcanzar la armonía del yin yang, es decir, del cuerpo, mente.

Poseer un cuerpo físico fuerte (yang) y una salud mental equilibrada (yin), son el objetivo. Mente y cuerpo son dos elementos inseparables, el uno afecta al otro y viceversa. De ahí la importancia del Qigong para mantener constante la circulación del Qi (energía) que es la fuente que mueve y nutre todas las actividades corporales y mentales.

Conclusiones

Una vez caracterizado el manejo del Qi, expuestos los pilares fundamentales del pensamiento chino y trazadas algunas pautas para la configuración de una filosofía de la salud, se concluye lo siguiente:

En cuanto al manejo del Qi

Ya se sabe que el manejo del Qi no se reduce solo a la práctica del Qigong, sino que existen muchas técnicas que se han creado a lo largo de la historia del pensamiento chino y que básicamente se han centrado en el área de la salud. En lo que respecta al Qigong en su versión taoísta-budista, es una práctica filosófica-medicinal que requiere disciplina, fuerza de voluntad, fluidez, libertad de acción, convicción, apertura. Sus resultados se obtienen posterior a los cien días de practicarlo diariamente, debido a que se ha acumulado, gracias al movimiento (yang) y pausa (yin) una gran cantidad Qi en los ocho depósitos para distribuirlos hacia todas las partes del cuerpo, subiendo por la médula espinal hacia el cerebro.

En cuanto al pensamiento chino

De los pilares del pensamiento chino, han florecido muchos campos del saber científico, en las áreas de la pedagogía, la psicología, la arquitectura, la física cuántica, la matemática,

Ingeniería agrícola, medicina, la astrología, el arte, entre otros. Muchos pensadores de occidente han reconocido los aportes de dicho pensamiento en los diferentes campos del saber.

El camino del Tao, hace un profundo acercamiento al pensamiento chino. Queda pues, en los filósofos actuales profundizar en el estudio del pensamiento chino para complementar la formación filosófica y enriquecerla desde nuevas lecturas, perspectivas y enfoques que permitan un mayor entendimiento entre oriente y occidente profundo.

En cuanto a la concepción antropológico-filosófica que subyace dentro del pensamiento chino

Uno de los rasgos característicos más sobresalientes de la concepción antropológico- filosófica del pensamiento chino, y que contiene a las demás características: (sujeto cósmico, energético, tridimensional) es la dimensión holística. En el pensamiento chino el ser humano posee tres sistemas nerviosos: el central, el vegetal y el periférico. El primero lo comprende la médula espinal y el cerebro, el segundo los órganos internos, los cuales actúan de manera independiente gracias al sistema endocrino. El tercero, comprende las 19 terminaciones nerviosas que recorren los cinco sentidos: ojos, orejas, lengua, tacto, nariz y las células que recorren por la epidermis (sentido del tacto). Los tres niveles de conciencia se complementan generando, a su vez, diferentes niveles de conocimiento.

En cuanto a la posibilidad de una filosofía de la salud

Se concluye que la Medicina Tradicional China (MTCH) es una auténtica filosofía de la salud, en cuanto que, sus médicos(as) naturistas al estudiar los pilares fundamentales del pensamiento chino y ponerlos en práctica en la auto-curación de sí mismos y de las demás personas, son por antonomasia, filósofos, porque están recreando la filosofía del yin yang.

Es la filosofía del permanente cambio y transformación del cuerpo-mente de las personas. Estos filósofos(as) están en permanente observación de los cambios yin yang del Qi de las personas. Todas las personas que de una u otra manera practican la MTCH, naturópatas, terapeutas neurales, acupunturistas, quiroprácticos, reflexólogos, entre otros, son los actuales filósofos de la salud, herederos de las bases fundamentales del pensamiento chino.

Puesto que la curación que practican, no es sólo física, sino energética, mental y espiritual, ellos(as) promueven la curación en las relaciones del ser humano consigo mismo, con los demás y la naturaleza. Las máximas “Médico cúrate a ti mismo” y filósofo “conócete a ti mismo”, se aplican a los filósofos de la salud. Lao Tse, el padre de la filosofía culta tradicional china, decía:

“En el proceso de conocerte, también conoces a los demás. Ayudando a los demás conocerás todo. No es posible volcar a aquel que sabe estar firmemente de pie. No es posible derribar a aquel que sabe apoyarse. ¡Sí, de tal persona se acordarán sus descendientes! ¡Pero cuando logres la misma estabilidad en Tao, resplandecerás para otras personas con la Luz del Tao, como lo hace el sol naciente! ¡Y preocúpate por ayudar en esto a tu familia, a otras personas que viven en tu país y después a las que viven por todas partes! A través de esto, obtendrás un poder insuperable e ilimitado de conciencia” (Tao Te King, 54)

Bibliografía

Jwing-Ming, Yang (2000) Qigong, el secreto de la juventud. Editorial Sirio, S.A. Málaga, España.
Jwing-Ming, Yang (2003) La Raíz del Chi Kung Chino. España, Ed. Sirio, S.A Wilhelm, Richard (sf) I Ching, el libro de los cambios, libro 1.
Lao Tse (2008) Tao Te King. Ontario, Canadá, Ed. Vladimir Antonov.
Rosenthal, M y Ludin, P. (1984) Diccionario filosófico. Uruguay, Ediciones Pueblos Unidos.
Gómez A. José Arlés (2010) Propuesta pedagógica basada en la relación hombre-naturaleza en el taoísmo ante la crisis ecológico-espiritual del hombre contemporáneo. Revista Reflexiones teológicas, núm. 6, (153-166) Sep.-dic. De 2010, Bogotá, Colombia.

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