Por BERENICE BAUTISTA
CIUDAD DE MEXICO
agencia/AP

Tras unas semanas en Japón, donde dice que decenas de fans suelen esperar a los bailarines fuera de sus camerinos para conseguir un autógrafo, Isaac Hernández afirma sin dudarlo que el ballet está en un punto muy alto.
“Está viviendo una de sus mejores épocas en este momento”, dice Hernández, quien mañana presentará su segunda gala internacional “Despertares” en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.

El espectáculo es una especie de “dream team” del ballet, con piezas de las mejores compañías del mundo presentadas por bailarines estelares como Misa Kuranaga del Ballet de Boston, Lauren Lovette del Ballet de Nueva York; Jeffrey Cirio, del American Ballet Teathre, y Maria Kochetkova del Ballet de San Francisco.

La primera vez que presentó la puesta fue en el 2014. Ahora, dice, “todo ha cambiado”.

“Es una buena pausa, lo suficiente para yo haber cambiado como bailarín, como artista, evolucionado, y también las compañías”, dijo Hernández en una entrevista reciente con The Associated Press en la Ciudad de México. “Han sido unos años verdaderamente creativos”.

El programa de este nuevo “Despertares” incluye un fragmento de la versión de “El cascanueces” creada para la Ópera de París por el coreógrafo Sidi Larbi Cherkaoui, que además de su trabajo con el Royal Ballet de Flandes ha hecho coreografías para estrellas como Beyonce.

“La exclusividad pertenece a la Ópera de París y nadie más la puede bailar fuera”, dijo Hernández, quien consiguió el permiso para traerla a México.

También se presenta un fragmento de la coreografía “Dust” de Akram Khan, quien también participó en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres, sobre el papel de las mujeres en la Primera Guerra Mundial.

“El ballet ese cuando yo lo vi no pude dormir en la noche. Me pareció impresionante, sobre todo porque habían creado un nuevo lenguaje que hacía tiempo que eso no pasaba en el mundo del ballet”, dijo Hernández, quien traerá los últimos 10 minutos de esa pieza, que considera “la parte central” del ballet.

El repertorio incluye igualmente clásicos como “Don Quijote”, “Carmen” y “Talismán”, así como la participación del bailarín de tap Savion Glover, con jazz en vivo; la española Tamara Rojo, bailando por primera vez con Hernández en la Ciudad de México, y la participación del hermano de Hernández, Esteban, bailarín del Ballet de San Francisco.

“Me parece que es indispensable seguir consumiendo este tipo de entretenimiento, que no solo alimenta tus sentidos, sino que te permite imaginar. Que no es entretenimiento tan explícito, tan tirado a tu cara que no tienes que hacer nada más que consumirlo, sino que cuestiones, que intentes buscar dentro de ti un significado a lo que estás viendo o simplemente dejes que esto te lleve a todos estos lugares tan diferentes emocionalmente”, expresó.

Hernández, de 27 años, es actualmente el bailarín principal del Ballet Nacional de Inglaterra, papel que también ha tenido en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, la Ópera de París y el Ballet Nacional de Holanda. Ha bailado en el Bolshoi, el American Ballet Theater de Nueva York y el San Francisco Ballet. El único escenario principal de danza que no ha pisado es el Metropolitan de Nueva York.

“Inconscientemente me parece que sigo poniéndolo un poquito de lado porque no quiero terminar de cumplir todas mis metas personales, artísticamente hablando, a los 27 años, explicó. “Yo obviamente quiero llegar a ese escenario bailando en mi mejor momento, lo que espero tener por lo menos en los próximos ocho años”.

Próximamente se presentará en Roma con “Don quijote” y también llegará al Teatro Colón de Buenos Aires con “El cascanueces”.

Hernández se dijo agradecido por tener la oportunidad de vivir el ballet por los cinco continentes: “Es algo muy diferente en Estados Unidos, algo muy diferente en Holanda, en Rusia, en Japón. En verdad experimentar eso poca gente tiene la oportunidad de hacerlo y poca gente tiene el valor”.

Ha sido un largo viaje para un chico que creció en una colonia de clase media en Guadalajara en el seno de una familia muy peculiar, con 10 hermanos a los que su padre enseñó danza mientras su madre se encargaba de darles clases de primaria y secundaria en casa. También tenían una camioneta combi a la que solían subirse todos para ir a hacer trabajo comunitario, más o menos como la película “Captain Fantastic” protagonizada por Viggo Mortensen, de la cual Hernández se dijo un admirador.

“La gente pensaba como en la película que estaban mis papás locos, que nos estaban causando un daño permanente”, expresó el bailarín. “Y en realidad me gustaría que a través de nuestra vida la gente pudiera entender que hay más de una manera de vivirla, de crecer, de educarte. Entregarnos a un sistema de ‘un tamaño es aplicable para todos’, me parece uno de los más grandes errores que podemos cometer”.

Actualmente la familia de Hernández tiene dos escuelas de educación gratuita en Tlajomulco, en el estado mexicano de Jalisco, donde estudian danza unos 200 niños.

“Mi papá quería demostrar el impacto que hay en la comunidad cuando tienes una formación cultural. Ha sido un proyecto extraordinario”, agregó. “Yo vi el cambio más radical en los padres de los niños que en los niños mismos”.

Me parece que es indispensable seguir consumiendo este tipo de entretenimiento, que no solo alimenta tus sentidos, sino que te permite imaginar.
Isaac Hernández, bailarín.

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