Por JAMES ANDERSON y TATIANA FLOWERS
DENVER
AGENCIA/AP

La madre de Taylor Swift testificó ayer diciendo que ella y los mánagers de su hija le dijeron a los jefes de un locutor acusado de manosear a la cantautora que esperaban que fuera despedido, pero no les pidieron que lo hicieran.

Andrea Swift rindió su testimonio en el juicio civil en una corte federal en Denver y dijo que ella no dudaba de lo ocurrido durante una sesión fotográfica previa a un concierto de 2013, de acuerdo a lo que su hija habló con ella.

“Ella dijo ‘mamá, un tipo me acaba de tocar el trasero’ … estaba muy alterada, había sido humillada”, dijo al jurado Andrea Swift, quien es una de las acusadas en la demanda presentada por el locutor David Mueller.

El abogado de Mueller, Gabriel McFarland, preguntó por qué no se habían puesto en contacto con la policía.

“No quería que este evento definiera la vida de ella”, dijo Andrea Swift. “Definitivamente queríamos que se quedara privado, pero no queríamos que él se saliera con la suya”.

Mueller demandó a Taylor Swift y a otras personas afirmando que fue acusado falsamente y despedido por esa acusación. Pide una indemnización de al menos tres millones de dólares.

Swift lo contrademandó y afirma que sufrió un ataque sexual. Pide una compensación simbólica de un dólar, pero dice que quiere que el caso sirva como ejemplo para otras mujeres que han sufrido de abuso.

Andrea Swift testificó que su hija nunca pidió ninguna acción específica contra Mueller.

También dijo que el incidente cambió su interacción con el público y explicó que las sesiones para que Swift conozca a sus fans son ahora más pequeñas y la interacción con ellos en los conciertos es más limitada.

“Acabó completamente con nuestra confianza”, dijo Andrea Swift. “Nos asustó, nos asustó mucho”.

Previamente en el día Mueller testificó que una fotografía tomada previo al concierto era “rara e incómoda”, pero insistió en que le tocó a la cantante las costillas, no el trasero, como ella afirma en su demanda.

El abogado de Swift, Douglas Baldridge le preguntó en varias ocasiones a Mueller por qué tenía la mano derecha detrás de Swift cuando posaron para la foto.

Mueller, que tenía un programa de radio en Denver, dijo que su mano estaba tocando la falda de Swift luego que la rodeó con el brazo y sus brazos se cruzaron.

«Mi mano estaba a la altura de las costillas y aparentemente se bajó”, dijo el locutor.

En la imagen, que fue mostrada a los miembros del jurado como parte de las primeras declaraciones del caso, la mano de Mueller está detrás de Swift, justo debajo de su cintura, y ambos aparecen sonriendo.

McFarland, dijo a los miembros del jurado que la fotografía no muestra la mano de Mueller bajo la falda de Swift y que la falda no parecía levantada.

Pero Baldridge dijo que varias personas notaron que la estrella estaba molesta tras saludar a Mueller.

El guardaespaldas de la cantante, Greg Dent, dijo en una declaración leída en su ausencia que había visto a Mueller levantarle la falda a Swift, dijo el abogado a los miembros del jurado.

Baldridge también citó una declaración de la fotógrafa de Swift, Stephanie Simbeck, quien afirmó que Swift dijo que “ese tipo” le había tocado el trasero.

Dent y Simbeck están incluidos como posibles testigos en el juicio.

Baldridge dijo a los miembros del jurado en sus primeras declaraciones que Swift está «absolutamente segura” de que fue manoseada por Mueller y que la fotografía es una prueba “condenatoria” de ello.

Cerca de una decena de fans se formaron afuera de la corte para ver el juicio, incluyendo una pareja de veinteañeros que condujo toda la noche desde Provo, Utah.

«Soy su máxima fan», dijo Lauren Simpson, de 21 años. «Me sé los nombres de sus gatos, la fecha de su cumpleaños, sé cualquier dato de Taylor Swift que me puedan preguntar. Ella es la mejor”.

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