Por Redacción Cultura

Con el invierno plenamente instalado, los ritmos del ajetreo cotidiano son ahora marcados con el golpeteo acompasado de la lluvia, desde lo estridente e intempestivo, a lo continuo y alargado, como también aletargado e intermitente. Y, en cada una de estas manifestaciones, la evidencia de lo pospuesto para el mañana, que se manifiesta en el malestar del hoy, en el del ahora. En la cólera, en el dolor, la frustración e impotencia. La persistencia de la calamidad crónica, de todas aquellas catástrofes que nos fueron anunciadas, aquellas que seguirán eternamente pendientes, acumulándose y contenidas a través de los tiempos en los precarios diques, de los que finalmente, como ha sido siempre se desbordaran, tal como ha ocurrido, a través de la historia y de la geografía común de esto llamado patria; y que prontamente nos serán narradas, agregadas a lo anecdotario popular para compartir la carga colectiva de eso llamado culpa; a través de la imaginativa historia oficial y recreadas en toda clase de pasquines y libelos.

También en las significativas, las delimitadas bajo nuestro techo y paredes, las que nos son propias, comunes y cotidianas. Pero especialmente, aquellas contenidas en los laberintos de nuestra memoria, las cuales, el torrencial ritmo suele agitar despertando aquellos viejos recuerdos que buscan nuevo acomodo, o el esperar que sean llevados a la deriva en el flujo del olvido.

Con el cambio cíclico de estación seguimos haciéndonos presentes, buscando conjurar con los recuerdos, a través de la ruta que marca la lectura, la que nos invita a la introspección, a encauzar con ella nuevas rutas a viejos sentimientos. En fin, porque “Leer es una puerta abierta a diversas sensaciones”, pero sobre todo un excelente hábito, al que se logra habituarse de mejor manera, con la plena compañía de entusiastas aliados y amigos durante el proceso de empaparte tanto de la alegría, como de la nostalgia y de la esperanza.

«Porque no hay mal que dure cien años… que una buen lectura no disuelva». Cómo tampoco hay que esperar medio siglo para habituarse a la lectura. Precisamente en el cincuentenario de su publicación, el Círculo del Vagón de Lectores abordará en esta ocasión la emblemática y cincuentenaria novela “Cien años de soledad”.

Sobre la obra
Cien años de soledad, es la mítica novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Cuya primera edición fue publicada en Buenos Aires en mayo de 1967, por la editorial Sudamericana, siendo bien recibida tanto por parte de la crítica y del público. Es considerada una de entre las obras maestras de la literatura hispanoamericana y universal. Ha sido catalogada como una de las obras más importantes de la lengua castellana. Fue incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX del periódico español El Mundo, en la lista de los 100 libros del siglo XX del diario francés Le Monde y en los 100 mejores libros de todos los tiempos del Club de libros de Noruega.

Mecánica de participación

La obra se anuncia con cierta antelación, para que todo aquel interesado tenga la oportunidad de: poder adquirirla y de leerla a su propio ritmo, aunque de hecho nunca ha sido requisito y/o obstáculo para participar en nuestras reuniones.

Para efectos de las reuniones. No existen lectores de primera o cualquier otra categoría o jerarquía; se trata de un encuentro y proceso de convivencia, libre expresión y discusión en torno a la obra que se convoca.

Toda participación es bienvenida y la misma será tomada con respeto, asimismo de cualquier pregunta y/o duda, la cual podrá ser resuelta conforme a los propios conocimientos, entendimiento o limitaciones del grupo.

Asista

Lectura de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez

La invitación se abre para que usted querido lector pueda formar parte de esta nueva celebración y fiesta literaria, a la manera de la comunidad del Círculo del Vagón de Lectores. Es decir, leyendo efectivamente la obra.

Sábados 3 y 17 Junio: Museo del Ferrocarril, 9ª. Ave. A 18-03 Z. 1 ciudad de Guatemala a partir de las 10:30 horas. Entrada libre

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