Por Jenner Santos

Las ondas sonoras son algo increíble para el ser humano. Frecuencias que viajan indistintamente por el aire, te estimulan el oído, lo hacen vibrar y crean sensaciones inimaginables en tu mente.

A veces estas ondas se traducen en golpes certeros para las emociones. Este mismo fenómeno sucede frecuentemente con la música. La música crea conmociones que impactan tu cuerpo y generan sentimientos incontrolables.

Hace algunas semanas estaba caminando tranquilamente por la Antigua Guatemala; ese lugar lleno de canches que, en nuestra mente colonizada automáticamente reconocemos como gringos o europeos; con suerte de paracaidista me encontré a las chicas de Armonisas, quienes armadas únicamente con sus guitarras, se dedicaban a hipnotizar a la gente de los alrededores. Sus voces son –sin caer en exageraciones– simplemente angelicales.

Cuando llegué cerca del improvisado miniconcierto acústico, estaban ejecutando un cover de Daft Punk al mejor estilo pop/balada; algo sublime si me lo preguntan. Cuando me fui, me quedé con la espinita, busqué incansablemente su música y me topé con tres canciones que ahora les comparto…

Sin monotonías es su carta de presentación en SoundCloud. La rola empieza en un animado y muy dinámico círculo de la guitarra acústica que se encarga de llevar el ritmo y el tiempo de las voces, pero eso no es todo; acompañando a la guitarra, suenan unas sutiles maracas que inyectan la dosis de vibración necesaria para la melodía.

Como ya dije antes, lo remarcable son las voces que ¡por Dios! ¡Son increíbles! Agudos perfectos vertidos en un compás lento que se disuelve de manera imperceptible en nuestro corazón, una deliciosa canción medio tropical que puede encontrarse solo es estos lares.

A lo largo de la canción existen unos cambios tenues en los círculos de la guitarra que merecen toda la atención posible.

Si la primera rola no los convenció del todo, Armonisas insiste con Llegaste. Luego de las revoluciones emocionales nos sorprenden y tiran una balada lenta pero poderosa en el acompañamiento de los tarareos a segunda voz. Con una lírica profundamente romántica y un círculo ecléctico de la guitarra, nos entregan un corazón desnudo, sin heridas, rebozando de alegría por salir de la penumbra de la soledad para encontrarse con ese ser mágico que nos enamora y que sin tantas palabras, simplemente nos hace sentir bien.

Para terminar el cortísimo repertorio de este dúo sinigual, tenemos una versión de Gaby Moreno. Se trata de Y tu sombra, una canción que no ofrece mayores variantes a la versión original, algo ligeramente decepcionante, pero que no desentona con las primeras dos rolas tan excelsas. Un final aceptable para las sensaciones tan bellas que nos regalaron en este breve viaje musical.

Más allá del efímero repertorio que nos muestran, no hay nada malo que decir sobre estas chicuelas que ejecutan una música hermosa. Más bien puedo invitar a los productores que andan en busca de nuevos talentos, que, si saben a lo que se dedican, no van a tardar nada en contactarlas y armar algo excepcional.

Lléguenle con todo.


Jenner Santos (Guatemala, 1990) Me gustan más los paches que los tamales y vivo atormentado porque Selena murió el día de mi cumpleaños. Honesto y vil antes que caer bien. No sé qué decir cuando me preguntan si soy antropólogo o escritor.

Agudos perfectos vertidos en un compás lento que se disuelve de manera imperceptible en nuestro corazón…

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