Ciudad de México/dpa

Notas de prensa, fotos, ilustraciones, relatos, obras de arte y hasta mensajes de narcotraficantes dan cuenta de la historia del crimen en México, como parte de una muestra de arte que se inauguró la noche del pasado jueves en el Museo del Estanquillo de la Ciudad de México.

La exhibición «De Posada a Metinides. Del Tigre de Santa Julia al crimen organizado» se compone de 350 piezas que datan desde el siglo XVIII hasta el presente y que pertenecieron al escritor y periodista mexicano Carlos Monsiváis (1938-2010).

«Carlos consideraba que la historia de la nota policíaca en México corría en paralelo a la historia del país y la plasmó en su libro ‘Los mil y un velorios. Crónica de la nota roja en México’ que publicó en 1994», dijo el curador de la muestra, Rafael Barajas, en el marco de la apertura al público.

Entre los objetos exhibidos están una nota de prensa sobre el asesino serial Jesús Negrete, conocido como «El Tigre de Santa Julia», publicada en 1908, y una foto del cuerpo sin vida de la actriz Miroslava Sternova, quien se suicidó en 1962 por el desamor del torero español Luis Miguel Dominguín.

Otros más son un fotomontaje del fusilamiento del archiduque Maximiliano de Habsburgo en México en 1867, una imagen del presidente Álvaro Obregón momentos antes de su asesinato en 1928 y la obra «Decálogo», de la artista Teresa Margolles, que se basa en mensajes enviados entre sí por los cárteles del narcotráfico.

A la inauguración asistió el reportero gráfico Enrique Metinides, quien durante años fotografió muertes, accidentes y calamidades para diversos medios impresos de México. Por ello se describe a sí mismo como «un hombre que ha visto de todo».

Muchas de sus instantáneas forman parte del acervo de Monsiváis, que lo consideraba uno de los grandes exponentes de «la estética de la tragedia» a nivel mundial, de acuerdo con Barajas.

Incluso una de las secciones presenta los trabajos del fotógrafo de «nota roja», quien dijo haber empezado esta labor desde niño, retratando a los reos hasta convertirse en un profesional que captó por igual crímenes pasionales y víctimas de catástrofes que parricidios e infanticidios.

Parte de esta narrativa sangrienta es también la historia de atentados contra líderes políticos como León Trotsky, los sacrificios prehispánicos o la anécdota de cuando el escritor estadounidense William Burroughs mató a su esposa al dispararle una flecha bajo los efectos del alcohol y la droga e intentando emular al ballestero suizo Guillermo Tell.

La muestra permanecerá abierta hasta el 11 de septiembre. Según los organizadores, debido a su impactante contenido no se permitirá la entrada a menores de edad.

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