Por LEANNE ITALIE
NUEVA YORK/AP
El amor, el duelo, el dolor y el legado son solo algunos de los motivos que llevaron a Mayte García a ponerse nuevamente bajo la luz de los reflectores púrpura con un nuevo libro de memorias que cubren sus 11 años junto al fallecido ícono de la música Prince.
García tenía apenas 16 años, era una admiradora y ya una bailarina del vientre profesional, cuando su madre le dio a alguien del séquito de Prince un video de su hija bailando. Estaban en uno de sus conciertos y Prince la notó de inmediato y la invitó a pasar tras bastidores.
Las cartas y llamadas telefónicas siguieron al florecer una amistad, pese a sus 15 años de diferencia. Con casi 18 se convirtió en parte de su vida laboral. A los 19, era su amante (es hora, le dijo él, de usar métodos anticonceptivos).
Se casaron cuando ella tenía 22 y quedó embarazada dos meses después, pero perdió a su bebé a los seis días de nacido por un raro desorden congénito. El dolor por la muerte del pequeño Amiir, que significa príncipe en árabe, contribuiría a su divorcio en el 2000, dijo Garcia mientras promovía su libro de memorias «The Most Beautiful Girl», publicado recientemente.
García, a quien Prince dedicó su éxito «The Most Beautiful Girl in the World», no lo veía desde hacía años cuando el músico murió el 21 de abril del 2016. La bailarina de 43 años lamenta no haber establecido contacto antes, cuando se enteró por viejas amistades y miembros de la banda que el artista no se encontraba bien.