Por Juan Calles

Radio imaginaria es el primer disco de Herberth H. Lima, el Güero; con él se echa al hombro la responsabilidad de hacernos imaginar, de hacer música que palpita, canciones con caderas y tetas, con nalgas y pene, canciones que tienen vida, así debía ser.

Alguna vez (entre tragos) le reclamé al Güero el no haber publicado un disco, él se arregló el pelo echándoselo hacia atrás, me vio severo y emputado y dijo: Un disco no es cualquier cosa. Pasaron varios años y hoy que escucho por fin su disco entiendo lo que quiso decir aquella madrugada borracha.

Se puede seguir cantando, se pueden seguir juntando los acordes de una buena rola y memorizarla para cantar con ganas, con lágrimas en los ojos e imaginar la felicidad. Aún contamos con la poesía, con la amistad, con esta música que el Güero hizo para acompañar los días de esta realidad. Este disco nos regala la ilusión que en Guatemala se puede vivir.

El viaje inicia con una suave balada que amable nos introduce a ese laberinto de sonidos que significa Radio Imaginaria:

“Sideral nostalgia, sideral estás aquí, cómo saber si vienes, me amas, si es eterno, cómo saber si vienes, me amas, si es verdad, y saber que siempre es igual”.

Una balada, una invocación a la cordura, las cuerdas y la guitarra del Güero esculpen la letra de esta canción etérea, marmoleada, suave, licor dulce.

Es un disco suave, es un disco en los que los músicos han colocado en el lugar justo los arpegios, las notas y los silencios. Vientos, cuerdas y percusión en armonía y tonalidad.

No sé si el Güero asume ser heredero de una tradición (muy joven) de música urbana guatemalteca, pero hice el ejercicio de colocarme los audífonos, cerrar cortinas y dejar la casa en oscuridad total, solo unas pocas líneas de luz entraban bajo las cortinas, era una luz amarilla que se proyectaba larga y delgada por el piso, dejé que la música me llevara a donde ella quisiera. Un par de rolas después logré reconocer influencias de José Chamalé y Juan Cholo en las piezas de Radio Imaginaria.

Las comparaciones son odiosas pero en esta ocasión no pude evitar encontrar esos trazos de guitarra, los solos y el sonido entre rock y blues muy agradable, muy al estilo de esa música callejera que saben hacer quienes viven entre la charla en una tienda del barrio y un improvisado escenario en cualquier esquina mal iluminada. La música que encontrás en Radio Imaginaria pertenece a esos seres urbanos que a diario se enfrentan con el asfalto y las paredes mugrosas de la ciudad.

Los vientos son un aporte nuevo al trabajo del Güero, cazan muy bien en sus canciones y les hacen ganar emotividad, la riqueza sonora que estos aportan a Radio Imaginaria es incuestionable. En la rola titulada Avenida Elena (otra coincidencia con Chamalé y Juan Cholo) los vientos hacen memorable esta energética canción. “De todos los oficios mal pagados tuvo que elegir el de ladrón” dice la rola que habla de un personaje que puede ser cualquiera de nosotros. El solo de trompeta simplemente te obliga a llevar el ritmo con cualquiera de tus extremidades.

En estos tiempos de música instantánea, cantantes enlatados y letras estúpidas, encontrarse con una propuesta como Radio Imaginaria es importante para tener la esperanza que algún día se podrá sacar a las familias de los aparatos portátiles y sentarse a escuchar una canción de más de un estribillo, que te cuente una historia que te haga reír o llorar, que te haga sentir humano otra vez.

He visto tocar al Güero en un sinnúmero de lugares, lo entrevisté muchas veces también, estuve en más de uno de sus ensayos; su rigor y su carácter pueden chocar con más de alguien, es exigente y volátil, de esas características surge este disco que tardó mucho en llegar; pero todos esos años sin publicar responden a esa misma exigencia y rigor y lo explica más o menos con sus propias palabras: “Admiro a quienes sacan un disco al año, sacan discos como que fueran paletas, admiro su capacidad de enfrentarse a una hoja en blanco, a enfrentarse a sí mismos. Mis procesos llevan mucho más tiempo y creo que ahora tomé una decisión acertada, menos emotiva. Me llevé todo este tiempo porque cada palabra, cada estrofa, cada compás, cada nota, deben tener su exacto lugar, me llevó diez años porque toma tiempo vivir y aprender”.

Mi fe es una rolita que me gusta mucho de éste disco, es una declaración de principios, es pintar una raya y poner a todos en su lugar, Enséñame En estos tiempos de música instantánea y cantantes enlatados y letras estúpidas, encontrarse con una propuesta como Radio Imaginaria es importante para tener la esperanza que algún día se podrán sacar a las familias de los aparatos portátiles y sentarse a escuchar una canción de más de un estribillo, que te cuente una historia que te haga reír o llorar, que te haga sentir humano otra vez.

“A ver el mundo, yo no quiero ser otro individuo que pretenda ser algo que no es, no quiero ver falsas estrellas e intérpretes, no tengo ganas de solo correr detrás de tu fe, no sé si está bien, no sé si está mal, no me quiero vender, no te quiero comprar”.

El Güero se hace acompañar en este disco por los poetas, Javier Payeras, Alejandro Marré y Simón Pedroza, quienes redondean ese círculo que el Güero dibujó sobre el suelo de esta ciudad que hoy canta las canciones de Radio Imaginaria, Las once rolas que componen este disco son autoría del Güero, pero después de presionar el botón de play ya serán tuyas, no te las vas a poder quitar de encima, serán tus canciones también.

En estos tiempos de música instantánea, cantantes enlatados y letras estúpidas, es importante tener la esperanza que algún día se podrá sacar a las familias de las pantallas de los aparatos portátiles para sentarse a escuchar una canción de más de un estribillo, que te cuente una historia, que te haga reír o llorar, que te haga sentir humano otra vez.


Juan Calles. Periodista, documentalista, lector de tiempo completo, ha facilitado el taller de narrativa del Centro Histórico. Autor de “Triciclo”, libro de cuentos cortos. Nació en mayo del 73, pero no está seguro de ello.

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