Una colaboración de Pablo Rangel | Barrancópolis
Cuando tenía 10 años el niño que era mi mejor amigo insistía en que fuera a dormir a su casa. Yo pedía permiso para ir, pero ni mi papá ni mamá lo permitían, cuando sabían que iba a preguntar obtenía un NO por adelantado.
– Me dan p…
-NO
– Alaa, es que…
-NO
– E…
-NO y NO y mil veces NO.
Realmente no entendía por qué no, si él no era una mala persona y su familia parecía gente muy amable.
Tratando de buscar una solución al eterno NO, propuse algo diferente y era que si yo no podía ir a la casa de él, pues que viniera él a mi casa a dormir. Estaba seguro que a Ivancito sí le iban a dar permiso. En la noche del viernes lo dije en la cena. Estábamos viendo a Luis Pellecer en las noticias de las 10 de la noche cuando me paré enfrente de la tele y les pregunté:
– ¿Puede venir Ivancito a dormir mañana aquí?
Mis padres se vieron entre ellos, no la esperaban venir por ahí. Mi mamá veía a mi papá, en momentos como este era cuando se agudizaba su tic nervioso, empujarse los lentes hacia arriba porque se deslizaban por la nariz. Después de hablarse en el lenguaje de las miradas conyugales, que hasta hoy no entiendo, me dieron la respuesta de siempre -mañana te decimos-.
Fue como recibir un sí, me fui a dormir contento, solo escuchaba que hablaban entre ellos. Mi papá decía:
–Ojalá no nos estemos metiendo a un gran camote con traer a ese patojo aquí.
-Pues no sé qué pensás, pero te digo que conozco a la prima de la mamá y me ha contado que ellos hacen cosas raras
-Sí, me habías dicho. Pero lo que me da pena realmente no es el patojito, porque él pues es niño y no comprende mucho, sino que me da armonía que vengan los papás a reclamar por algo. Te digo porque también es meterse a clavos del aire y no sos la primera que dice que esa gente es extraña y reacciona raro.
-Lo que me dijo la Lucky es que en las noches hablan como que fueran otras personas.
– ¿Cómo así?
– ¡Sí!, que empiezan así como que son mediums, que se les meten otros espíritus
– ¡Qué paja!
-En serio gordito, eso dicen
– ¿Y al Ivancito también le agarra eso?
-Pues yo no sé, mirá, la Lucky cuenta que el más metido en ese rollo es el señor, pero tu sabés que el nene es la viva copia del señor, hace lo mismo.
-Jajajá la verdad que hoy sí me sacó la risa ese patojo cerote jajajá
-No te expresés así de las personas
-Ay perdón flor si te ofendí
-No gordo es que tu decís cosas bien feas de las personas y a mí no me gusta eso porque no te puedo contar nada, igual hablás de mi mamá, y eso sí me molesta
-Bueno y salió la defensora de los animales
– ¿Sabes qué?
– ¿Qué?
-Corriente, mejor dormite en otro lado, vulgar
Con esas palabras concilié el sueño, dormí tan bien que al siguiente día abrí los ojos y lo primero que hice fue ir a preguntar qué habían decidido. Mi papá se levantaba del sillón de la sala y mi mamá estaba tomando un jugo sentada leyendo una revista.
– Bueno ¿y?
– ¿Y?
-Gordo, no le hablés así al nene
-Son mentiras campeón estoy bromeando, pero ¿qué queres?
– Va a poder venir el Ivancito
-Ah sí, mirá estuvimos platicando anoche con tu mamá y decidimos que venga, pero, nos vamos a quedar a dormir todos en la sala y que si se siente mal o triste decile que lo llevo a su casa aunque sea a media noche.
– Entonces mama, me acompañás a pedirle permiso a sus papás.
– ¡Momento! no vamos a estar pidiendo permiso para nadie y si sus papás no quieren que venga, por favor, pero ¡POR FAVOR! no vayás a insistir ni a prometer nada que no podamos cumplir.
– Está bueno, ustedes sí que de una vez… ahorita vengo, voy a la casa de Ivancito
Corrí emocionado, toqué la puerta, salió él, le conté y sus papás dijeron que sí, pero, que cualquier cosa lo fuéramos a dejar porque nunca había salido de su casa para dormir en otro lado.
A las 7 de la noche mi papá entró a la sala y sacó un libro de la U, estaba leyendo y no se dio cuenta que ya había llegado el Ivancito. Encendió la lámpara, sacó sus lentes de leer, subió los pies en un taburete cuando le dijo:
++Buenas noches don Ernesto
-Mi papá saltó del susto-
-¡¡Puta vos!! ¡¡Qué ahuevón me pegaste!! -con la respiración agitada- y ¿qué ondas ya cenaste?
++Ya don Ernesto, gracias
-Vos disculpame mano no te quise ofender oíste, es que me asusté, me saliste como duende del bosque jajajá pero chilero que andes aquí, pilas pues.
Mi papá era divertido, sacó rápido un dominó que tenía guardado y nos pusimos a jugar. Cuando vimos ya eran las 11 de la noche y no nos dimos cuenta. Mi mamá ya había puesto en la sala unas colchonetas, almohadas y unos ponchos que usaba cuando venía mi abuelita. Nos lavamos los dientes con mi papá, él se puso su piyama y nos fuimos a acostar todos juntos. Mi papá tenía una vara de bambú, de las de colgar ropa, para apagar la luz desde cualquier lado de la casa, control remoto le decía. Y así, apagó la luz. Todo estaba muy oscuro. Yo me empezaba a dormir cuando…
++¿A ver Ernesto Boror, explíqueme por qué mierdas tiene propaganda comunista en su casa?
Mi papá dormía con una pistola siempre bajo la almohada, la tomó inmediatamente, con la vara encendió la luz se paró extrañado esperando ver a alguien y solo vio parado al Ivancito…
-Bueno a vos Ivancito ¿Qué te pasa?
++Yo no soy Ivancito, soy el Mayor Ortíz jefe de Inteligencia de la Guardia de Honor y sé claramente que usted, sí usted, está involucrado en actividades subversivas, comunistas y terroristas. Además, que usted es integrante y apoyo del Frente Robin García que opera en la Universidad de San Carlos.
-¿¿¿¿Aaaaahhhhh???? puchis este sí que es un gran pedo, este patojo pegamento a de andar hueliendo el muy pisado
++Sabemos que está armado y lo tenemos rodeado, ¡entréguese! -el Ivancito hizo el ademán de tener un fusil y apuntaba a mi papá-
-Gordo ¡Qué está pasando!
-Nada, que este patojo dice que es chafa y que yo soy guerrillero y que me entregue
-Vení Ivancito, dame un abrazo y nos vamos a dormir oíste, estás teniendo una pesadilla
++Usted no se me acerque, usted es Rosa, conviviente de Ernesto, alias Macuto, ambos guerrilleros, ¡entréguense están rodeados!
-Vos Ivancito ¿qué te pasa?
++Silencio niño, sus padres son terroristas, en unos segundos vienen refuerzos y los vamos a acabar
Mi papá incrédulo se acercó a la cortina de la sala y vio a la calle para ver si era cierto
-Gordo ¿hay algo?
-No vos, no hay nada, este patojo no sé de dónde se ha inventado tanta mierda
-Y si no es invento Gordo y si en realidad sabe algo
-No sé ¿qué se hizo?
El Ivancito estaba parado en el patio de la casa, de repente se desplomó. Mi mamá corrió, lo levantó y vio que tenía los labios resecos y el pulso muy débil. Lo pusimos en la mesa del comedor y mi mamá le dio a oler alcohol, solo así regresó.
++ ¿Qué pasó?
– ¿Cómo que qué pasó? vos mejor decinos quién es el tal Mayor Ortíz
++¿Ah? el ¿Mayor Ortiz? ese es un don que llegaba a comprar pollo donde mi papá, pero lo mataron hace unos días.
– ¿Y dónde lo mataron?
++Iba en su carro dicen, para la Antigua y por el trébol lo balearon
-Vos Ivancito y ¿vos sabés que te ponés a hablar como otra gente?
++No don Ernesto, mi papá dice que se puede pero yo nunca he podido, él una vez decía que era un tal Carlos Castillo Armas
Mi papá volteó a ver a mi mamá
-Solo joyitas se le meten a esta mara
-Gordo ¡¡¡por favor!!!
-Perdonáme tutis es que es cierto, pero bueno, Ivancito te vamos a llevar a tu casa oíste porque aquí te está dando el sereno. Colocha porfa llamate a la casa del Ivancito que lo vamos a ir a dejar.
Mi mamá tomó el teléfono, marcó el numero 413845
###¿Buenas noches?
-Sí buenas, hablo con el papá de Ivancito
###No señora, número equivocado
-Pero ¿no es usted don René?
###Lo siento señora, Jorge Ubico le saluda.
Pablo Rangel (Ciudad de Guatemala, 1975). Su infancia y adolescencia fueron cercanas al gnosticismo, esoterismo y magia. Desde 1997 se formó en las Ciencias Sociales en la USAC, Noruega y FLACSO. Se dedica a la docencia y escribe desde análisis políticos hasta pequeñas historias de terror y medicina natural.