Por Carmen Peña
Ciudad de México
Agencia/dpa

Como cada año, México se prepara para celebrar el tradicional Día de Muertos el 1 y 2 de noviembre, aunque los festejos se inician desde hoy con un novedoso carnaval en la Ciudad de México, entre muchas otras actividades.

El Día de Muertos, designado por la Unesco como un patrimonio inmaterial de la humanidad, es una celebración en la que se honra a los difuntos con coloridos altares, ofrendas y música. Cada familia puede hacer un altar en honor a algún familiar, amigo o incluso mascota que haya fallecido y al que quiera recordar.

Las ofrendas generalmente están compuestas por flores de cempasúchitl, de color amarillo intenso, las cuales se cree que ayudan a atraer y guiar a las almas de los muertos. También se colocan calaveritas de azúcar, el popular pan de muerto, el retrato de la persona recordada, velas y algún objeto o comida que haya sido el favorito del fallecido.

En el Zócalo capitalino, en el centro histórico de la ciudad, se instalará, como todos los años, una ofrenda monumental que estará a cargo de la artista visual Betsabeé Romero y que rendirá homenaje al agua.

También se realizará por primera vez un gran desfile con música, disfraces y enormes muñecos de calaveras con sombreros. El carnaval, que contará con más de mil artistas voluntarios, tendrá unos 600 metros de largo y recorrerá las calles de la Ciudad de México.

La idea del desfile nació tras la filmación de la última película de James Bond, «Spectre», en la que se muestran escenas ambientadas en la capital mexicana celebrando el Día de Muertos con un colorido carnaval, algo que en realidad no existía.

«Tenemos que inventar un carnaval de Día de Muertos porque después de la película de James Bond van a venir a buscar el carnaval y no lo van a encontrar», explicó hace unos meses el ministro de Turismo de México, Enrique de la Madrid.

Con motivo de esta celebración, se han realizado festivales y ferias, no sólo en la capital, sino también en distintos estados del país.

Por ejemplo, en la colonia de Coyoacán, en la Ciudad de México, se lleva a cabo una feria del pan de muerto, un pan dulce que sólo se consume en estas fechas, decorado con formas que se asemejan a huesos y bañado en azúcar.

En estados como Veracruz, Chihuahua y Aguascalientes se preparan recorridos nocturnos por sus principales cementerios. Por otro lado, en San Luis de Potosí, en la región llamada la Huasteca, se realiza la festividad del Xantolo desde el 30 de octubre hasta el 2 de noviembre, y está compuesta de comparsas con música y máscaras, además de rituales y ceremonias en honor a los muertos.

En el colonial pueblo de San Miguel de Allende, en el estado de Guanajuato, comenzó ya el jueves el Festival de la Calaca, una feria anual que reúne desfiles, talleres artísticos, espectáculos, conferencias y fiesta, todo relacionado con el tema de la vida y la muerte.

Durante estos días hasta el 2 de noviembre, muchos mexicanos se disfrazan de catrinas y catrines, figuras tradicionales que recrean a esqueletos vestidos de mujer y hombre, respectivamente. Un espíritu que incluso contagió al Gran Premio de Fórmula 1 que se corre en México desde el jueves y termina el domingo.

“Tenemos que inventar un carnaval de Día de Muertos porque después de la película de James Bond van a venir a buscar el carnaval y no lo van a encontrar”.
Enrique de la Madrid, ministro de Turismo de México.

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