Estocolmo
Agencia/dpa

Un grupo muy reservado de 18 hombres y mujeres decide cada año quién recibirá el Premio Nobel de Literatura. Se trata de la Academia Sueca. A continuación, algunas claves sobre el famoso gremio.

¿Cómo se creó y por qué decide quién es el ganador?

El rey Gustavo III de Suecia creó la Academia en 1986. En realidad, debía tener 20 miembros, pero «los Dieciocho» sonaba mejor, pensó el monarca. Y fue Alfred Nobel quien les confirió el deber de decidir quién sería el ganador del premio literario en su testamento, en 1896.

¿Quiénes son sus miembros?

Investigadores lingüísticos, escritores, filólogos e historiadores. Actualmente el grupo está compuesto por 12 hombres y seis mujeres. La escritora Sara Stridberg fue elegida para entrar en la Academia tras la muerte de Gunnel Vallquist y ocupará el asiento número 13 en diciembre, por eso no participa en la decisión sobre el Premio Nobel de este año. Además, Sara Danius es la primera mujer en presidir los Dieciocho.

¿Se puede abandonar la Academia?

No oficialmente. Quien se hace miembro, lo hace para toda la vida, incluso si no quiere. Como la escritora Kerstin Ekman, a quien la Academia dio la espalda tras una disputa por no reaccionar a la fetua contra el escritor británico Salman Rushdie.

¿Alguna vez se van de la lengua los miembros del jurado?

En alguna ocasión trascendió el nombre del ganador a la prensa, pero actualmente la Academia Sueca guarda el secreto con celo.

«Nadie sabe cómo deciden sobre el premio ni cómo son sus conversaciones», dice el editor Stephen Farran-Lee. «Son muy buenos construyendo un frente común y guardando completo silencio sobre lo que piensan».

¿En qué se fija la Academia a la hora de conceder el Premio Nobel de Literatura?

«En realidad solo hay un criterio: calidad», dice Danius. Pero también hay otro factor que influye: el galardonado debe tener a sus espaldas toda una obra, no basta con haber escrito un par de libros. Además debe de haber aportado «algo nuevo» a la literatura, opina Danius. Los Dieciocho no se dejan impresionar por la cultura pop, por eso el superventas japonés Haruki Murakami nunca ganará el Nobel, dicen los expertos. Por otro lado, al jurado le encanta sorprender, así que no hay nada imposible.

Nadie sabe cómo deciden sobre el premio ni cómo son sus conversaciones.  Son muy buenos construyendo un frente común y guardando completo silencio sobre lo que piensan.
Stephen Farran-Lee, editor.

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