Foto ensayo por Gustavo García Solares

Salgo del hostal y paro al primer taxi que veo. Voy camino a Jamestown. Mi condición de turista es imposible de esconder. -siempre que preguntés un precio y te respondan, dividilo en dos y eso es el precio justo- me advirtió Dani.

Hago la conversión a la moneda del lugar de donde vengo y me parece un precio justo. Me subo con toda la confianza que sólo la ignorancia te da. El taxista me ve, sonríe y me dice “Eight Cedis” en el acento ghanés que para este punto ya entiendo a la perfección. Voy hacia una de las partes más interesantes e históricas de la ciudad más grande de Ghana. El congestionamiento vehicular aparece y me siento extrañamente cercano con el lugar del que vengo. Vendedores de la economía informal ofrecen en la carretera desde banderas de Estados Unidos, goma de mascar y bebidas llenas de azúcar. Viendo por la ventana noto una tienda de moda que en su publicidad tiene una foto de Obama y su esposa.

Luego de casi una hora del rugir de motor de los carros, estoy en Jamestown. La precisión del tiempo en Ghana parece importar aún menos que de dónde vengo. Los minutos ya no me importan, ya no los cuento. Aparece mi amigo Dani. Un muchacho activista de la región y para mi suerte, un guía turístico de esta parte de la ciudad. Dani conoce muy bien el lugar de donde viene. Caminamos a través de algunos de los barrios más antiguos. Mercados con cientos de años de historia. Los niños me hablan y yo regreso cuanto saludo puedo. El sincretismo tiene un olor a costa. Mi guía es cristiano, pero reconoce la importancia de la influencia espiritual de los clanes de los antepasados. Aunque ya no se identifica con ello.

Ghana se independizó en 1957 de los ingleses. A pesar de los más de 50 idiomas que se hablan, todas las señales, vallas publicitarias y educación formal, son en inglés. Aunque tu vida este allí, si no hablás inglés, no sos bienvenido.

La brisa del mar se hace sentir cada vez más cerca. Pasamos por un gimnasio de boxeo. Mi amigo me dice que el hombre de la puerta peleó contra Manny Pacquiao. Foto, foto y foto. “No pain, no gain” grita un texto sobre la pared. -¿En verdad nos da valor el dolor de nuestra historia?-

A lo lejos se ve un faro rojo. La cruda historia de la esclavitud y el pasado colonial aparecen con más vida que muerte. –“No creo que los ingleses tengan toda la culpa de que estemos como estamos. Ya tenemos suficiente tiempo al mando y los recursos para poder haber hecho algo para cambiarlo”.

En la costa atlántica en donde los daneses, portugueses e ingleses traficaban esclavos empiezan las preguntas hacia dentro: “¿Y vos qué pensabas? ¿Que sólo en tu burbuja la han tenido difícil? ¿Qué crees que te hace tan especial?”


Gustavo García Solares (Guatemala, 1988) Viviendo pequeñas anarquías a través de la música, los audiovisuales y el peso de la conciencia. Cuando me piden que me describa a mí mismo prefiero citar al Cuarteto de Nos: “no soy tan simple como para no advertir que no hay tres minutos, ni hay cien palabras que me puedan definir”.

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