Los Ángeles
DPA
Festejar los cumpleaños nunca fue lo de Halle Berry. «Nunca tuve una fiesta de cumpleaños. Probablemente haya tenido alguna de niña, pero ya no me recuerdo», reveló la actriz al presentador de televisión Jimmy Kimmel. Por eso, es de suponer que celebrará mañana sus 50 años de forma más bien modesta.
Hace tiempo que la actriz de «X-Men» y «Catwoman» mantiene un perfil relativamente bajo después de una época de mayor exposición pública, con momentos clave como 2002, cuando se convirtió en la primera mujer afroamericana en ganar un Oscar a la mejor actriz protagonista por «Monster’s Ball». Su discurso de agradecimiento entre lágrimas despertó las esperanzas de que la presencia de los afroamericanos en Hollywood ganara peso y de que dejaran de ser relegados a un segundo lugar.
Sin embargo, parece que aún falta mucho para eso: el pasado febrero se desató un escándalo por la ausencia de actores y actrices negros en las categorías de actuación en los Oscar. El deseo de Berry, que en su discurso de agradecimiento recibió el premio en nombre de «aquellas personas de color sin nombre, aún desconocidas, que ahora tendrán una oportunidad», no parece haberse cumplido.
La carrera como actriz de Berry, que tomó su nombre de pila de «Halle Brothers», unos grandes almacenes, no fue algo planeado. Oriunda de Cleveland, en el estado de Ohio, probó primero con el periodismo y luego trabajó como modelo e hizo anuncios para una marca de cosméticos.
Interpretó a una chica con problemas con las drogas en el drama de Spike Lee «Jungle Fever» en 1991, pero su carrera como actriz avanzó a pasos lentos y no logró dar el salto a las grandes producciones de Hollywood hasta que no promediaba los 30.
Los primeros años del nuevo milenio marcaron el punto álgido de su carrera con películas como «X-Men», junto a Patrick Stewart, y «Swordfish» (2001), con John Travolta y Hugh Jackman. En «Die Another Day» fue la «chica Bond» de Pierce Brosnan. Cuando recibió el Oscar en 2002, había llegado a lo más alto de Hollywood.
Pero luego su carrera fue cayendo y ya apenas tuvo papeles más bien débiles en films que recibieron poca atención. Con cada película, Berry se iba alejando del público, por lo que pocas personas recuerdan sus últimos trabajos como «Gothika» (2004), «Frankie & Alice» (2010) o «The Call» (2013).
Tampoco el intento de detener la caída con papeles de superheroína le dio resultados: «Catwoman» fue un fiasco y tampoco sus apariciones como Storm (Tormenta) en las siguientes entregas de «X-Men» lograron volver a impulsar su carrera.
En Estados Unidos, Berry es hoy en día más conocida por la serie de ciencia ficción «Extant», en la que interpreta a una astronauta que, de forma inexplicable, se queda embarazada durante su misión. Aún está por ver si «Kingsman 2: The Golden Circle», cuyo estreno está previsto para 2017, logra dar nuevos bríos a su carrera.
En el ámbito privado, tampoco le fue todo sobre ruedas: sus tres matrimonios con el actor Olivier Martinez, el jugador de béisbol David Justice y el músico de R&B Eric Benét fracasaron después de poco tiempo, así como su relación con el modelo canadiense Gabriel Aubry.
Si se da credibilidad a su recientemente abierta cuenta de Instagram, actualmente disfruta de sus vacaciones en la playa junto a sus hijos Nahla, de ocho años, y Maceo, de dos. En uno de sus últimos posts se lee: «A veces las malas elecciones nos llevan a los lugares correctos».
Es probable que pase su cumpleaños con sus hijos. Sus amigos saben, por otra parte, que no le gustan las sorpresas: una vez se enteró de que le estaban organizando una fiesta sorpresa y decidió quedarse en casa. A Jimmy Kimmel le confesó: «Nunca más nadie intentó organizarme una fiesta de cumpleaños sorpresa».