Por Maximiliano Lainez
Esquisses

El viernes 1 de julio, la cantautora mexicana y su banda presentaron en el país su más reciente producción discográfica (“Hasta la raíz”), por Guatemala el cantautor Jono Jones fue quien dio inicio a la memorable noche.

Eran apenas las 4 de la tarde cuando los primeros asistentes se asomaron a la taquilla del evento, dos horas más tarde se permitió el ingreso al recinto y fue a las 20:40 horas, un poco antes de lo programado que Jono Jones comenzó con su show. Jono quien recientemente ha estado lanzando cortes de su próximo álbum “El Camino” se presentó con un “live set”, por un momento dejó de lado su guitarra acústica y retomó los samples, las secuencias y su guitarra eléctrica para llenar de energía a los asistentes quienes rápidamente conectaron con su buena vibra. Su propuesta incluía para esa noche fragmentos del discurso de Charles Chaplin en “El Gran Dictador” y algunas reflexiones de José Mujica, solos de guitarra eléctrica y un manejo creativo de los efectos en la voz, todo esto sumado al groove de los ritmos programados y las texturas de los synthes crearon un ambiente perfecto para la llegada de Natalia Lafourcade. Jono había encendido la energía del público.

Al terminar su presentación comenzaron a sonar boleros antiguos de esos que incluso en sus ediciones más recientes suenan a “lo-fi” (baja fidelidad), detalle realmente apropiado, pues Natalia al subir al escenario a las 21:20 horas inició su presentación con “Vámonos negrito” tema que produjo con la intención de evocar justamente esos matices. Natalia Lafourcade, sencilla como siempre subió al escenario vestida de negro bailando al ritmo hipnótico y sereno de esta canción, los aplausos de bienvenida no se hicieron esperar.

La noche despegó con el segundo tema: “Hasta la raíz”, momento en que las voces al unísono de los asistentes opacaron toda fuente sonora, era clara en los músicos la sorpresa y alegría al sentir la inmensa energía que el público generaba con su canto, y era evidente en el público la emoción de cantar, al fin, al lado de Natalia Lafourcade este tema que se ha vuelto tan querido para quienes disfrutan de su música. Uno a uno los temas fueron transcurriendo y la imagen se volvía a repetir, las canciones no eran desconocidas para nadie y Natalia Lafourcade se mostró tan contenta con su recibimiento que abiertamente prometió regresar a nuestra tierra a presentar cada uno de sus discos. Como es de esperar fueron los temas de su disco más reciente los que abarcaron la mayor parte de su repertorio, sin embargo también nos deleitó con temas de sus otras producciones, así fue que disfrutamos de “Lo que construimos” y “Nunca es suficiente” al lado de “Amarte duele” y “En el 2000”. Un detalle a mencionar, y quizá sorpresivo para quien no sigue de lleno la carrera de Natalia Lafourcade, es la inclusión en el setlist de “Ya no vivo por vivir” tema del cantautor mexicano Juan Gabriel, el cual grabó junto a él para su disco de versiones “Los Dúo”. La música de otros dos cantautores latinoamericanos también se hizo presente en la noche, los temas de Agustín Lara “Amor de mis amores”, “Aventurera” y “Limosna” formaron parte del show, tanto como “Un pato” (O pato) del brasileño João Gilberto, todos temas ya clásicos en el repertorio de la artista.

Natalia Lafourcade y compañía concluían con una versión más movida del tema “Bonita”, o eso intentaron. Luego de la catarsis en forma de baile que sucedió mientras se interpretaba este tema, los agradecimientos de parte de los músicos y la presentación de cada uno de ellos, el show terminaba. Pero el público no abandonó el salón y más de 3 veces se unieron en un unísono, largo y determinado ¡Otra!¡otra!¡otra! Muy agradecidos por el gesto Natalia Lafourcade y sus músicos regresaron a interpretar 3 temas más.

Se despidieron, ahora sí, complaciendo al público con “La Fugitiva”, “Para que sufrir” y “Estoy lista”. La presentación había resultado impecable, el público satisfecho abandonaba el salón y el tema “La vie en rose” en voz de Edith Piaf servía como conclusión para la noche.

Siempre sucede, toda gran noche termina con “La vie en rose”.

Max Laynez. Difusor de música, libros y ciencia. Siempre con ganas de compartir y descubrir algo nuevo. Creo que todos somos pequeños fuegos, ¡hagamos arder al mundo!

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