Por LINDSEY BAHR
LOS ÁNGELES
Agencia/AP
Emilia Clarke recuerda que tenía en la mano un lanzagranadas cuando su agente la llamó para hablarle de «Me Before You» («Yo antes que ti»)
Estaba en el plató de «Terminator Genisys», uno de los lugares menos imaginables para dejarse llevar por una historia romántica, pero el momento fue el adecuado. Clarke había pasado de ser una desconocida a protagonizar a la conquistadora Daenerys Targaryen (también conocida como la Madre de Dragones y Khaleesi) en «Game of Thrones», antes de ser seleccionada para interpretar a Sarah Connor en la fallida nueva versión de Terminator», así que tenía ganas de hacer algo diferente.
«La leí entre tomas en dos días», dijo Clarke en Los Ángeles sobre la popular novela de Jojo Moyes, previo a una función especial para admiradores de la adaptación cinematográfica que protagonizó.
La cinta se estrena mañana en Estados Unidos, el 16 de junio en Chile y el 24 de junio en México y Argentina.
«Estaba como ‘silencio Arnold (Schwarzenegger). Voy a ir a llorar como una niña con mi lanzagranadas’. Me sentía tan conectada con Lou que era ridículo. Comprendí quién era, sentía como si alguien me hubiese hecho llorar. Y tiene el mismo apellido que yo».
Moyes, quien adaptó su novela para el cine, expresó incredulidad cuando la directora Thea Sharrock dijo que estaba interesada en la actriz para el papel de Lou Clark, pues solo la conocía de «Game of Thrones». En el libro, Lou es una chica feliz y ordinaria de un pueblito cuya vida cambia cuando logra conseguir un trabajo que necesita desesperadamente como la cuidadora de Will, un hombre apuesto pero profundamente deprimido que quedó recientemente paralizado. En otras palabras, Lou «está a años luz de ser Khaleesi», dijo Sharrock.
Pero Sharrock, quien antes de debutar en cine con «Me Before You» desarrolló una carrera destacada de teatro en Gran Bretaña, había visto algo especial en Clarke, una de las cerca de 300 actrices que audicionaron para el papel. Su chispeante prueba de química con Sam Claflin lo confirmó.
Claflin y Clarke tenían algo de ventaja en este aspecto. Se conocieron hace años en una sesión de fotos cuando eran dos graduados de la escuela de teatro que recién habían logrado su primer papel importante. Desde entonces, han sido convocados para varias pruebas para ver si funcionaban como pareja en pantalla, e incluso se iban a tomar una cerveza después. Pero por varias razones no habían logrado papeles coestelares.
Quizá los intentos previos valieron la pena.
«Estaba absolutamente claro desde el segundo en el que estuvieron juntos que había un respeto instantáneo y una confianza entre ellos que era palpable. Simplemente se caían bien», dijo Sharrock. «Cuando le mostré (a Jojo) el video de ella y Sam, fue un verdadero mar de lágrimas. Ese fue el momento en el que supo que estarían bien».
Y así fue cuando llevaron esta historia conmovedora y positiva a la gran pantalla, con el apoyo inusitado de sus socios en New Line y Metro-Goldwyn-Mayer Pictures. Incluso Warner Bros. apartó la cinta de romance para que tuviera un gran estreno de verano, logrando abrirle paso entre los superhéroes y las Tortugas Ninja.
«Sabían lo que tenían y sabían que era distinto a lo que todo mundo estaba haciendo», dijo Sharrock. «Hay que darles crédito por creer en la historia a tal grado que la apoyaron hasta las últimas consecuencias. Y me dejaron elegir para el elenco a quien yo quise en vez de elegir a la gente más famosa del mundo».
Sharrock deseaba que la película se sintiera como un gran abrazo.
«Quería que luciera suave y accesible, pero que también tuviera una cualidad como de cuento de hadas. ¡Vamos! Hay un castillo en el corazón de la película», dijo la directora en referencia a la enorme propiedad de la familia de Will.
La directora le dio tiempo de ensayo a los actores principales meses antes de filmar para que la historia y los personajes estuvieran en su mejor punto.
Parar Claflin, fue un reto interpretar a un cuadripléjico de manera convincente.
«A cada momento tenía que recordarme de no moverme, de no consolarla a ella con mi cuerpo», dijo Claflin. «Este trabajo tuvo muchos retos para mí. Fue muy exigente a nivel físico. Siempre estaba manipulando mi cuerpo y contrayendo los músculos de la nuca y los hombros para tratar de parecer más delgado y enfermo, y al mismo tiempo mantenía los dedos de una manera específica. Espero haber retratado bien la discapacidad».
Clarke tuvo el problema contrario: empezó a vestirse y a actuar como Lou en la vida real. Sharrock incluso incluyó unas cuantas tomas en la versión final en las que Clarke dice que estaba hablando como ella y no como Lou.
Llorar fue otro gran tema. Aunque a Clarke le encantan los dramas («Stepmom» y «My Best Friend’s Wedding» son de sus favoritas), no estaba muy contenta de sus propias lagrimitas en pantalla.
«¡Me veo horrible cuando lloro! ¡Nadie me dijo que hago esa cosa rara con mi barbilla!», dijo Clarke. «No todos podemos ser Julia Roberts».
Quería que luciera suave y accesible, pero que también tuviera una cualidad como de cuento de hadas. ¡Vamos! Hay un castillo en el corazón de la película.
Thea Sharrock, directora de la película