Por Maya Juracán

El manifiesto Vértebra fue hecho por los artistas Marco Augusto Quiroa, Elmar René Rojas y Roberto Cabrera, y publicado a mediados de 1970 en la ya extinta revista universitaria “Alero” de la Usac. El manifiesto muestra la postura de los artistas sobre todas las muertes que sucedían en ese momento en el país, y fue una crítica hacia el gobierno y la guerra civil.

En el estudio de las artes plásticas en Guatemala me he topado con muchos estudiantes que en su afán de perfeccionar su técnica o el análisis de su pieza se pierden en silogismos o actitudes correspondientes a la pura estética o teoría de la pieza. Eso sí, mi afán no es criticar la teoría o la cosmovisión de una pieza de arte, pues como dirían en el mundo del teatro “Tanto es importante el actor como el papel”, pero mi análisis quiere enfatizar en aquello que es mucho más profundo que el accionar estético y rudimentario.

Un análisis a profundidad del ser y el contexto en el que se vive, aquello que hace mover al artista y atraviesa sus entrañas.

Algo así surgió en la época de los años sesenta en Guatemala, en un país donde se valorizaba la impunidad y la violencia, disfrazados de seguridad social. En donde los desaparecidos y los enfrentamientos armados tomaban lugar en la ciudad sin avisar. En ese entonces existieron unos jóvenes insatisfechos que lejos de esperar a encajar en los cánones estilísticos americanizados, decidieron entablar un diálogo con ellos mismos y su contexto.

3 hombres emblemáticos del arte guatemalteco

Mucho se ha hablado del Grupo Vértebra, de los artistas que lo conformaban y su obra: por ejemplo, el escepticismo de la vida colonial en las obras de Marco Augusto Quiroa o la pintura matérica de Elmar Rojas y los muchos textos sobre los Mashimones de Roberto Cabrera. Aunque cada uno de ellos es genial en su propio concepto, magos realistas en la formación de sus obras figurativas, íconos del cambio del arte en la cultura guatemalteca y a pesar de que el mismo Cabrera mencionó en cierta entrevista: “Las pinturas propias y de mis compañeros cayeron en el mercado del arte y sus formas se quedaron pegando de gritos en los escépticos muros de las casas elegantes”.

Hoy retomo este manifiesto porque son los gritos los que no se olvidan en un país lleno de silencio. Hoy quiero enfatizar su espíritu joven y consciente, su viveza y fuerza para hablar lo que nadie hablaba. Su valentía en tomar una postura ideológica sin intereses comerciales y con un fuerte compromiso social.

El espíritu del Grupo Vértebra está en su manifiesto. Luego de leerlo me llené de emoción, efusividad y entendí que la obra de cada uno, va más allá de una experiencia estética. Atravesé un reconocimiento personal en su obra, una coyuntura inquebrantable con mi contexto, mi pasado y mi presente.


Estos son 10 extractos del Manifiesto Vértebra que como estudiante, artista guatemalteco o amante del arte hará que pensés diferente acerca de la obra de estos maestros:

1. “Estamos conscientes de nuestra verdad y la de todos.”

2. “Nos interesa el ambiente que nos mueve y nos conmueve.”

3. “Vivimos en un tiempo que nos pertenece y el tuerto ya no es el rey de los ciegos.”

4. “Queremos estructurar una conciencia.”

5. “El arte que hacemos quiere estar por encima de todos los juegos conformistas.”

6. “No nos preocupa el arte mecánico y egotista que se repite en Nueva York o Londres.”

7. “Reclamamos la potestad de nuestra posición geográfica y calidad antropológica.”

8. “Lo que somos y donde estamos es más importante que la novedad estilística de lo que hacemos.”

9. “Certidumbre de nuestro destino y ebullición constante en la plenitud de una verdad reconquistada.”

10. “No somos huéspedes de nuestro mundo ni reporteros que miran la batalla desde la retaguardia sino luchadores con parte de iniciativa histórica y genuina responsabilidad.”

“…jóvenes insatisfechos que lejos de esperar a encajar en los cánones estilísticos americanizados, decidieron entablar un diálogo con ellos mismos y su contexto.”

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