LA HABANA*
Agencia AP

Tras más de 50 años en el mundo de la música, los Rolling Stones siguen rompiendo barreras, y el viernes lo hicieron dando un concierto gratis en Cuba. No me lo podía

Como seguidor de los Stones de toda la vida, ya los había visto en concierto 29 veces. La primera vez fue en Los Angeles en 1989, después Atenas en 1998 y en Montevideo el mes pasado. Los he visto en estadios, en salas más pequeñas y en amplios espacios abiertos.

Para mí, cada concierto es fenomenal. Cada concierto tiene sus sorpresas o momentos memorables. Debido a un importancia histórica, el espectáculo del viernes estaba entre los mejores.

Desde la introducción instrumental de «Jumpin’ Jack Flash» hasta las últimas notas de «(I Can’t Get No) Satisfaction», los Rolling Stones estaban en su pleno apogeo.

Si bien es verdad que ya están algo avanzados de edad — ya son abuelos y uno de ellos es ya bisabuelo — Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ronnie Wood todavía pueden ofrecer un espectáculo fantástico. Y todavía pueden atraer a un nutrido público: más de 200 mil personas estaban allí según algunos cálculos.

Los rumores de que el grupo iba a venir a Cuba comenzaron en octubre, cuando Jagger viajó a la isla y colocó fotos en internet. Sin embargo no fueron confirmados sino hasta hace pocas semanas, cuando finalmente anunciaron que concluirían su gira «Olé» por Latinoamérica en la Ciudad Deportiva de La Habana.

Tan pronto me enteré, empecé a buscar boletos aéreos. Pero debido a que es Semana Santa, los boletos estaban carísimos.

Por suerte mi novia Sophia fue persistente hasta consiguió un vuelo con un precio que más o menos pude aceptar. Ella no viajó conmigo porque no le gustan los Stones, pero ella sabía que yo me moría por ir.

Y lo hice. Vine el miércoles, pasé el jueves haciendo turismo y todo el viernes en la Ciudad Deportiva.

Me había enterado por el cibersitio iorr.org que el área iba a estar cercada con barreras y que no abriría sino hasta las 2 de la tarde, pero no quise arriesgarme así que allí estuve a las 10:30 de la mañana.

Ya habían miles de personas aglomeradas allí. Muchos eran de la misma Cuba, por supuesto, pero habían gente de Canadá, Brasil, Holanda, de todas partes. Sentadas, conversando, esperando.

Y seguían esperando.

Finalmente se abrieron las puertas y la multitud se abrió paso entre una docena de pasillos, mucha gente incluso corría para asegurarse un buen puesto. Yo me senté a la punta del escenario central, donde Jagger suele bailar, lo que ha hecho con un dueto con Sasha Allen en «Gimme Shelter.»

Fue el final perfecto de una semana histórica que empezó con la visita del presidente Barack Obama y terminó con el concierto gratis de la «mejor banda de rock and roll del mundo», gratis, en una isla donde, para visitantes como yo, todo parece congelado en una época histórica que data incluso de antes de la formación de los Rolling Stones».

*El subdirector de deportes internacionales de la AP Chris Lehourites es un dedicado fanático de los Rolling Stones que viajó de Londres a La Habana por cuatro días para ver el concierto histórico de la banda. Le relató sus experiencias a un colega de la AP.

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