Por Danilo Lara

Este domingo son los Oscares y francamente no me importan demasiado. Primero, porque no creo que las licas premiadas por la Academia representen la cresta de la cinematografía—Creed, Sicario o la explosiva Tangarine bien merecen su lugarcito entre las mejores del año—.

Segundo, por eso de que, sí, #OscarsSoWhite. Que en los últimos dos años todos los nominados por mejor actuación sean purititas personas blancas, es producto de un sistema que arranca desde que los ejecutivos, los que ponen las varas, deciden qué historias van a ser contadas (más que todo acerca de gente blanca). Luego está la parte en que escogen al actor principal e imagino que va algo así:

¿El protagonista es blanco? —> Sí —> Pongamos a un actor blanco

¿El protagonista es blanco? —> su color es irrelevante para la historia —> Pongamos a un actor blanco

¿El protagonista es blanco? —> No —> ¿Podemos convertirlo en blanco? —> Híjuela, sería de ver porque la onda es… —> ¡Pongamos a un actor blanco!

¿El personaje principal es blanco? —> No—> ¿Podemos convertirlo en blanco? —> Definitivamente no, el guión especifica la etnicidad del personaje y no es blanco —> Okei. Mejor hagamos esto: una nueva película de Spider-Man. La gente ya olvidó lo qué le pasó al tío Ben.

Lo anterior, combinado con que el 94% de los miembros votantes de la Academia son blancos (y 77% hombres, por cierto) resulta en que los Oscares sean más blancos que una tribu de élderes mormones viviendo adentro del gigante de Cayalá.

Pero los Oscares siguen siendo una buena vitrina de algunas licas que, de otro modo, pasarían desapercibidas. Así que acá les dejo mi guía de las licas nominadas a MEJOR PELÍCULA, según las categorías que considero más importantes: QUÉ TANTO AMO ESTA PELÍCULA y QUÉ TANTOS OSOS APARECEN EN ESTA PELÍCULA.

THE BIG SHORT

Qué tanto amo esta película: como los ricos aman quedarse con el dinero de los pobres. Con un lenguaje similar al de The Wolf of Wall Street, Spotlight nos cuenta, con absoluta hilaridad, la historia de coloridos inconscientes sacándole raja al colapso económico, como alguien vendiendo muñecos vudú de los jugadores a la salida de un partido de la Selección Nacional.

Qué tantos osos aparecen en esta película: cero osos.

BRIDGE OF SPIES

Qué tanto amo esta película: tanto como todos los papás aman decir “ponete una de Tom Hanks, mijo, ese señor trabaja bonito”. Bridge of Spies es una de las películas más sobrias de Spielberg. Todo transcurre con sutileza y, por ratos, hueva. Eso sí, cuando los beats dramáticos deben brotar, brotan, y entonces te sentís conmovido por los dos hombres al centro de la trama: dos tipos correctos con grandes ideales y que Spielberg caracteriza de forma magnífica porque es tan bueno retratando personajes nobles como Scorsese retratando gente basura.

Qué tantos osos aparecen en esta película: ninguno, a pesar de que están en Rusia.

BROOKLYN

Qué tanto amo esta película: tanto como me gustaría ser pelirrojo como los irlandeses que salen en la lica, es decir que estaría bien pero no me muero por ser pelirrojo. Miren, Brooklyn es una peli romanticona, no muy distinta en cuanto a clichés y estructura que cualquiera de Jennifer Aniston, solo que envuelta en drama oscaresco. Es adorable, entretenida, ambientada de manera fabulosa y con un casting casi perfecto. Ver Brooklyn es como escuchar a tu abuela contarte cómo conoció a tu abuelo (solo que, en el caso de mi abuela, con menos caballos, secuestros de una menor de edad y disparos).

Qué tantos osos aparecen en esta película: el oso que pasé al estar solo en la sala de cine viendo un romance de época.

MAD MAX: FURY ROAD

Qué tanto amo esta película: tanto como mi abuelo amaba a mi abuela y por eso la secuestró a la medianoche y montaron a caballo eternamente, brillantes y cromados. No me interesa si Mad Max: Fury Road gana o no el Oscar, pienso que es una película que va a trascender en el tiempo, que va a cambiar, para bien, cómo se hacen las películas de acción. Fury Road es ya un clásico, un film que es único y que solo podía surgir de una visión personal, casi espiritual.

Qué tantos osos aparecen en esta película: el osito cariñosito que dispara camionadas de arcoíris encima de mis ojos cada vez que la veo.

THE MARTIAN

Qué tanto amo esta película: como Matt Damon ama perderse para que después lo rescate su gobierno. Lo que me encanta de The Martian es que es pura buena vibra. Es una lica que demuestra que, además de advertir horrendos escenarios distópicos, a veces la ciencia ficción también puede permitirse imaginar futuros optimistas, en los que el ingenio humano trabaja en cooperación para hacer de nuestra experiencia en la Tierra algo más chilero.

Qué tantos osos aparecen en esta película: no hay osos en Marte.

THE REVENANT

Qué tanto amo esta película: bien poco. Algunos dicen que The Revenant es genial, algo así como porque “cada toma es un poema visual para enmarcar”… okei, pero ¿cuál es el punto? Pocos de esos sensacionales encuadres transmiten algo sobre los personajes y su drama. Tras más de dos horas de film, solo sé que el personaje de Leo era bueno muriéndose y regresando a vivir porque Iñárritu me lo mostró en TRES escenas simbólicas, un diálogo y el título de la película.

Qué tantos osos aparecen en esta película: una familia de osos. Encuentran a Di Caprio durmiendo en una de sus camas y comiéndose sus panqueques y por eso la mamá lo ataca.

ROOM

Qué tanto amo esta película: mucho y, como claustrofóbico, también le temo. En su primera parte, Room es un thriller metafísico que, inspirado en la alegoría de la caverna de Platón, nos pregunta cuál es la porción de la realidad que experimentamos. Pero la lica también es un drama grueso sobre una mamá, su hijo y cómo quizás se la forma en que se han roto para dialogar frente al mundo.

Qué tantos osos aparecen en esta película: ¿son realmente osos? ¿O solo creemos que son osos, pero no son más que reflejos a los que dotamos de las características de un oso por medio de nuestras experiencias sensoriales? Piénsenlo.

SPOTLIGHT

Qué tanto amo esta película: tanto como amo que no salgan osos en ella, porque pienso que serían inapropiados. Spotlight es justo la película que debe ser, una historia importante (acerca del equipo periodístico que comenzó a destapar los casos de abuso sexual infantil por varios sacerdotes del área de Boston). El elenco es deluxe y sus actuaciones puntuales, quirúrgicas. Es una película que nunca desciende al shock sino que mantiene el FOCO (¡já!) en sus héroes.

Qué tantos osos aparecen en esta película: solo el sanguinario oso metafórico de la doble moral y la hipocresía.

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