Por Salazar Ochoa

Puedes engañar a cualquiera pero no puedes con la pálida
En la frontera de la pálida – Cuerpo y alma

No sé bien que estaba haciendo. Creo que estaba como ahora escribiendo una nota para el Suplemento Cultural. Me puse a buscar videos en yutub tratando de conseguir un poco de retroalimentación y fue allí donde me topé accidentalmente con los dinosaurios más agresivos que jamás habría imaginado que parió el rock guatemalteco.

_Cul4-5_1BUno escucha la música de Cuerpo y alma y automáticamente se contagia por un rock psicodélico y pesado salido de otra época pero que no por eso deja de tener vigencia y provocar deseos impostergables de sacudir la cabeza y subirle volumen al dispositivo.

Me puse en contacto con ellos de inmediato, vi un documental, me regalaron un libro además de un disco (Incombustible, 2014) que me puse a escuchar como enfermo por varias semanas. Luego hicimos una entrevista con estos energéticos abuelos del rock en Guatemala para conocer aunque sea a través de unas insuficientes líneas a los creadores del místico son-rock, género único e irrepetible.

¿Por qué tirarse al rock y no a la balada romántica tipo José José o Julio Iglesias?

Maco Luna – El rock se trae en la sangre y la sangre es el rock. La vida me hizo llegar a esa conclusión, no podía ser de otra manera.

Jorge Godínez – En mi caso se trata de venir escuchando rock n roll desde niño, estoy hablando de los años 50. La introducción de la guitarra eléctrica en el mundo da pie a que surja lo que se denominó como “el gran ritmo” o rock n roll. La guitarra eléctrica me encantó desde niño y por eso considero que seguí el camino del rock y no el de los boleros, el tango o cualquier otra música que se escuchaba en aquella época. El rock es música contra el establishment y por eso siempre me gustó.

En su primer período de actividad (1968 – 1974) ¿Qué tan perseguidos se sintieron a partir de asumir esta identidad musical rockera? Imagino que no era fácil tener el pelo largo

M. L. Sufrimos mucha represión, la policía andaba detrás de los peludos porque nos consideraban guerrilleros o marihuanos… y no se equivocaban.

¿Qué ha cambiado en la escena musical de hace cuarenta años para acá?

M. L. Ha cambiado bastante. Ahora la música es más de pedal. Los músicos de rock utilizan más pedales, entonces la guitarra se vuelve de alguna manera más artificial

J. G. Antes el rollo era más crudo, no se usaban efectos. Es a partir de Jimmy Hendrix quien empieza a introducir efectos en la guitarra e influye a muchos para realizar estas prácticas.

Carlos Castillo – Ahora los jóvenes tienen un mejor acceso a la formación musical. Hay muchas academias donde pueden estudiar formalmente y en internet pueden obtener muchos recursos didácticos. Sin embargo, adquirir instrumentos y equipo es más prohibitivo y mucho más caro. Creo que en parte por eso hay pocas bandas de rock de extracción popular. Las bandas de rock que vemos en la actualidad son de clase media o media alta que pueden pagar academias y pueden adquirir instrumentos que son caros. Además hay que tomar en cuenta que hay otras corrientes musicales que les gustan ahora a los jóvenes.

¿Ustedes crecieron influidos por todas esas bandas de rock sicodélico, en qué momento deciden empezar a crear música original y dejar de tocar música de bandas extranjeras famosas?

J. G. Cuerpo y alma se basó en el son chapín, lo fusionó con el rock y tiró un híbrido que es el son rock. Estamos hablando de la década de los 70.

M. L. En esa época todos “fusilaban”, es decir, tocaban música de otros grupos principalmente de origen inglés. Fue ahí cuando decidimos cambiar esa situación y hacer del proyecto algo más nacionalista.

Y todavía cuesta. La imitación es inherente al guatemalteco y en aquella época el grupo que mejor imitaba era el mejor. La gente decía “esos son buenos porque suenan igual a Back Sabbath” o “esos son buenos porque tocan igual que Grand Funk”.

¿Qué pasó cuando ustedes comenzaron a tocar sus propias canciones?

M. L. Bajo un poquito la audiencia del público. Costó que asimilaran eso y los frutos los estamos viendo hasta ahora. Los patojos que ahora van a los toques aprecian mejor nuestra música.

¿Cuerpo y alma era una banda de extracción popular?

M. L. Sí, éramos de la zona 5. Era popular, muy popular pero en esa época no había mucha distinción en los festivales, ahí llegaba gente de la alta, de la media y de la baja.

¿Qué es y cómo surge el son-rock chapín?

J. L. El son-rock es básicamente una fusión del rock clásico con el son guatemalteco. Ambos tienen compases o ritmos muy semejantes, entonces bien se puede cuadrar un trozo de rock puro con el son nacional y crear un sonido sumamente particular y guatemalteco.

M. L. Con la gente de Cuerpo y alma llevábamos ya un tiempo de estar tocando y decidimos establecer un lugar para tocar. Este se llamaba El Escorpión y para decorarlo conseguimos a un cuate (Jorge Paniagua) para que le hiciera murales con pintura fluorescente que contrastaran en la oscuridad.

Una noche mientras estaba bajo el efecto del tíner (había empezado a jalar tíner porque como estaban pintando había varias botellas allí) veía uno de los murales en donde estaban dibujadas unas pirámides mayas y unos platillos voladores, cuando ya estaba bien pedo pensé fusionar el son y el rock y luego les conté a los demás cuates: “miren muchá, ya no toquemos Deep Purple ni nada de esos grupos sino hagamos algo de nosotros, yo ya tengo la idea”. Me dijeron que lo hiciera y me apoyaron, así nació el son-rock chapín.

Formación actual

Carlos Castillo (guitarra líder)
Julio Luna (batería)
Jorge Godínez (bajo)
Maco Luna (guitarra rítmica y voz)

Períodos de actividad de la banda

1968 – 1974
2006 – 2015


Cuerpo y alma en concierto

Sábado 14 de noviembre a partir de las 21:00 horas en TrovaRock, 11 calle y 10 avenida zona 1 ciudad de Guatemala. Admisión Q 75.00 (cupo limitado, se aceptan tarjetas de crédito). Parqueo vigilado sobre la 11 calle

“Las canciones se hacían bien pedo y como no teníamos el recurso de una grabadora hay muchas que se perdieron.”
Maco Luna

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