Por Salazar Ochoa

Una vez al año la Fundación Yaxs abre la convocatoria para optar a una beca a la investigación y creación artística. La dotación económica de la beca sirve para cubrir costos de preproducción, producción, posproducción del proyecto y honorarios del artista. Este año el comité asesor de proyectos artísticos de Yaxs estuvo integrado por Montse Badia, Antonio Ortega y Laura Wellen, quienes luego de revisar los 30 proyectos que atendieron la convocatoria, hicieron una preselección y realizaron entrevistas a cinco candidatos. Tras una intensa deliberación, la Beca Yaxs 2015-2016 fue otorgada al escritor guatemalteco Julio Serrano y su proyecto “Ser el fuego”.

Serrano será acompañado y trabajará muy de cerca a través de un proceso de acompañamiento artístico con el colectivo Raqs, quienes buscarán a través de un diálogo constante, empujar al artista becado a abandonar su zona de confort incorporando una serie de cuestionamientos que le permitan desarrollar su obra en un sentido más amplio y completo. Conversé con Serrano, un polifacético del arte, para entender qué es “Ser el fuego” y este es el registro de su explicación.

¿Qué significa “Ser el fuego”, en qué contexto surge y que se busca lograr a través de un proceso de investigación artística?

Ser el fuego busca ser un ensayo expandido que a través de la foto, del documental, el texto y la instalación trata de reflexionar sobre la relación entre los volcanes y la historia de la resistencia en Guatemala.

De alguna manera este proyecto surge en parte como un diálogo natural y espontáneo con los movimientos ciudadanos que hemos vivido a lo largo de este año que para mí en realidad empiezan el 4 de octubre de 2012 con la masacre de Alaska en Totonicapán y desde ese momento de alguna manera nuestra generación lentamente empieza a hacerse visible en las calles. Esta relación ciudadano-calle digámoslo así, me sugiere la posibilidad de hacerme la pregunta ¿De dónde viene toda esta fuerza? y claro esto del movimiento ciudadano es muy reciente pero hay una tradición mucho más grande y profunda en términos de resistencia que nos conecta con las distintas formas de lucha y de salvaguarda que hemos tenido como pueblo en distintos lugares, concretamente estoy hablando de los demás departamentos del país, en el contexto actual me refiero al territorio, los pueblos indígenas, la lucha contra los megaproyectos, etc., hay un marco muy amplio y si sigues buscando hacia atrás tranquilamente podés tomar como punto de partida la conquista como inicio del ejercicio de la resistencia, a lo largo de la colonia y los intentos de formación de una república existe una constante: el ejercicio del poder sobre la ciudadanía en términos del poder hegemónico, en muchos casos represivo y cómo de alguna manera nosotros, como pueblo, hemos respondido a esto.

Curiosamente hace dos años Catafixia Editorial publicó una antología que se llama “El futuro empezó ayer” haciendo alusión a un verso muy famoso de Cardoza y Aragón. En esta antología hay un ensayo que se llama “Escribir para merecer volcanes” de Diego Azurdia, un joven filósofo guatemalteco, de alguna manera el autor sugiere que la producción cultural es un intento de conectarse e identificarse con la geografía guatemalteca, él dice literalmente, “Guatemala en términos geográficos es una promesa que aún no nos hemos merecido, de alguna manera nuestra producción cultural es una forma de merecernos este espacio.”

“Escribir para merecer volcanes” durante mucho tiempo me pareció una imagen muy bella, hasta que trabajando en otros proyectos en Chajul y en Santiago Atitlán mientras vivía en Xela y trataba de reconectarme con esta ciudad de donde soy originario, me di cuenta que es imposible hablar con alguien de Chajul, de Santiago, de Xela o de cualquier lugar, decirle: “vos no te merecés esto”, es imposible, no podés, no me hace sentido por ningún lado. Me surgió de nuevo la pregunta: ¿A qué se estaba refiriendo este chavo (Azurdia)? ¿Qué es lo que yo he estado sintiendo en estos tiempos? Y creo que tiene que ver con eso, no es que vayamos a merecernos los volcanes, el conflicto no es merecer o no sino serlo. Sí somos esta naturaleza, nuestro conflicto es no asumirnos como tal, aquí viene la problematización.

Este ensayo trata de hacer una revisión de asumirnos, asumir nuestras identidades y los códigos que usamos para salvaguardarnos. Concretamente estoy hablando de los pueblos mayas como una historia de resistencia y de la cantidad de dispositivos que se han creado y alimentado para salvaguardar la cultura, la tradición, la memoria y la dignidad sobre todo. En términos muy generales el proyecto trata de explorar esos dispositivos en términos de imaginario y cómo de alguna manera también el volcán no es una metáfora de lo que nosotros sentimos, pensamos y luchamos sino ES LA LUCHA, ES EL SENTIR, nosotros somos esa misma fuerza telúrica o bien como un buen amigo dice cada vez que hay problemas sociales en Guatemala (que es tres veces por semana): “el problema es que hay demasiados volcanes”.

¿Qué camino vas a seguir, cuáles son tus objetivos y que hipótesis estás buscando comprobar? Sé que estás en una etapa embrionaria del proceso de investigación artística pero probablemente ya trazaste una ruta metodológica.

La metodología es muy simple: teniendo estos triángulos hermosos en el centro de nuestros ojos todo el tiempo de alguna manera la respuesta está en los mismos volcanes. Muchas veces pensamos en el método científico como tal, como base del pensamiento occidental que te plantea esa lógica de profundidad en términos de verticalidad y escarbar hacia el corazón de tu objeto observado y a mí me interesa más bien la horizontalidad que te dan las ventanas cuando vos vas viajando en un bus o vas de copiloto en un carro, te ponés a ver por la ventana y empezás a elucubrar muchas cosas. Me parece que aproximarme a un volcán en términos del registro de la sensación me va a dar la misma ruta a seguir y aquí voy a ponerme metafórico con el asunto: el mejor camino para seguir es el que el animal sigue, la mejor forma de hacer una camino hasta la fecha es poner a una mula a caminar, vos la seguís y ella va eligiendo el camino, de alguna manera la misma naturaleza te da el rumbo, ¿A qué voy con esto? Si ya tengo todo este marco referencial en términos de que considero que tenemos una larga, profunda e importante tradición de resistencia a través de elementos tan cotidianos como un calendario por ejemplo, teniendo eso, lo único que necesito es caminar a través de esos espacios, de alguna manera en el proyecto está planteada la permanente visita volcánica. Ahí está la respuesta. Passolini tiene un verso que me parece bellísimo que dice “No hay pregunta para aquello que no tiene respuesta. La respuesta, si la hay, está en la suave brisa del atardecer”, me voy un poco por esa línea y si lo querés ver así puede ser un trabajo muy contemplativo verdad, no estoy buscando, me estoy encontrando.

Los volcanes están cargados de sentido, eso es lo hermoso y maravilloso, son un excedente de tierra lleno de vida y con esto me refiero a las comunidades que habitan sus alrededores, el niño que mira desde su ventana y todas esas relaciones que tenemos con ellos. A partir de eso surgirá la respuesta a cómo ese elemento, el volcán, habla de nosotros y de nuestro intento de seguir aquí. Esa es la resistencia: estamos aquí, seguimos aquí, somos esto.

¿En dónde te sentís más cómodo a la hora de trabajar y cómo vas a mezclar estas disciplinas para realizar Ser el fuego? Esto a partir de que has trabajado en poesía y video entre otros?

Mi obra; desde donde hablo, me gusta partir de la idea quizá muy romántica de la curiosidad. Soy una persona curiosa por naturaleza y dentro de ese espacio de curiosidad, la poesía es y será mi punto de partida aunque en términos de géneros ya me da igual. Hay un aprendizaje que le debo totalmente a la poesía y es que como artistas trabajamos con el lenguaje, con varios lenguajes y si vos te ponés a reflexionar sobre la naturaleza del lenguaje, eventualmente vas a poder entenderlo en abstracto o intuirlo en abstracto y esta abstracción te va a permitir desplazarte en el lenguaje teniendo conocimientos básicos de otras formas de lenguaje.

Me siento muy cómodo, por ejemplo, trabajando con audiovisuales, es un lenguaje que me resulta muy cercano y esto evidentemente incluye a la fotografía, el cine documental por decirlo de alguna manera, el ensayo visual que es lo que a mí me interesa. Desde mi primer libro pasó, un libro que anhelaba ser otra cosa. Los géneros siempre me han causado bastante conflicto, varios de mis poemas son videos, otros son formas y creo que este proceso no será la excepción. Incluso me estoy metiendo a una parte muy particular de lo literario para no hablar de literaturas porque no estoy seguro que este sea un proyecto literario aunque sea muy poético. Quiero aventurarme al ensayo un género que me gusta mucho pero en este caso ¿qué pasa si le metés dinamita al ensayo? ¿A dónde te lleva? Me gusta la lógica de lo expandido, de la versatilidad y del movimiento

¿Qué esperás crear como resultado final, aunque es un tanto precoz para decirlo imagino que no se va a quedar en un texto o sí?

Por supuesto, en términos de qué estoy imaginando, si me preguntaras qué está en mi cabeza en realidad son una serie de estímulos que si los juntás en términos de una experiencia o como lector y cuando digo lector me refiero a un sentido muy amplio que te da unas reflexiones con respecto al tema que quiero tratar. Es muy probable que este proyecto tenga una plataforma web, una plataforma libre y una plataforma expositiva que está entrelazada y el recorrido es o que te da la experiencia. Me gusta la idea de pensar que es un ensayo no lineal, tan hipertextual como una página web puede ser una exposición o un libro y el hipertexto como forma de expansión del conocimiento me parece perfecto, me siento súper cómodo con esos brincos que la linealidad no te permite, creo entonces que será un proyecto multiformato porque a mí lo que me interesa por mucho es el proceso y me parece que el multiformato es una de las mejores maneras de hacer de un proceso algo abierto.


Sobre el colectivo artístico Raqs

El Raqs Media Collective fue fundado en 1992 en la India por Jeebesh Bagchi, Mónica Narula y Shuddhabrata Sengupta. El colectivo juega una pluralidad de papeles y a menudo aparecen como artistas aunque en ocasiones se convierten en curadores. Son considerados responsables de haber creado impactos profundos en la cultura contemporánea en su país.

Tienen en su haber numerosas exposiciones comisariadas, libros editados, eventos organizados, colaboraciones con arquitectos, programadores, escritores y directores de teatro. Han participado en la Bienal de Venecia y en la documenta (una de las exposiciones más importantes de arte contemporáneo) en Kassel, Alemania. Actualmente se desempeñan como curadores la Bienal de Shangai en China.

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