Por NEKESA MUMBI MOODY
NUEVA YORK
Agencia/AP
Que Aretha Franklin le cante a alguien es en sí un regalo, pero la Reina del Soul hará algo especial para el Papa Francisco cuando le dedique una actuación en el concierto Festival de las Familias el sábado en Filadelfia.
Franklin dijo ayer en entrevista con The Associated Press que le regalará al Papa una caja de sermones escritos por su padre, el activista por los derechos civiles, C.L. Franklin, un famoso predicador.
«Casi todo lo que grabó está ahí», dijo.
Franklin es una de varios artistas, incluyendo al italiano Andrea Bocelli y el colombiano Juanes, que se presentarán durante la visita del papa a Estados Unidos. El sumo pontífice llegó a Washington el martes y estará en Nueva York antes de terminar su viaje en Filadelfia.
Franklin dijo que admiraba al Papa por su atención a los pobres: «Me impresiona por ser un papa muy, muy bondadoso».
La cantante, quien se ha presentado ante presidentes, activistas por los derechos civiles, líderes y luminarias, cantó para el Papa Juan Pablo II cuando visitó Detroit en 1987.
«Cuando me dijeron que cantara su caravana iba llegando a (el parque) Hart Plaza, así que no sé si escuchó la presentación o no, pero el sistema de sonido era tan fuerte que estoy segura de que sí», señaló.
Franklin dijo que se siente «sumamente agradecida» por estar incluida en el concierto.
«Simplemente tener este tipo de atención en este momento de mi carrera es algo muy importante», dijo.
La intérprete planea cantar «Amazing Grace» para Francisco y otra canción que se negó revelar: «Dejaré que se sorprendan», dijo.
Eligió «Amazing Grace» por su atractivo universal. La pieza está incluida en su popular disco homónimo de gospel lanzado hace décadas.
«Amazing Grace» es también un documental del fallecido director Sydney Pollack sobre el concierto en el que se grabó ese disco clásico. El documental iba a ser presentado este año en el Festival de Cine de Telluride, pero Franklin obtuvo una orden para impedir que fuera exhibido. La cantante se negó a hablar sobre el caso argumentando que se impuso una orden mordaza.
Franklin, de 73 años, dijo que hará algunos conciertos este año, después planea reducir su ritmo de trabajo para pasar más tiempo con sus nietos. Agregó que está en pláticas con disqueras para grabar nueva música.
«Me muero de ganas de regresar al estudio».