Por Tania Morales

Creado con el fin de reivindicar el respeto y el derecho a la vida que las y los jóvenes merecen, sin importar sus condiciones de existencia, la compañía de danza CHEVAH se une al trabajo conjunto de diferentes organizaciones juveniles para crear una nueva plataforma que impulse la colectividad y la integración social de la Juventud.

El Festival establece un espacio dedicado a la danza y el movimiento contemporáneo, permitiendo visualizar sus alcances como una herramienta que propicie un medio de cohesión entre los intérpretes, la población guatemalteca y los jóvenes hombres y mujeres provenientes de las aéreas urbano marginales del departamento de Guatemala inicialmente.

Cada edición se realiza en agosto, dentro del marco de la celebración del Día Internacional de la Juventud, una parte de sus 5 ejes principales (danza y movimiento contemporáneo, hip hop, espacios formativos, deportes extremos y música en vivo).

La inauguración del festival se llevó a cabo con una serie de actividades como; un conversatorio, talleres de formación, una exposición de video-danza, una improvisación en la exposición del Museo del Prado y muestras coreográficas en la Concha Acústica, Parque Centenario de la ciudad de Guatemala.

El conversatorio fue realizado con el objetivo de convocar al mayor número de asistentes posibles, principalmente bailarines/as, para generar y medir de alguna manera, el interés de cada uno por crear un conocimiento propio de lo que significa la danza contemporánea, poniendo de forma comparativa, los conceptos obtenidos desde nuestra perspectiva como guatemaltecos poniéndola en contexto con las percepciones de los invitados internacionales. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados, ya que del total de asistentes el 85% se atribuyó a la presencia de músicos y actores, así como personas que no forman parte de la rama dancística; dejando el 15% a bailarines/as, estudiantes y profesionales.

A pesar de los resultados inesperados en cuanto a la asistencia, la actividad se llevó a cabo con éxito. Obteniendo conceptos claros en respuesta a las inquietudes de cada uno, concluyendo que, la danza contemporánea es un arte integral que sirve como una herramienta que no excluye y que refiere a todo aquello que es relativo a la época y al contexto cultural en el que se encuentra cada país o cada individuo. De esa cuenta, las definiciones obtenidas tuvieron en común, la investigación y la exploración de nuevas formas del movimiento, poniendo énfasis en la fusión de diferentes técnicas, estilos y tendencias como herramientas para el proceso de creación.

Otra de las actividades que se realizaron fue el «Programa de Talleres de Formación», creado con el fin de habilitar un espacio abierto de aprendizaje para todo público. A través del programa se desarrollaron 10 talleres dentro de los cuales, en 6 de estos se realizaron en centros educativos y espacios de formación profesional (Instituto Normal Centroamérica (INCA), Compañía de Artes «Raxela», Centro Cultural de las Américas, Escuela Superior de Arte Usac, Escuela Nacional de Danza y el Estudio de Formación Artística Integral «Filantropía»). En cada uno de estos talleres la afluencia fue de al menos 40 jóvenes, hombres y mujeres comprendidos entre los 14 y 27 años de edad. A quienes no se les hizo ningún tipo de petición económica.

Adicionalmente se habilitaron 4 talleres más, impartidos por maestros y maestras internacionales dirigidas de igual forma a público en general, jóvenes estudiantes y artistas profesionales de la danza, de los cuales solo se obtuvo un 10% de la asistencia requerida, quienes harían un aporte de Q25.00 por cada taller. Lamentamos mucho que la respuesta a estos talleres haya sido mínima ya que nos muestra el poco interés que tiene la juventud por costearse su propia educación.

Como tercera actividad se llevó acabo la presentación de una serie de producciones audiovisuales (video-danza). Exponiendo proyectos nacionales e internacionales, entre ellos, la Selección de Premiados INSHADOW 2014, una colaboración del Festival de la Juventud con el Festival INSHADOW, que se realiza en Lisboa-Portugal. Esta actividad se realizó en las instalaciones de la Cooperación Española en Antigua Guatemala; superando cada una de las expectativas, entre estas la de asistencia. El principal objetivo de esta actividad tiene la visión de proveer al espectador un acercamiento a las diferentes herramientas artísticas, que se integran para dar pie a una nueva forma de creación, en este caso las disciplinas del video y la danza respectivamente. Complementariamente el público pudo apreciar 3 muestras coreográficas de pequeño formato, esto, como un estímulo a presenciar la obra completa en la gala realizada el domingo 9 de agosto en la Concha Acústica del Parque Centenario.

En colaboración con la exposición del Museo del Prado y el Centro Cultural de España en Guatemala, el Festival de la Juventud presentó una actividad más, denominada «El prado en movimiento». Una invitación al público a través de la improvisación de movimiento en donde todos los participantes, bailarines y bailarinas profesionales, dieron paso a la inspiración a través de las piezas de la exposición y al acompañamiento de alrededor de más de 70 personas que circulaban en la exposición. Una actividad que sin duda alguna cumple el objetivo de llevar la danza a un nuevo público.

Terminamos el festival con las muestras coreográficas en la Concha Acústica por la tarde del domingo 9 de agosto, una celebración de danza que unió el movimiento de varios países invitados en un solo escenario, y nos encontramos completamente agradecidos con el público ya que tuvimos el agrado de ver completamente abarrotado el espacio, con gente que realmente apreció ver lo que esta rama artística puede ofrecer.

Consideramos que este festival no solo une sino aporta sin duda alguna un crecimiento, abre puertas para compartir y proyectar nuestras visiones dentro de lo que cada bailarín hace y nos deja provocar estímulos en los individuos para un nuevo aire a la danza en nuestro país, creemos que es una herramienta que puede cambiar la vida del espectador, ya que hemos experimentado que en la fuerza de la danza podemos sanar, perdonar, olvidar, así como darnos un valor y una identidad propia, nos hace soñar y está a la vez comunica algo a alguien, busca la unión de mente y cuerpo, de lo visible y lo invisible, de humanizar el movimiento, de encontrar un por qué o para qué y estamos claros que las cosas solo se logran trabajando; “LA DANZA ES TRABAJO”.

Tania Morales
Compañía de Danza CHEVAH Guatemala

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