POR REDACCIÓN CULTURA
Esta presentación sinfónica llamada por la agrupación centroamericana como el “Festival Beethoven”, incluirá un repertorio de Ludwig Van Beethoven como el Concierto para violín y orquesta en Re Mayor, y varias composiciones guatemaltecas tal como el Concierto para marimba y orquesta no. 1 del maestro Jorge Sarmientos. Walter Michael Vollhardt y Aurélien Bello, se encargarán de la dirección del evento.
El concierto iniciará a las 18:30 horas y la entrada será gratuita. Asimismo, el evento será transmitido por la página web de la orquesta www.ojca.info/tvojca
SOBRE LA ORQUESTA
La OJCA es un programa de integración regional a través de la música. Se compone por los mejores jóvenes músicos de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, estando los países del Caribe y México, en proceso formal de ingreso, y Alemania, que acompaña el encuentro de este 2014. Los jóvenes integrantes pasan todos los años, por audiciones regionales e internacionales, y es la OJCA una plataforma de práctica grupal de alto nivel musical y de visibilidad para cada uno de ellos.
De acuerdo al director de la institución, Alejo Campos, “OJCA contribuye a fomentar el espíritu integracionista en Centroamérica al establecer una red de músicos jóvenes que están en diferentes países, que ahora se conocen, intercambian, se visitan, hacen música y promueven sus propias historias de vida en un contexto regional.
La posibilidad de convivir durante dos semanas entre jóvenes provenientes de diferentes contextos culturales ayuda para que la diversidad cultural de los pueblos no sea vista como un elemento de estigma, burla o competencias, sino como un elemento enriquecedor dentro del dialogo cultural de ellos mismos, que aprenden cómo una misma palabra, por ejemplo, se dice de muchas formas diferentes a pocos kilómetros de su ciudad natal, y aprenden a respetar que existen otras formas de decir lo mismo.
Y para lograr esta integración entre ellos, el espacio que posibilita la práctica sinfónica grupal es ideal. En la orquesta no queda otra opción que escucharse, esperar al compañero, respetarlo, el tocar juntos se traduce en un convivir juntos diario, donde el respeto de las diversidades es necesario para que ese convivir sea en un marco de paz, humanidad e integración, que tiene como resultado la construcción en grupo del mejor sonido, razón por la cual tocamos juntos”.
EL TROMPETISTA GUATEMALTECO
Julio Oliva, trompetista guatemalteco, a sus 23 años integra la Orquesta Centroamericana y del Caribe. En estos días, Oliva se alista para ser parte por cuarta ocasión de un encuentro de la Orquesta Juvenil Centroamericana y del Caribe (OJCA), cuya segunda parte se realiza en su país natal.
Aunque su acercamiento a la música comienza jugando a tener un grupo musical con un vecino suyo, quien en realidad sería su primer maestro de música, entra al conservatorio y, sin saber bien cómo, pide estudiar trompeta: era tan pequeño que debe, entonces, estudiar tres años de violín antes de pasar a ese instrumento que resuena de forma magnífica e imponente, majestuosa, cuyo sonido es “versátil, brillante, pero dulce a la vez”. Ya dentro del conservatorio, su maestro Mario Martínez le enseña “a no ser conformista, a ser perseverante y tratar de exprimir al máximo cada ejercicio por muy pequeño que sea”, algo que, en realidad, se puede llevar a cualquier aspecto de la vida cotidiana.
“Tocar mi instrumento es mi felicidad”, asegura, y aunque no tiene predilección por una única pieza, reconoce el valor del Concierto para Trompeta en Mi Bemol de Joseph Haydn, pues es el primer concierto que se compuso para trompeta, lo que lo vuelve pieza obligada para una audición. Su interpretación más memorable, sin embargo, “por todo lo que significó, el esfuerzo y la confianza que después me dejó, sería el Concierto de Brandenburgo no. 2 de Johann Sebastian Bach”, indica.
Julio es también anfitrión del evento sinfónico y ello implica que tendrá que interpretar dos piezas de compatriotas suyos: el Concierto para Marimba y Orquesta, de Jorge Sarmientos, y Luna de Xelajú, de Paco Pérez.
“Es importante no solo para el país, sino para el resto de países centroamericanos, que se abra la puerta a nuestra música y a nuestros artistas al mundo. Cuando la OJCA estuvo acá en Guatemala en el 2011 se tocó un concierto para marimba y orquesta, así que me da mucha felicidad que se vuelva a dar”.
Oliva califica a la OJCA como una gran experiencia que sirve para toda la vida. Por ello, dice, que hay que disfrutar y aprovechar al máximo el campamento de estudio, tanto por la convivencia con otros jóvenes músicos como por los maestros. Y de ellos conoce bien, pues Marvin Alvarado y Armando Trujillo, “dos grandes de la música popular acá”, son maestros de los campamentos de la OJCA que Julio admira como músicos y como personas.
Con su Bachillerato en Arte Especializado en Trompeta y su Licenciatura en Música Especializada en Instrumento caminando, se ve en los próximos años como un gran trompetista y docente, tocando distintos estilos de música, pero, sobre todo, espera seguir representando a su país “al máximo” a través de la música.
En la orquesta no queda otra opción que escucharse, esperar al compañero, respetarlo, el tocar juntos se traduce en un convivir juntos diario, donde el respeto de las diversidades es necesario para que ese convivir sea en un marco de paz, humanidad e integración, que tiene como resultado la construcción en grupo del mejor sonido, razón por la cual tocamos juntos – Alejo Campos.