POR LUIS PEDRO LÓPEZ
Colaboración

MARIO CHANG
La Hora: ¿Qué podés contarnos sobre tu experiencia como ganador en el certamen Operalia 2014?
Mario Chang: Me siento realmente satisfecho y agradecido. Operalia siempre fue uno de los concursos al que más respeto le he tenido por sus dificultades y por lo que representa. Me siento bendecido porque la vida sin querer me llevó hasta eso que tanto admiraba y que miraba tan inalcanzable. Me di cuenta que cuando amás lo que hacés con todo el corazón, el tiempo se va volando y cuando menos sentís ya llegaste a tu meta.

Además trabajar de cerca con el Maestro Plácido Domingo, quien es una leyenda viviente, y además mi más grande ídolo, es algo que me marcó para siempre y seguramente la mejor experiencia de mi vida. Recibir el favor del público también fue algo que no me esperaba. Estoy todavía en la nube, no lo puedo creer.

LH: ¿Cómo calificás al resto de competidores?
MC: Extremadamente buenos y talentosos. Los 40 cantantes que llegan a la fase de eliminatorias luego de ser elegidos entre miles de aplicaciones; son cantantes que ya tienen una buena trayectoria en escenarios del mundo y que están listos para tomar un contrato y cantar óperas de inmediato, es una competencia de un nivel muy alto de dificultad, tanto por los cantantes como por el jurado.

LH: ¿Cuáles son tus planes en el plano profesional?
MC: Seguir presentándome en diferentes escenarios con los roles adecuados para poder tener una carrera lo más larga posible. Seguir aprendiendo, pues nunca se deja de hacerlo. ¡Cantar mucho porque amo cantar!

Seguir desarrollando nuestro proyecto de vida, Querido Arte, un proyecto que iniciamos hace algunos años con mi esposa, la soprano María José Morales, para poder apoyar a los jóvenes talentos en Guatemala y desarrollar y difundir la ópera en nuestro país. De este proyecto ya tenemos a la primera beneficiaria que es la soprano Pamela Morales, quien posee una extraordinaria voz y que podrá viajar el próximo año a perfeccionarse a un curso intensivo, la Serenata de la Asunción anual en la Catedral Metropolitana, entre otros proyectos y actividades que desarrollamos a lo largo del año y que ya están en proceso.

LH: ¿Cómo empezó tu pasión por la música y el canto?
MC: Cuando era pequeño escuché una grabación precisamente de Plácido Domingo cantando Pagliacci y trataba de imitarlo, allí me di cuenta que eso es lo que quería para mí, para cantar el resto de mi vida.

LH: ¿Tienes planes de regresar a Guatemala?
MC: Por supuesto que sí, Guatemala me encanta, es parte de mí y lo será siempre. Estoy planificando siempre reservar tiempo para hacerlo frecuentemente durante el año para hacer actividades y conciertos y visitar a la familia y amigos.

LH: ¿Qué mensaje le dejás a los jóvenes artistas guatemaltecos?
MC: Que persigan sus sueños, que no importa lo que sea ni que tan loco suene, lo pueden lograr siempre y cuando se esfuercen y dediquen.

MARÍA JOSÉ MORALES
LH: ¿Cómo va tu carrera en la ópera?
MJ: Me siento muy contenta porque desde el año pasado he podido cumplir varias metas que tenía. Una fue poder estudiar con mi maestro Bernardo Villalobos, en Nueva York, de una forma más frecuente. A principios del año canté en rol de Barbarina en las Bodas de Fígaro con una compañía de ópera en Brooklyn, NY. Y a mediados un concierto con Mario y el pianista israelí Nimrod Pfeffer en Middleburg, Virginia.

En junio y julio, fui seleccionada para participar en uno de los mejores programas para jóvenes cantantes del mundo, IVAI (International Vocal Arts Institute). Me fui un mes a Virginia, USA y uno a Tel Aviv, Israel a tomar clases con muchos de los mejores coaches y maestros del mundo, fue una experiencia realmente increíble para mí, de mucho aprendizaje y de poder representar a Guatemala en estos países y en diferentes escenarios.

También me siento orgullosa de haber producido nuestra ya 6ta. Serenata de La Asunción el pasado 15 de agosto y haber estrenado un Ave María escrito especialmente para mí y la ocasión por el pianista y compositor guatemalteco Hugo Arenas.

LH: ¿Qué planes tenés?
MJ: Seguir estudiando y preparándome con mi maestro Bernardo para hacer audiciones, ahora que nos mudamos a Europa por un tiempo, se abren nuevas oportunidades para mí y estoy poniendo todo mi esfuerzo en eso.

LH: ¿Cómo se conocieron con Mario?
MJ: Nos vimos por primera vez en una audición para cantar en la ópera La Traviata en el 2006, que se presentó en el Teatro Nacional. Yo era nueva en el mundo de la ópera y no conocía a nadie y no tenía maestros aún. Él tuvo de esa audición su primer papel. A los pocos días me inscribí en el Conservatorio Nacional de Música; en el primer día de clases, Mario se me acercó, me tocó el hombro para preguntarme si yo había sido la que había participado en la audición, por que me reconoció y le gustó mucho. Así empezamos a ser amigos. Entre clases de solfeo nos juntábamos a ver óperas en las gradas del Conservatorio y siempre andábamos juntos. Empecé a ir a escucharlo a los conciertos que daba. Siempre fue mi ídolo. Yo le dije: ¡Yo te veo en los grandes escenarios, vas a ver!!

Después nos dejamos de ver por un tiempo y nos volvimos a topar en clases de italiano. Allí descubrimos que también éramos vecinos así que nos dábamos “jalón”, como decimos los chapines.

Pasábamos chateando todo el día, hablando de música. Un día, platicando, nos dimos cuenta que nos admirábamos mutuamente y que sentíamos más que sólo cariño de amigos. Pasamos de ser los mejores amigos a novios sin pensarlo, y más adelante a casarnos.

Aún chateamos todo el día cuando estamos lejos y aún hablamos de música cada día; somos los mismos que cuando nos sentábamos en el graderío del Conservatorio a hablar de nuestros sueños de cantar.

LH: ¿Cómo ha sido la experiencia amor-ópera para su relación?
MJ: Es lo más bonito que nos pudo haber regalado la vida. No hay nada como estar con alguien que entiende lo que hacés y que te cuide. Si no estuviéramos con otro cantante, la otra persona no entendería que no te podés desvelar, o que no podés salir hoy porque tenés que cantar, o que prefieres no comer tal cosa etc.

Creo que es un trabajo de equipo, nos apoyamos en todo y somos los más grandes fans uno del otro. Cuando yo canto, Mario está pendiente de tomarme fotos con la cámara y que no deje tiradas mis cosas, y yo igual con él.

Nuestra vida es un soundtrack, una ópera. Todo el tiempo hablamos con frases de ópera y cantamos cuando hablamos. Somos muy cariñosos el uno con el otro, pero a la vez somos los peores críticos, nos decimos las cosas directas con cien por ciento de honestidad para poder mejorar.

Yo le digo: perdón Chuti pero te faltó emoción hoy. Lo has hecho mejor otras veces, y él me dice cosas como: Nena, esa frase no es así, por qué no probás hacer esto otro. Él ha sido un gran maestro para mí.

Todas las decisiones las tomamos y discutimos juntos. Hemos pasado por momentos muy duros y difíciles y hemos estado juntos para los bonitos. Cuando estamos separados no es lo mismo, nos ponemos muy tristes. Las peleas definitivamente son dramáticas.

Estamos muy agradecidos de poder ser testigos en primera fila de todos nuestros logros y fracasos y estar allí el uno para el otro.

LH: ¿Tienen planes de casarse de nuevo?
MJ: Llevamos ocho años de conocernos y tres de casados. Nos casamos por lo civil en una ceremonia muy pequeña. Nos casó una amiga también soprano y tuvimos muy pocos testigos, todos músicos, amigos y familia muy cercana. Como todo ha pasado tan rápido no hemos podido hacer la ceremonia religiosa aún pero estamos planificando hacer algo bonito con todos nuestros amigos y familia pronto en Guatemala.

Recibir el favor del público también fue algo que no me esperaba. Estoy todavía en la nube, no lo puedo creer. – Chang.
A los pocos días me inscribí en el Conservatorio Nacional de Música. – Morales.
Cuando yo canto, Mario está pendiente de tomarme fotos con la cámara y que no deje tiradas mis cosas, y yo igual con él. – Morales.


EL CERTAMEN*

Operalia la fundó el destacado cantante Plácido Domingo en 1993, con el fin de descubrir, reconocer y apoyar a los más destacados jóvenes cantantes de ópera.

El certamen recibe anualmente cerca de mil solicitudes de concursantes de todas partes del mundo y es, para Domingo, su legado más importante al mundo de la ópera.

Los concursantes provenientes de 17 países se sometieron a diferentes pruebas eliminatorias donde un jurado compuesto por 14 personas, entre ellos responsables del casting y directores de ópera de Europa, Asia y América, fueron seleccionando a los más talentosos.

De esta competición han surgido figuras de la ópera actual como el mexicano Rolando Villazón, el uruguayo Erwin Schrottlas, las estadounidenses Joyce DiDonato y Elizabeth Futral, el maltés Joseph Calleja, la sueca Nina Stemme, los franceses Ludovic Tézier y Stéphane Degout o la albanesa Inva Mula.

El tenor guatemalteco Mario Chang ganó el concurso de ópera Operalia 2014, en una gala celebrada en Los Ángeles, en la que participaron 10 finalistas.

El jurado reconoció la fuerza y habilidad vocal de Chang, quien interpretó el pasaje Ella mi fu rapita de la obra “Rigoletto”, escrita por el músico y compositor italiano Giuseppe Verdi.

El guatemalteco se coronó además como el mejor cantante masculino de Zarzuela gracias a la pieza “No puede ser” de la obra “La taberna del puerto”, compuesta por el español Pablo Sorozábal.

En la categoría femenina, la mejor fue la soprano estadounidense Rachel Willis-Sorensen, de 30 años, que interpretó el pasaje Dich, teure Halle de la obra Tannhäuser, del alemán Richard Wagner.

La gala también premió con el segundo puesto al tenor mexicano-estadounidense Joshua Guerrero y a la soprano estadounidense Amanda Woodbury.

*Información del Ministerio de Cultura y Deportes

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