VENECIA
Agencia dpa

Hollywood es un territorio en el que se copia mucho, aseguró Bogdanovich (Nueva York, 1939), quien recordó que cuando James Cameron estaba rodando «Titanic» todo el mundo pensó que iba a fracasar, pero cuando vieron el éxito conseguido, comenzaron a hacer grandes producciones.

«Ahora todo se trata de tener una buena taquilla el primer fin de semana», explicó el realizador, quien hoy regaló casi dos horas de risas con «She’s Funny That Way», una comedia protagonizada por Owen Wilson.

Ahora, se lamentó el director de «The Last Picture Show», no queda espacio para pequeñas películas, por eso él tuvo que recurrir al apoyo de amigos, como Wes Anderson y Noah Baumbach, los cineastas que han producido la cinta y que, a su vez, también rinden una suerte de reconocimiento a Bogdanovich apoyándolo. Y parece que amigos a Bogdanovich no le faltan, pues consigue que Quentin Tarantino haga un cameo o que su ex Cybill Shepherd interprete un par de escenas.

El filme, que se muestra fuera de concurso en la Mostra de Venecia, gira en torno a un director teatral que, tras conocer a una prostituta (Imogen Poots), decide darle dinero para que deje esa profesión. A esta comedia de enredo, que bebe del mejor cine clásico estadounidense, se suma una peculiar psicoterapeuta (una divertida Jennifer Aniston), que parece la más necesitada de una terapia.

Bogdanovich, que rueda y ambienta la comedia en su Nueva York natal, comentó que no le interesan las producciones con efectos especiales. «Me gusta hacer reír a la gente. Ese es el mayor placer. Es el mayor regalo para un cineasta», agregó el director, que escribió esta comedia romántica con su ex mujer Louise Stratten a fines de los 90 porque estaban viviendo momentos duros y querían animarse.

La idea nació de una experiencia propia durante el rodaje en Singapur de «Saint Jack» (1979), que casualmente fue distinguida en Venecia. El realizador conoció a unas prostitutas a las que les dio dinero para emprender una nueva vida. Con esa idea e inspirado por la película «Cluny Brown», de Ernst Lubitsch, nació la comedia que hoy hizo pasar un muy buen rato a la prensa.

Owen Wilson, el único del trío protagonista presente en Venecia, encarna a un director teatral algo inocente en un papel que recuerda al de «Midnight in Paris», de Woody Allen. «Creo que hay un parecido entre ambos personajes, pero también hay parecido en el set. Peter y Woody tienen una forma muy caballerosa de tratar con la gente», agregó el actor, quien sigue combinando producciones de los grandes estudios con trabajos de perfil independiente.

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