POR PAOLINA ALBANI
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Esta tarde, Apple Pie ofrecerá su segundo concierto y la entrada al evento será gratuita, también habrá una exposición fotográfica, poesía, para vivir la paz y el amor de los años 60.
Rico Molina, integrante de la banda, contó que este concierto surgió de una reunión con viejos amigos, quienes en los años sesenta se dedicaron a compartir música con sentido, por lo que esta es la ocasión la banda busca despertar el espíritu de expresión en la juventud para que sean revolucionarios en cuestiones de arte, mediante sus canciones.
A la vez un concierto de este tipo es el medio que Apple Pie tiene para sacar a la juventud de la monotonía causada por la música actual a través de letras propias del heavy rock.
La banda espera remarcar la importancia de conservar la identidad nacional y esto solo puede lograrlo integrando al espectáculo los iconos musicales más reconocidos de Guatemala: la marimba y los chinchines.
SOBRE LA BANDA
El nombre del Apple Pie nació en 1967, con la influencia de los grupos ingleses y americanos de los años 60, en ese entonces el grupo fue integrado por Gentry Ordoñez, Rico Molina, Wicho Zelaya, Tito Henkle.
“Escuchábamos música novedosa e impactante que vino a transformar totalmente el gusto musical de jóvenes y adultos de los años 70, esto debido a la composición y al manejo instrumental que aún no estaba influenciado por la tecnología digital y el contenido de los poemas que se cantaban, en donde resaltaba la amistad, el amor a la vida, a la naturaleza, la paz y sobre todo el rescate de los valores humanos y al creador del universo”, contó Rico.
Apple Pie se caracterizó por interpretar la música de grandes maestros como Led Zepelin, Deep Purple, The Doors, Grand Funk, La Crema, The Rolling Stones, The Beatles, especialmente la del Grand Funk interpretando Are you Ready, Call your Self a Men, Confort Me, Felling all right entre otras de la Crema, White Room, Badge, de The Doors, Love mi Two Times, de The Rolling Stones, Satisfaction y muchas otras dentro de las más conocidas, llegando a tener un repertorio de 300 melodías.
Sus conciertos se concentraron en plazas al aire libre, teatros, discotecas y bares en México y toda Centro América.
