KIEV
Agencia DPA

En el futuro será necesario que las películas rusas tengan un visto bueno para determinar «que son acordes con la ley nacional», informaron las autoridades cinematográficas en Kiev.

En lo que respecta al mercado de libros, Ucrania creará una cuota para proteger a la producción local de la mayoría de volúmenes extranjeros, sobre todo rusos, dijo el viceprimer ministro Alexander Sych, del partido nacionalista Svoboda.

«Nada más lejos de decir que todos los libros rusos son malos», afirmó Sych en una conferencia de prensa. «Pero nos vemos obligados a proteger a los consumidores ucranianos de productos editoriales xenófobos que buscan desestabilizar la situación en el país», añadió.

Rusia envía a Ucrania una «producción de tercera clase», opinó el funcionario.

Desde su independencia, Ucrania se esfuerza por promover la cultura en su propio idioma, pero hasta ahora no había hecho mucha presión en ese sentido. Como la mayoría de los ucranianos habla tanto su idioma como ruso, la cultura rusa suele imponerse en el consumo cotidiano.

Rusia produce libros a gran escala para todos los países del antiguo bloque soviético, mientras que las ediciones ucranianas son pequeñas y caras. También tienen mucha mayor distribución las películas y series televisivas rusas.

Los expertos cinematográficos ucranianos se mostraron indignados con la serie televisiva rusa «La guardia blanca», inspirada en la novela de Mijaíl Bulgákov, rodada en 2012 por Sergei Sneshkin y que transcurre en Kiev en la época de la Revolución tras la Primera Guerra Mundial. También generó rechazo un filme ruso de Gleb Orlov sobre el campeón de lucha libre ucraniano Iván Poddubny.

Estas películas «muestran desprecio por la lengua, el pueblo y la nación ucranianos», aseguraron las autoridades cinematográficas. Algunos datos históricos están falseados o manipulados a favor de Rusia, indicaron. Ninguna de las dos producciones recibieron licencia para su distribución en Ucrania.

Sólo un quinto del mercado editorial en Ucrania es de producción local, dijo Sych. «Introduciremos una licencia para los libros rusos y una cuota para libros extranjeros dependiendo de qué porcentaje constituyan en el mercado ucraniano». El funcionario no dijo a cuánto ascenderá esa cuota.

Artículo anteriorGabriel Fuentes, un músico “desgenerado”
Artículo siguienteAparece una carta de Andersen escrita a un amigo