La filosofía primera 

 

Aristóteles (384-322 a. Je.) fue discípulo de Platón en Atenas, pero se distanció progresivamente de él por su mayor naturalismo y también por la inclinación más conservadora de su filosofía política. Con todo, Aristóteles es quizás el mayor genio filosófico de Grecia, fundador de la lógica y de la ética como disciplinas filosóficas autónomas. Además, fue un científico de saber amplísimo, uno de los mejores testimonios del conocimiento de la naturaleza en la antigüedad, cuyas influencias se prolongaron hasta el renacimiento. En el texto que presentamos, Aristóteles defiende la constitución de una «filosofía primera» (como dijimos, él nunca utilizó el desafortunado término «metafísica») como ciencia del ser en cuanto ser. Mientras las demás ciencias estudian un aspecto del mismo (la física estudia el ser en cuanto ser corpóreo, la biología en cuanto ser vivo, la sociología al ser social, la matemática el ser de razón, etc.) la filosofía primera habría de estudiar el ser como tal, el ser en general. (*)

 

* González Antonio. Introducción a la práctica de la filosofía. Texto de iniciación. UCA Editores. San Salvador, 2005.

 

Hay una ciencia que contempla el ser en cuanto ser y lo que le corresponde de suyo. Y esta ciencia no se identifica con ninguna de las que llamamos particulares, pues ninguna de las otras especula en general acerca del ser en cuanto ser, sino que, habiendo separado alguna parte de él, consideran los accidentes de la misma; por ejemplo, las ciencias matemáticas. (…)

Pero el ser se dice de varios modos, aunque en orden a una sola causa y a cierta naturaleza única. Y no equívocamente, sino como también se dice todo lo sano en orden a la sanidad: esto porque la conserva; aquello porque la produce; lo otro porque es signo de sanidad; y lo de más allá porque es capaz de recibirla (…). Así también el ser se dice de varios modos; pero todo ente se dice en orden a un solo principio. Unos, en efecto, se dicen seres porque son sustancias; otros porque son afecciones de la sustancia otros porque son camino hacia la sustancia, o corrupciones o privaciones o cualidades de la sustancia, o porque son negaciones de alguna de estas cosas o de la sustancia. Por eso también decimos que el no-ser es no ser.

Pues bien, así como de todo lo sano hay una sola ciencia, igualmente sucede esto también

de las demás cosas. (…). Es pues, evidente que también pertenece a una sola ciencia contemplar los seres en cuanto seres. Pero siempre la ciencia trata propiamente de lo primero, y de aquello de lo que dependen las demás cosas y por lo cual se dicen. Por consiguiente, si esto es la sustancia, de las sustancias tendrá que conocer los principios y causas el filósofo. (…). Y tantas son las partes de la filosofía cuantas son las sustancias. Por tanto, una de ellas será necesariamente filosofía y las otras filosofías segundas.

(Tomado de su Metafísica, libro IV)

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