Catalina Barrios y Barrios
Escritora y académica universitaria
Así es su nombre, René, de apellido Villegas Lara. Nacido en la patria de Juan José y Clemente. Pertenece a la patria grande, la de Rubén. Insiste en hablar de Chiquimulilla. Sabe de leyes y letras. Las leyes las junta, sube al púlpito y el aire se las lleva a sus discípulos. Su abecedario tiene olor a pueblo. Es pródigo con su voz, la presta a los sin voz. Sus cuentos más son leyendas, con su magia vuelve en mentiras las verdades. Sus héroes provincianos son historia.
René cuenta. Escribe. Y lee. Es crítico, construye no destruye. Vive de recuerdos infantiles y juveniles. Su hoy es conventual impulsado por seres invisibles y malignos. Canta en el silencio. Sus palabras elevan a los humildes al pedestal que se merecen. Es amigo. Sus prosas son mundanas. Habla de costumbres y supersticiones, sus fantasmas son engaños. Forma un álbum con nombres y sobrenombres y de amigos que lo han acompañado en el camino de la vida. Larga lista de maestros de la Universidad de San Carlos; Deseaba ser Médico y se hizo Notario. La Hora de Clemente es su alero. Edita libros y los obsequia. Su caricatura es al estilo de Manuel José.
Están presentes personas entregadas a labores cotidianas: herreros, carpinteros, sastres, barberos, albañiles. Ama la naturaleza, admira los volcanes, las plantas y hasta los animales son motivo para sus textos, como el perro, las ardillas, los tecolotes, los caballos y las vacas. Ilumina las oscuridades de su tierra.
Leerlo es refrescante sus historias mueven a risa y a reflexión. Dibuja nuestros pueblos, mitad realidad, mitad ficción, tan nuestros como nuestras raíces, pero pueblos muertos, los de ayer. Ahora están disfrazados con trajes extranjeros, inauténticos. ¡Qué bien que resuciten al roce de la pluma de René y los vuelva inmortales!