DENNIS ORLANDO ESCOBAR GALICIA
Periodista
Es la más reconocida y popular porque participó en Ixcanul y La llorona, las dos películas de Guatemala –producidas por Jairo Bustamante- que más premios internacionales han obtenido en la historia del cine de este país centroamericano. La primera ha conquistado 27 premios, entre ellos Oso de Oro, Oso de Plata, Premio Fénix, Premio Latino. La segunda –la cinta centroamericana que más lejos ha llegado a los premios Óscars- con 25 premios, entre ellos Globo de Oro, Premio Goya y el del Festival de Cine de Venecia.
Pero… María Mercedes, por sus destacadas participaciones en las dos cintas mencionadas, también formó parte del reparto de Bel Canto (2018), filme estadounidense protagonizado por Julianne More, Ken Watanabe, Sebastián Koch y Chistopher Lambert. Además fue la protagonista de la miniserie mexicana Malinche (2018), producida por Patricia Arriaga Aragón y rodada en lenguas originarias: náhuat, maya, popoluca, totonaca y latín.
María Mercedes Coroy -nacida el 3 de septiembre de 1994 en Santa María de Jesús, municipio de Sacatepéquez situado en las faldas del Volcán de Agua- desde los tres años se paraba frente al espejo del ropero de su vivienda para verse actuar. Al estudiar la primaria en la escuela pública siempre participó en obras de teatro y bailes folclóricos; desgraciadamente por su precaria situación económica solo cursó hasta el quinto grado. Dejó los estudios para ayudar a su madre en la venta de frutas y verduras en el mercado de Palín, Escuintla, ubicado bastante lejos de su casa. Fue hasta que tenía 17 años que retomó los estudios gracias al Programa Nacional de Alfabetización de CONALFA. En esta época fue elegida reina de su municipio y de otros concursos de predominancia indígena.
Cuando María Mercedes cursaba el tercero básico –plan fin de semana- en el 2015 participó en el casting al aire libre que realizaba Jairo Bustamante en Santa María de Jesús en búsqueda de actores que participaran en su proyecto fílmico Ixcanul. Desde el primer momento que la vio, Bustamante se dio cuenta que tenía todas las características y la aptitud para encarnar a la protagonista de su película. ¡Y así fue! Al aparecer en Ixcanul la crítica se volcó a ella y muchos aseguraron que por su talento su nombre sonaría.
En lo personal donde más me ha impresionado la actriz guatemalteca es en la miniserie mexicana producida para canal once: Malinche, en virtud de que le tocó competir con actrices mexicanas experimentadas y tituladas en actuación. Empero en el casting fue seleccionada por su prestancia y talento para interpretar el papel protagónico. La maestra Arriaga Aragón en una entrevista dijo que de todas las participantes ella fue la más auténtica: supo lavar ropa en río, cocinar y tortear a la manera de los ancestros. Cuando fue elegida algunos criticaron a los productores por no haber escogido a una mexicana, incluso los señalaron de “malinchistas”.
Patricia Aragón, en entrevista para diario EL PAÍS de España, dijo que para la serie se habían buscado actores mayaparlantes, nahuaparlantes y totonacas. Agregó que la actriz que representa a Malinche, María Mercedes Coroy, habla maya Kaqchikel y tuvo que aprender náhuatl y popoluca.
El periodista Álvaro Cueva al comentar la miniserie escribió en Milenio: “Y con el lanzamiento estelar en México de una inmensa actriz guatemalteca de nombre María Mercedes Coroy, que trascenderá como nadie después de protagonizar la serie. Malinche es muy buena, compleja y diferente. No se la vaya a perder”.
Recuerdo el día que vi por YouTube la presentación de la miniserie, en el auditorio del Instituto Politécnico Nacional: cuando llamaron a María Mercedes ella se puso de pie con gran garbo y luciendo un hermoso atuendo Kaqchikel se colocó en el pódium con prestancia y saludó en su idioma natal, en seguida con gran seguridad se expresó en español. Al finalizar fue ovacionada. En seguida llamaron al actor José María de Tavira que representó a Hernán Cortés. El susodicho se quedó en su lugar, en la mesa que presidía, y optó por no pasar el pódium y expresó un breve discurso; su actitud posiblemente se debió a que se sintió obnubilado por la alocución de la guatemalteca.
Esa serie televisiva fue motivo de muchos comentarios en el vecino país, tanto en los medios de comunicación como en mesas de discusión, en virtud de que la Malinche de esa serie fue una Malinche diferente a como se había presentado anteriormente. En ésta se trabajó con historiadores y antropólogos para presentar una Malinche más apegada a la verdad. La creadora Patricia Arriaga, cuando se le preguntó el porqué de una versión diferente, expresó: “Porque las mujeres hemos sido borradas de las decisiones, de la historia, de los grandes momentos”.
Pero como el ninguneo y la discriminación son antivalores recurrentes en Guatemala, el reconocimiento al éxito de María Mercedes en su país ha sido mínimo y a cuenta gotas; quizá el más conocido sea que en el Día Internacional de la Mujer fue una de las siete mujeres destacadas de Guatemala en el marco del 8M (2021). Mientras que a nivel internacional, solo para mencionar algunos galardones: por su participación en Ixcanul recibió el premio a Mejor Actriz Internacional en el Festival du Nouveau, en Montreal, Canadá; fue condecorada con la Orden de las Artes y de las Letras otorgada por el Ministerio de Cultura de Francia.
María Mercedes ha sido invitada a varios festivales de cine y ha sido entrevistada en destacados medios de comunicación, al igual que Yalitza Aparicio, la actriz mexicana de Roma, película ganadora como mejor película de habla no inglesa de los premios Óscars de 2019. Ambas se han encontrado en diferentes eventos; lo que ha dado lugar al surgimiento de una amistad en favor de los derechos de la mujer y de los pueblos originarios.
Auguramos una carrera exitosa a María Mercedes, pues tal como lo dijo el crítico mexicano Cueva: “es una inmensa actriz que trascenderá”. Es talentosa y con vocación para la actuación. El nuevo cine, el que está triunfando, requiere actores de vocación y que representen con naturalidad sus papeles cinematográficos. Ya quedó atrás el cine de los actores que remedaban a sus personajes. Ejemplo de lo dicho está Tizoc: amor indio (1957) donde Pedro Infante hace el papel del indio. O Paloma Herida (1963) -película mexicano-guatemalteca producida por Manuel Zeceña Diéguez y dirigida por Emilio Fernández- donde el papel de la protagonista indígena lo realiza Patricia Conde.
PRESENTACIÓN
MARÍA MERCEDES COROY
El cine guatemalteco se ha vestido de gala recientemente por el reconocimiento en todas las latitudes de la cinta de Jairo Bustamante, titulada “La Llorona”. El filme, celebrado por los críticos, es un relato convincente que retrata nuestra sociedad a través de simbolismos y retazos concretos de la historia reciente guatemalteca. Pero hay algo más, la fuerza de la puesta en escena se debió también a sus protagonistas, entre ellos, la de María Mercedes Coroy.
De ahí el interés de nuestro colaborador, Dennis Orlando Escobar Galicia. En el artículo principal, nuestro periodista destaca la carrera de la artista, sin dejar de subrayar el valor de una vida dedicada al cine y su trabajo sacrificado por sobresalir en circunstancias no siempre ventajosas. Esa valoración la deja establecida desde las primeras líneas, en particular cuando se refiere a sus premios.
“Es la más reconocida y popular porque participó en Ixcanul y La llorona, las dos películas de Guatemala –producidas por Jairo Bustamante- que más premios internacionales han obtenido en la historia del cine de este país centroamericano. La primera ha conquistado 27 premios, entre ellos Oso de Oro, Oso de Plata, Premio Fénix, Premio Latino. La segunda –la cinta centroamericana que más lejos ha llegado a los premios Óscars- con 25 premios, entre ellos Globo de Oro, Premio Goya y el del Festival de Cine de Venecia”.
Junto al texto de Escobar Galicia, le sugerimos los contenidos a cargo de Emilio Solano, Adolfo Mazariegos y Fernando Mollinedo. Cada uno de los intelectuales contribuye a su manera, desde la poesía, la narrativa y el ensayo, a esclarecer el significado de la vida y, de paso, recrearla y ponerla en entredicho. Su lectura, en consecuencia, lleva luz en esos espacios siempre necesitados de certidumbres.