POR MARGARITA GIRÓN
jgiron@lahora.com.gt
En 2019, La Hora Voz del Migrante dio a conocer la trayectoria del multifacético jutiapaneco residente en Estados Unidos, Juan Valdez, quien esta vez ha explorado una nueva etapa de su vida como escritor, a través del libro “El éxito y el fracaso del norte”, en donde plasma sus reflexiones sobre cómo ha sido su vida desde que decidió migrar a EE. UU.
“Si Dios me da es para compartir, si tengo es para dar, si soy luz es para alumbrar, si estoy en esta tierra es para vivir, si vine aquí es para dejar algo de mi Jutiapa y de mi Guatemala”, expuso el connacional.
En ese contexto, desde Chicago Illinois, Valdez ha anunciado el lanzamiento del libro, del cual, se destinarán las ventas para donaciones a la Catedral de Jutiapa, al convento de las Hermanas Religiosas y algunos centros de detención en ese departamento. “Me siento muy bendecido y de esta manera comparto las bendiciones que Dios me da”, dijo.
Para Valdez, alguien que ha estado privado de su libertad, ya sea por un error cometido o por algo que se le condena inocentemente, puede empezar una nueva vida y su objetivo es poder contribuir con ello.
“Ellos también cerraran círculos para empezar una nueva vida y hoy miles se encuentran adentro, pero estoy seguro que tienen buena comunicación con Dios y Dios siempre nos da más oportunidades en la vida”, acotó.
“Una historia que no pasa de moda que día a día la vemos que miles se atraviesan el Rio Bravo, y lamentablemente muchos mueren o regresan mal a sus países. Hoy y siempre me identifico con millones que dejamos nuestros países para estar en el lugar donde los sueños se hacen realidad, pero Estados Unidos tiene dos cosas éxito y fracaso y cada quien construye lo que quiere”, explicó Valdez a La Hora.
El escritor chapín explicó que el libro incluye anécdotas reales que él ha vivido desde que llegó a Estados Unidos y a decir del chapín, pueden ayudar y animar a muchas personas.
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“Todos tenemos historias que contar y muchas veces me pregunté si mi historia podía cambiar a muchas personas y basado con los mensajes y comentarios que la gente me ha hecho pues dije sí, este es el momento de poder cambiar, animar a muchas personas”, puntualizó.
OTROS DETALLES SOBRE SU LIBRO
Para Juan Valdez, el título de su libro se origina debido a que, el éxito cada quien lo construye, a decir del jutiapaneco, “cuando alguien define el éxito y el fracaso, podemos apreciar que son polos opuestos. El hecho de no ser exitoso no significa que eres un fracasado y viceversa. Cuando uno habla de éxito aparece acierto, el hacerlo bien, hacer lo que uno hace o lo que uno sabe y la suerte que también es la que nos ayuda y para el fracaso tenemos el error, nos equivocamos, lo hacemos mal o tenemos el accidente”, agrega.
Añadió que, el éxito no es hacer las cosas bien y tener suerte y ponerse contento con eso. El éxito tiene que ver con la emoción y la felicidad.
“Tuve que desnudarme en este libro, con el viaje de mojado como muchas personas lo conocen y creo que la historia servirá para muchas personas porque es una historia de la vida real, en donde la muerte estuvo cerca de mí, pero de pronto volví y la preparación la comparto porque cada ser humano se tiene que preparar a donde quiere que vayas o a dónde quieres estar, y yo lo hice espiritual, motivacional físicamente y pedagógicamente y por eso quiero animar a todos los jóvenes para que puedan animarse en la vida y poder lograr lo que quieran”, manifestó.
¿POR QUÉ EN CHICAGO?
Aunque Valdez ha vivido en varios estados, es en Chicago que residen sus padres y se mudó para cuidarlos. “Aquí es donde cuido a mis padres, mi padre es sobreviviente del cáncer, hoy tiene cuatro tipos de cáncer en su cuerpo y este libro se lo dedico a él y por eso cada minuto cada momento disfrutamos de las bendiciones que Dios, nos da en casa, la pelea del cáncer no es de uno si no que de toda la familia”, agregó
Para adquirir el libro tanto en Estados Unidos, puede contactar a Juan Valdez a través de redes sociales, para mayor información. Mientras que, en Guatemala se estará vendiendo en La Catedral de Jutiapa y el convento de las hermanas franciscanas de Jutiapa.
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