Una nueva película revela y renueva las tensiones que provocó la creación del Monumento y Museo Nacional del 11 de Septiembre bajo las cascadas conmemorativas y la piscina reflectante en el World Trade Center.
Funcionarios descontentos del museo se han opuesto y han buscado cambios a «The Outsider», un documental que revela las visiones contradictorias detrás del punto de referencia de Nueva York inaugurado en 2014.
La película se estrena el jueves en un lugar inusual, Facebook, que la transmitirá a sus usuarios por 3,99 dólares. Después de eso, llegará a algunos cines y otros servicios de streaming antes del vigésimo aniversario del ataque.
El «outsider» (forastero) en la cinta es Michael Shulan, exdirector creativo del museo, quien a menudo estaba en desacuerdo con Alice Greenwald, la actual presidenta y directora ejecutiva, y sus aliados. Ambos trabajaron durante varios años en su desarrollo y tuvieron diferencias fundamentales sobre cómo debía presentarse la historia.
Esencialmente, Shulan sentía que el museo debía ser más acogedor y abordar mejor lo que condujo al ataque y sus secuelas: las guerras en Afganistán e Irak y las restricciones a la libertad personal en Estados Unidos. Algunos críticos sienten que la instalación ahora es difícil de tolerar con una concentración en los horrores de aquel día.
«Michael quería plantear preguntas», dice el narrador Bob Garfield en la película. «Alice quería proporcionar respuestas».
Los cineastas Steven Rosenbaum y Pamela Yoder, marido y mujer, tienen su propia historia documentada del 11 de septiembre de 2001. Su compañía estaba filmando un programa para Animal Planet en Manhattan ese día, y dio un giro tras el impacto de los aviones. Rosenbaum le dijo a su equipo que filmara lo que sucedía en la calle. Ese material y otros videos de fuentes colectivas se utilizaron para la película de 2002 «7 Days in September».
En 2008, le dieron al museo derechos para usar lo que quisiera de las 500 horas de video compiladas esa semana. A cambio, se les ofreció acceso entre bastidores al trabajo del museo con la idea de hacer potencialmente una película interesante.
«Se suponía que iba a ser un documental de observación», dijo Rosenbaum. «Durante los primeros dos años, el museo fue lo que nos dijeron que iba a ser».
Shulan, que no forma parte del mundo de los museos y la curaduría, fue contratado para su trabajo luego que abrió una galería de fotos del 11 de septiembre. Como un forastero, se sintió frustrado con los profesionales del museo y, claramente, ellos con él.
Los cineastas se pusieron de su lado en la disputa y dijeron que no les gusta en lo que se ha convertido el museo.
«Es nacionalista, beligerante y basado en agravios», dijo Rosenbaum. «Si fueras, terminarías sintiéndote triste y enojado. ¿Es eso lo que se supone que debe hacer un museo?»
Shulan se negó a hacer declaraciones sobre la película, aparte de decir que no estaba al tanto de que estaba enfocada en él hasta después de completada. Dejó el museo luego que éste abrió, como siempre pretendió.
La vocera del museo, Lee Cochran, dijo que «The Outsider» mira las instalaciones a través de una lente ideológica específica que «no compartimos».
«En un momento en el que tantas instituciones estadounidenses están sujetas a divisiones ideológicas y partidistas, el Monumento y Museo debe seguir siendo un lugar sagrado que busca educar y unificar», dijo Cochran. «Le dejamos en claro a los realizadores que estábamos decepcionados por muchas de sus decisiones, que creemos que son una falta de respeto hacia las víctimas y sus familias».
De haberse concentrado en cómo el 11 de septiembre cambió a Estados Unidos, el museo hubiese quedado obsoleto tan pronto como abrieran sus puertas, sus funcionarios han argumentado.
Los funcionarios del museo tenían derecho a revisar la película, principalmente por cuestiones de seguridad, y la proyectaron en mayo. Unas semanas más tarde, su abogado envió a los cineastas una larga lista de objeciones.
La mayoría fueron ignoradas y algunas parecían triviales. Los funcionarios afirmaron, por ejemplo, que una escena que mostraba un intercambio sobre posibles artículos a la venta en la tienda de regalos del museo era difamatoria. Dijeron que incluir un comentario casual de un miembro del personal de que «la fruta es mucho más saludable que las rosquillas» dañaría la reputación de esa persona.
También objetaron que los cineastas mostraran a los funcionarios del museo revisando una desgarradora cinta de audio de una mujer en el World Trade Center hablando con un operador de emergencias cuando se da cuenta de que está a punto de morir, y un video que muestra a las víctimas saltando o cayendo al vacío.
Dado que ambas fueron rechazadas para una posible exhibición, el museo dijo que estas escenas serán innecesariamente difíciles de ver. Los cineastas dijeron que querían ilustrar el tipo de decisiones difíciles que enfrentaron el director creativo y los curadores.
Además, las elecciones editoriales son prerrogativas de ellos, no del museo, dijeron.
Tras dar a conocer sus objeciones, el museo dijo que ya no buscó cambios ni hizo ningún intento por detener la distribución de la película.
Aparte del documental, Rosenbaum y Yoder dijeron que les preocupa que el museo imponga restricciones sobre cómo los investigadores usan el video que donaron. El museo dijo que tiene derecho a revisar la representación de las imágenes para garantizar la precisión, pero no tiene conocimiento de que ningún investigador haya solicitado ver algunas.
Eso plantea la pregunta de si un resentimiento contra los funcionarios del museo puede haber afectado sus decisiones al hacer «The Outsider». Rosenbaum dijo que la película estaba terminada antes de que se enteraran del posible problema de acceso.
La película llega en momentos difíciles para el museo, que ha visto caer la asistencia debido a la pandemia y recortado puestos trabajos y los días que está abierto.
Distribuir primero la cinta en Facebook es un enfoque novedoso y una especie de prueba. Los cineastas dijeron que no saber si Facebook estaba promocionando «The Outsider».
«Podrían ser millones de espectadores o podrían ser 35», dijo Rosenbaum. «Es imposible saberlo y es desgarrador».
La película se exhibirá en algunos cines el viernes, y después en iTunes, Amazon y Google Play.