el libro de memorias de Richard Marx. Foto la hora: Simon & Schuster via AP)

A Richard Marx le gusta jugar amablemente con la mente de quienes van a sus conciertos.

Comienza a tocar una canción de Keith Urban o Lionel Ritchie para ver la reacción que genera. «Si es una pareja los veo mirarse el uno al otro con cara de, ‘¿en serio él escribió eso?'».

Entonces comienza a tocar los éxitos de su carrera: «Right Here Waiting», «Should Have Known Better», «Don’t Mean Nothing», «Hold On to the Nights», «Take This Heart», «Hazard» y «Angelia».

«And they’ll go, ‘Oh, my God. He did that, too? Like, really? Seriously?'» says Marx. «Por mi parte, hay un intento sutil de conectar todos los puntos».

Si aún no has visto a Marx en concierto, éste ofrece una versión escrita en su nuevo libro de memorias «Stories to Tell», una serie de anécdotas de un cantautor que se ha codeado con, y creado canciones para, la realeza musical.

Kenny Rogers, Whitney Houston, Madonna, Barbra Streisand, Burt Bacharach, NSYNC, Julio Iglesias, Josh Groban, Hugh Jackman, Kenny Loggins, Luther Vandross, Paul Anka, SHeDAISY, Philip Bailey y James Ingram, todos tienen cameos en la vida y carrera de Marx.

Revela que tuvo pleitos con Brad Paisley, Clive Davis y Night Ranger y que estuvo enamorado de Olivia Newton-John. Hizo que una canción de Vixen sonara mejor con un pequeño truco sonoro — agregando el solo de guitarra de alguien más — y vio con horror cómo amenazaban a su banda a punta de pistola en Taipéi.

«Tengo tantas, entre interesantes y graciosísimas, que han ocurrido en el marco de mi carrera», dijo en entrevista telefónica desde Los Ángeles, donde vive con su esposa, la conductora y modelo cubana-estadounidense Daisy Fuentes.

«Stories to Tell» es, en última instancia, la historia de un compositor extremadamente talentoso e instintivo que se subió a la ola de la fama de MTV durante una década y después, cuando se pasó la fiebre, se reinventó como productor y compositor para otros.

Todavía estaba en su treintena «y tenía un montón de música adentro». «Triunfaré con otras personas», concluyó. Ese cambio también le dio la libertad de ser un padre muy presente para sus tres hijos.

Como compositor, Marx ha tenido 14 canciones en el primer puesto de las listas de popularidad a lo largo de cuatro décadas de carrera. Su tema con Vandross «Dance With My Father» ganó el Grammy en 2004 a la canción del año. Ha compuesto o interpretado éxitos en las listas de Billboard de country, adulto contemporáneo, rock, música navideña y pop.

Tras comenzar como un corista versátil, tuvo su primera gran oportunidad cuando Lionel Richie escuchó una cinta de sus canciones y lo invitó a ayudarlo con sus discos como solista. Puede escucharse a un Marx adolescente en éxitos como «All Night Long» y «Running with the Night».

Esto llevó a que compusiera canciones con Rogers y luego compusiera o cantara para una serie de estrellas antes de lanzar su propio álbum debut homónimo en 1987, que alcanzaría la doble certificación de platino.

La publicación de su libro estará acompañada por el lanzamiento de un disco doble con versiones remasterizadas de sus grandes éxitos así como demos, interpretaciones en vivo y versiones de canciones que ha escrito para otros artistas.

A lo largo del libro se siente la convicción de Marx de que tiene una habilidad casi mística de atraer y ser amigo de superestrellas, algo que ocurrió primero cuando tenía 5 años y conoció a Davy Jones de The Monkees. «Siempre he atenido la habilidad de atraer gente a mi camino».

Los lectores conocerán un montón de historias sobre los colaboradores de Marx y verán cómo surgen las canciones en un hombre que se ha mantenido alejado de los escándalos vergonzosos y autodestructivos.

En años recientes Marx se ha convertido en un fenómeno de redes sociales, encantando a los fans por sus respuestas inteligentes a los trolls y a los mensajes de intolerancia. En junio, cuando un usuario escribió en Twitter que los pronombres de Marx deberían ser «ha/sido», Marx estuvo de acuerdo:

Su humor, valentía y autenticidad, así como su autoconciencia, llevaron a Manning a ponerse en contacto con Marx cuando la pandemia azotaba al país. Por suerte, Marx ya había escrito algunas páginas basado en las anécdotas que cuenta en el escenario.

Los lectores de «Stories to Tell» encontrarán un estilo más afable que su tono mordaz en Twitter. Marx dice que es una persona privada y que nunca pensó en escribir un libro revelador con detalles incendiarios.

En la vida real Marx es una criatura inusual en la industria de la música, centrado, justo y feliz. Es un tipo del centro de Estados Unidos que le agradece a sus padres y a la gente que lo rodeó en sus primeros años por no permitir que fuera de otra manera.

¿Qué le gustaría que la gente se lleve del libro?

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