Britney Spears pidió a una jueza que termine la tutela designada por la corte que ha controlado el dinero y los asuntos de la estrella del pop desde 2008.
La dramática solicitud en una audiencia en Los Angeles llegó con sus primeras palabras en la corte en los 13 años de existencia del acuerdo legal para su supervisión.
Spears dijo que la tutela impuesta por la corte es «abusiva» y condenó a su padre y a las otras personas que la han controlado.
«Quiero terminar esta tutela sin ser evaluada», dijo Spears vía telefónica en un largo discurso emotivo y por momentos profano, en el que condenó el acuerdo legal y a su padre, quien lo ha controlado la mayor parte del tiempo.
«Esta tutela me está haciendo mucho más daño que bien», dijo Spears. «Merezco tener una vida».
Spears, de 39 años, dijo que quiere casarse con su novio Sam Asghari y tener un bebé, pero la tutela no le permite hacerlo. Señaló a la corte que la están obligando a usar anticonceptivos contra su voluntad.
«Todo lo que quiero es poseer mi propio dinero y que esto termine y que mi novio pueda llevarme en su (grosería) auto», dijo Spears.
En el discurso escrito que duró más de 20 minutos, Spears reveló muchos detalles que habían sido cuidadosamente reservados por la corte.
Cuando una abogada, que representa a una de las personas responsables de su tutela, dijo que la audiencia y la transcripción de la misma deberían mantenerse en privado para que no se revelara información médica, Spears la confrontó y dijo que sus palabras deberían ser públicas.
«Han hecho un buen trabajo al explotar mi vida», dijo Spears. «Así que siento que debería ser una audiencia abierta en la corte y deberían escuchar y oír lo que tengo que decir».
Spears agregó que la obligaron a tomar litio contra su voluntad después de que se interrumpieron los ensayos para una residencia planeada en Las Vegas en 2019 que eventualmente fue cancelada.
Ella dijo que todo lo que hizo fue estar en desacuerdo con una parte de la coreografía de los shows.
«No estoy aquí para ser esclava de nadie», dijo. «Puedo decir que no a un movimiento de baile».
Spears fue interrumpida una vez por la jueza y otra por el reportero de la corte, quienes le pidieron que hablara más lento.
Unos 100 admiradores del llamado movimiento #FreeBritney (liberen a Britney) se reunieron fuera del tribunal antes de la audiencia con letreros que decían «¡Liberen a Britney ahora!» y «¡Váyanse de la vida de Britney!».
Un fan dentro de la corte gritó y ocasionalmente aplaudió durante las declaraciones.
Spears dijo que ha sentido que no la han escuchado en ninguna de sus participaciones anteriores en la corte, todas las cuales han permanecido confidenciales.
La jueza agradeció sus declaraciones, que calificó como «valientes» y no hizo más comentarios.
Vivian Thoreen, abogada del padre de Spears, James Spears, dio una breve declaración a su nombre tras conversar con él durante una receso.
«Lamenta ver que su hija está sufriendo y en tanto dolor», dijo Thoreen. «El señor Spears ama a su hija y la extraña mucho».
James Spears es uno de los guardianes de las finanzas de su hija y también tiene control sobre las decisiones de su vida por gran parte de la tutela.
Otros abogados en la sala también dijeron que esta no era la vía para responder a las declaraciones, pero accedieron a decir que fueron valientes.
Jennifer Preston, de 33 años, cruzó el país desde Richmond, Virginia para estar fuera del tribunal durante la audiencia pues dijo «soy una madre y una fan».
«Estamos aquí para escuchar lo que tiene que decir», dijo Preston. «Ha sido tratada como una niña por los últimos 13 años. No ha tenido control de su vida o de sus finanzas a pesar de que es claramente capaz de hacer esas cosas».
El abogado de Britney Spears designado por el tribunal, Samuel Ingham III, hizo una solicitud para que la estrella pop hablara a la corte en una audiencia en abril. Dijo que Spears no le había pedido oficialmente que presentara una solicitud para terminar con la tutela. Ingham dijo que Spears señaló que él no intentó «controlar, filtrar o editar» las palabras de su clienta.
La tutela se estableció cuando Spears atravesaba una crisis emocional en 2008. Spears ha dicho que esto ayudó a salvarla de la ruina financiera y mantenerla como una estrella pop de primer nivel.
Su padre y sus abogados han enfatizado que la artista y su fortuna, que según registros judiciales supera los 50 millones de dólares, siguen siendo vulnerables al fraude y la manipulación. Según la ley, Spears tendría que demostrar que es competente para tomar sus decisiones.