Gabriela Marroquín
El cáncer es una enfermedad que puede golpear a cualquiera, sin una razón o causa exactamente definida, Y afecta no solo físicamente a la persona que lo padece, sino que además alcanza anímica y emocionalmente al paciente y a todas las personas que tiene a su alrededor.
Hoy, 15 de febrero, se celebra el Día Internacional del Niño con Cáncer y por eso queremos hacer un homenaje a estos pequeños pacientes que padecen esta enfermedad, pues consideramos que son dignos de admiración y reconocimiento. Son héroes que silenciosamente viven con valentía, coraje y una sonrisa en su carita.
Día a día en la Unidad Nacional de Oncología pediátrica llegan muchos niños acompañados de alguno de sus padres para recibir su tratamiento. Toda la familia hace un gran esfuerzo por trasladarse del lugar de donde viven a la capital y así poder recibir el tratamiento necesario.
El servicio que se presta es completo, pues no solo reciben atención y tratamiento médico si no que, con un equipo integral, se da servicio de odontología, nutrición, psicológico, social entre otros y se busca que de una u otra manera los niños tengan algún tipo de entretención.
En esta ocasión compartiremos la experiencia en la clínica dental donde los dentistas especialistas llegan a trabajar para brindar un servicio a los niños como parte integral de su tratamiento.
Para mi trabajar en la clínica dental de la UNOP es una de las oportunidades más grandes que he tenido, es un espacio donde se puede dar y compartir incondicionalmente con estas personas que nos enseñan la valentía de manera constante. Ahí compartimos no solo el tratamiento si no cariño, risas, pláticas, historias y a veces hasta lágrimas con los pacientes y el padre o la madre que los acompaña.
La experiencia de compartir y conocer a las familias como las podemos llegar a conocer es algo que llena mi corazón de una manera diferente. Empatizar, compartir el sentir de madre, conectar y entender a muchos de los pequeños que de nuevo no quieren ser “pinchados”, los niños que llegan llorando porque no quieren ir al dentista, cosa que muchos entendemos, se vuelve un reto mayor en mi profesión de dentista de niños pues se comprende que en estos casos hay cargas emocionales más fuertes.
Para mí es una razón de ser mejor, de compartir lo que puedo y tengo para darles un poquito de tranquilidad a estos niños que como grandes guerreros llevan su lucha diaria, de manera diferente, pero heroica, como un ejemplo a seguir, donde sea cual sea su circunstancia, siempre hay una sonrisa de agradecimiento y un gesto de cariño. De esos que se quedan en el corazón para siempre.
Le invitamos a conocer lo que se hace en la UNOP con el apoyo de la Fundación Ayuvi y que podamos de verdad hacer un homenaje constante a estos niños y adolescentes guerreros que, a pesar de las circunstancias, son una lección de vida, pues no solo padecen una de las enfermedades más duras de llevar sino que además nos enseñan cómo si hay amor y unión en una familia todo se puede, todo se logra.